Casi 3.000 personas renunciaron a su ciudadanía estadounidense o voluntariamente entregaron sus tarjetas de residencia en 2013, superando el récord anterior por más de 1000 personas, según el Departamento del Tesoro. Muchos de los ciudadanos que decidieron abandonar su nacionalidad nombraron la ley de impuestos como razón de principal de su decisión.
“Por encima de todo, el miedo parece estar impulsando este aumento de expatriaciones” afirmó al Wall Street Journal, el abogado especializado en temas fiscales, Andrew Mitchel dijo a The Wall Street Journal que caracteriza las acciones de las 2.999 personas que expatriar el año pasado. El Departamento del Tesoro tiene la obligación de publicar una lista trimestral de los que tienen expatriados .
Los Estados Unidos es el único de los países desarrollados que exige a sus ciudadanos y residentes permanentes declarar impuestos, independientemente de donde vivan o donde se ganan sus ingresos, en el país. Y esos requisitos van a recrudecerse. La Ley de Contabilidad Fiscal Extranjera, que entra en vigor este año, exige a las instituciones financieras extranjeras a reportar la información de cuenta para los ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes al gobierno de EEUU.
Este requisito adicional es la causa de que cada vez más estadounidenses que viven en el extranjero consideren sacrificar su ciudadanía, según la BBC. Las posibles sanciones por no presentar información requerida pueden llegar a costar hasta 10,000 dólares por cada formulario sin archivar y, en algunos casos, hasta el 50 por ciento del saldo de una cuenta por cada año de incumplimiento