El espeluznante retrato que de Rubalcaba sugiere o insinúa un sector de la derecha española es tan exagerado que no puede ser verdad. Se le relaciona con el atentado del 11-M, el GAL, ETA y el robo del coche de Carme Chacón (la última maldad).
Esa es la leyenda negra que demoniza al Vicepresidente y Ministro del Interior. Luego está la verdad de WikiLeaks o la que conforma la propia trayectoria y declaraciones del ahora candidato en las primarias del dedazo.
1. Rubalcaba era (y es) el favorito de la embajada de EE.UU (y lo que eso representa).
2. Rubalcaba cree que no habría terrorismo internacional si no existiera Internet. En lo que a Internet se refiere el Vicepresidente es un neocon (para entendernos).
Quizá por eso su equipo contrató a una empresa (Interligare) a la que asesoraba el “intelectual global” que relaciona la piratería con las fuentes de financiación de “grupos criminales y terroristas” y que lo mismo sirve para convencer a ZP que para justificar ACTA en México. La obra intelectual, claro, está patrocinada por la misma Industria.
Las preguntas sobre Interligare y el “intelectual” Treverton, que el PP ahora ya no se atreve a hacer, ayudarían a los electores a conocer mejor a Rubalcaba y sus peculiares conexiones y obsesiones en relación con “lo que pasa en Internet” y las inquietantes empresas a las que se encarga ‘averiguarlo’ (mediante contratos que pondrían en aprietos a cualquier ministro en un país con división de poderes y una oposición digna de tal nombre).
Aunque no pocos “ciudadanos” – el candidato sale muy bien considerado en las encuestas – celebran antes la habilidad del Vicepresidente para eludir las preguntas incómodas que su obligación de rendir cuentas sobre su gestión.
En diversos foros o el Parlamento Europeo, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sorprendido a políticos de otras latitudes al descubrir su afilado perfil neocon y su defensa “excesiva y arrogante” de los intereses de EE.UU. Algunos militantes socialistas, que se hacen un planteamiento similar, buscan en estos mismos momentos un candidato (o candidata) que les pueda representar con dignidad en las primarias del dedazo que ellos quieren de la saludable y necesaria confrontación ideológica.
El candidato de Zapatero, el grupo PRISA, los barones derrotados, la embajada, el dogma del lobby y la leyenda negra, aunque sea más falsa que una historieta de apariciones en Cuarto Milenio, no les acaba de convencer. Romper con el hábito de tutela dignifica al que lo hace. Esos valientes socialistas son la avanzadilla de la spanishrevolution que quiere regenerar, que no demoler, los partidos políticos. Hace falta valor y un 10% de avales que la corriente Izquierda Socialista viene defendiendo, con escaso éxito, que sean el 5%.
Rubalcaba salvará los muebles de los barones derrotados, por eso lo han elegido, pero estas primarias atípicas con un único candidato – el dedazo – reflejan con toda su intensidad que los del aparato no son de este mundo.