(CNNMéxico) — Durante la temporada que va de 2013 a 2014, la mariposa monarca no solo llegó en menor cantidad a México sino que también ocupó la superficie más reducida que había sido registrada desde 1993.
Las siete colonias monitoreadas de esta especie (3 en Michoacán y 4 en el Estado de México) abarcaron un total de 0.67 hectáreas, 43.7% menos que en la época de 2012 a 2013 y la menor superficie ocupada por esta mariposa en los santuarios mexicanos desde 1993, de acuerdo con el monitoreo llevado a cabo por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La tendencia negativa ratifica lo registrado el año anterior: en la segunda quincena de 2012 había nueve colonias de hibernación que ocuparon una superficie de 1.19 hectáreas de bosque, lo que representa un decremento de 59% con relación a las 2.89 ocupadas en diciembre del 2011.
Aún así, la monarca (Danaus plexippus) es un lepidóptero que no deja de sorprender a los científicos por el misterio que rodea a su migración
De acuerdo con WWF, las principales amenazas para la mariposa monarca en su rango de distribución en América del Norte son: la deforestación y degradación forestal por la tala ilegal en los sitios de hibernación en México; la reducción de su hábitat reproductivo en EU y Canadá debido al cambio de uso del suelo y la disminución del algodoncillo (planta de la que se alimentan las larvas), causada por el uso de herbicidas; y las condiciones climáticas extremas en Canadá, Estados Unidos y México.
“La combinación de estas amenazas ha causado la dramática disminución en el número de mariposas en las colonias de hibernación en México durante la última década, que en la temporada 2013-2014 alcanzó la menor superficie ocupada desde 1993″, dijo Omar Vidal, director general del WWF México, en un comunicado emitido por la organización.
Desde noviembre de 2013, los registros no eran nada halagadores en comparación con años previos.
“Más o menos estimamos que tenemos como un 50% menos hasta este momento (en referencia con temporadas anteriores)”, dijo la directora de la reserva, la bióloga Gloria Tavera Alonso a la agencia EFE, según consignó CNNMéxico.
La medición de la superficie forestal ocupada es utilizada como indicador indirecto del número de monarcas que llegan a México desde Canadá y Estados Unidos, después de viajar más de 4,000 kilómetros para hibernar de noviembre a marzo en los bosques templados de Michoacán y el Estado de México.
El monitoreo ubicó 5 colonias dentro de la reserva y 2 colonias fuera de ella. La más grande fue localizada en El Rosario, santuario de la Sierra el Campanario, en Michoacán y la colonia más pequeña fue hallada en la Comunidad Indígena de Carpinteros dentro del mismo estado.
“Numerosas líneas de evidencia demuestran que la región medio oeste de Estados Unidos, conocida también como El Cinturón de Maíz, es la principal fuente de las mariposas que hibernan en México. Gran parte de su hábitat reproductivo en esa zona se ha perdido por los cambios en las prácticas agrícolas, principalmente la explosiva adopción de cultivos tolerantes a herbicidas, lo que ha provocado la exterminación del algodoncillo en muchos hábitats”, señaló Karen Oberhauser, investigadora y profesora de la Universidad de Minessota, en EU, quien ha estudiado a la especie por más de 30 años.
“Por lo tanto, por sí sola, la conservación del hábitat de la mariposa monarca en los sitios de hibernación en México no asegura la protección de su migración contra las presiones humanas, que están en aumento”, añadió.
Los conservacionistas coinciden en que las acciones para conservar la migración de esta mariposa deben considerar factores sociales y económicos. “Es indispensable tomar en cuenta a los habitantes de la región monarca y promover mejores oportunidades de trabajo, acceso a educación y a servicios básicos”, afirmó el director del WWF en México.
Estos insectos usan cañadas para evitar los fuertes vientos mientras se dirigen al sur, guiándose por el sol, por lo que se les ha llegado a llamar la novia del sol.