La sala de cuidados intensivos para recién nacidos en el Hospital Sagrada Familia de India, donde se prefiere el uso de la tradicional vacuna DPT. Crédito: Holy Family Hospital.
Por Ranjit Devraj
NUEVA DELHI, Feb 11 2014 (IPS)
Pediatras de India exigen al gobierno mecanismos más severos para evaluar la seguridad y la eficacia de las vacunas, luego de constatar una ola de muertes de bebés que fueron inmunizados.
Según registros del Ministerio de Salud y Bienestar Familiar, en el último año fallecieron al menos 54 bebés tras recibir la vacuna pentavalente, concebida para prevenir infecciones causadas por cinco microbios.
Implementada gradualmente en diferentes estados del país a partir de diciembre de 2012, la pentavalente es en realidad una combinación de vacunas. A la tradicional DPT, que ofrece inmunidad frente a la difteria, la tos ferina y el tétanos, le suma antígenos contra la influenza hemofílica tipo B y la hepatitis B.
“De acuerdo con las cifras del Ministerio, el promedio es de una muerte cada 4.000 bebés vacunados con pentavalente”, dijo el médico Jacob Puliyel, director de pediatría en el St. Stephen’s Hospital de Nueva Delhi.
“Si la cohorte (conjunto) de nacidos en India, de 25 millones, es vacunada con pentavalente, 6.250 bebés morirán cada año por los efectos adversos de la inmunización”, afirmó.
“El alto costo de vidas por efectos adversos al administrar la pentavalente es difícil de justificar”, dijo Puliyel a IPS, y añadió que la DPT ha demostrado ser mucho más segura.
Debido a que la información brindada por muchos estados indios sobre los efectos adversos de la vacuna es limitada, los pediatras creen que las muertes en realidad serían muchas más, y por eso recomendaron que se prohíba el uso de la pentavalente hasta que haya una completa investigación.
En septiembre de 2013, el médico Yogesh Jaim, ex profesor asistente de pediatría en el Instituto Panindio de Ciencias Médicas y actualmente experto de la Comisión de Planeamiento de India sobre salud universal, presentó un litigio de interés público en la Corte Suprema, pidiendo que se prohíba el uso de la pentavalente.
Los abogados de Jaim arguyeron en las audiencias preliminares que la vacuna ya fue prohibida en Canadá, Estados Unidos, Europa, Australia, Gran Bretaña, Japón y en algunos países en desarrollo, como Pakistán, Bután, Sri Lanka y Vietnam, luego de que se registraran muertes de bebés.
Puliyel dijo que la pentavalente pudo entrar al país porque el gobierno eludió el Grupo Técnico Asesor Nacional sobre Inmunización (NTAGI, por sus siglas en inglés), creado en 2001 para aconsejar sobre el ingreso de nuevas vacunas. “Luego del primer año, no se siguieron las instrucciones del NTAGI para realizar la evaluación”, indicó.
En la mayoría de los países, las vacunas se introducen al programa nacional de inmunización luego de que un comité de expertos ha estudiado tanto la incidencia de la enfermedad que se quiere combatir como la seguridad, eficacia y asequibilidad del producto.
“En los últimos tiempos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha venido recomendando vacunas que son aceptadas sin tener en cuenta su costo-eficiencia local”, dijo Puliyel.
“Organizaciones como la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI, por sus siglas en inglés) también promueven nuevas vacunas en India y en otros países en desarrollo otorgando sustanciales subvenciones de donantes en la etapa introductoria”, añadió.
Habitualmente, según Puliyel, una vez que la vacuna ingresa al Programa de Inmunización Universal, se retira el financiamiento y el gobierno se ve agobiado con todo el costo de una vacuna de dudoso valor y en algunos casos hasta peligrosa.
En India, hasta hace poco, cuando se proponía una vacuna ante el Programa de Inmunización Universal, un subcomité del NTAGI revisaba la literatura disponible y consultaba a expertos para tomar una decisión informada.
Además, para asegurar la transparencia, se publicaban las actas de las reuniones y las recomendaciones en el sitio web del Ministerio.
En 2013 se creó la Unidad de Respaldo Técnico a la Inmunización, con apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates, para “ayudar” al NTAGI en su trabajo, pero se incluyó una nueva cláusula de confidencialidad para proteger los intereses “de propiedad” de instituciones comerciales, académicas y científicas.
“En los hechos, la cláusula de confidencialidad no está limitada a cuestiones de propiedad, y los miembros del NTAGI no pueden divulgar las discusiones, opiniones o decisiones aun 10 años después de haber dejado el comité que decide sobre la nueva vacuna”, dijo Puliyel.
“Las vacunas introducidas en el Programa de Inmunización Universal deben ser efectivas en costo y considerar el patrón y la incidencia de la enfermedad en el país, en vez de imitar modelos de otros países”, afirmó la pediatra Sumbul Warsi, directora del Hospital Sagrada Familia.
“El NTAGI debe ser un organismo completamente independiente, capaz de resistir las presiones de fuera y ser transparente”, dijo a IPS.
“Parece que en los últimos tiempos hubo mucha interferencia en el proceso para introducir nuevas vacunas”, sostuvo.
Por su parte, Puliyel cree que el gobierno debería publicar información sobre la vacuna cuya aplicación se está considerando. Todos los actores, incluyendo los grupos de pacientes, los profesionales de la salud, las instituciones académicas, las farmacéuticas y las organizaciones como la OMS y la GAVI, deben expresar sus intereses.
La transparencia del proceso permitirá que el público gane confianza, lo cual es fundamental para cualquier programa masivo de vacunación, subrayó.