¿Qué excusa pondrán ahora?, ¿les dejaremos que lo hagan?
Europa se acerca de manera inexorable hacia la instalación generalizada de los escáneres corporales en los aeropuertos en aras, según sus defensores, de aumentar la seguridad. El empujón final, aunque no es definitivo, lo dio hace unos días la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo que, en un giro copernicano, se desdijo de lo aprobado en 2008 y apoyó la instalación de estos nuevos dispositivos, aunque en la modalidad en que tienen menos impacto para la salud y no con los agresivos rayos X.
Sin embargo, a renglón seguido, los eurodiputados aclaran que los dispositivos no deberán interferir en la privacidad de los pasajeros, premisa que se supone que garantizan con la cláusula que impide el almacenamiento de las imágenes en las que los pasajeros aparecen completamente desnudos y se pueden ver completamente sus siluetas.
Ahora, los escáneres no forman parte de la lista de métodos de detección para garantizar la seguridad de la aviación, sino que sólo se han probado en algunos países europeos aunque, no obstante, están instalados de manera permanente en el aeropuerto londinense de Heathrow y en el holandés de Schiphol.
El texto aprobado, que irá probablemente en la línea de una propuesta formal que ultima la Comisión Europea sobre el asunto y sobre la que la Eurocámara tendrá derecho de veto, especifica que los aparatos que se utilicen no podrán ser de rayos X, sino de ondas milimétricas, que no son dañinas para la salud.
Además, los aparatos que se instalen no podrán reproducir las imágenes de los cuerpos, sino unas figuraciones, y, en cualquier caso, no se podrán almacenar para garantizar la protección de datos, la dignidad y la privacidad de las personas.
Otra de las indicaciones que han aprobado los eurodiputados en comisión (a finales de junio irá al pleno) es que los pasajeros puedan negarse en todo momento a pasar por el escáner y, en su lugar, se sometan a los controles manuales conocidos popularmente como «cacheos».
Sin embargo, a nadie se le escapa que si la disyuntiva es pasar por el escáner corporal o esperar la fila del cacheo, la mayoría optará por la primera opción, pese a no ser obligatorio.
Luis de Grandes, eurodiputado del Partido Popular y ponente del informe, ha asegurado estar convencido de que «la gente está dispuesta a sacrificar un poco de su vida privada si hay más seguridad aunque, en cualquier caso, los países pueden establecer incluso medidas de seguridad suplementarias, aunque lo ideal es que haya una armonización europea».
El Parlamento Europeo rechazó en 2008 la implantación de los escáneres corporales en los aeropuertos al carecer de garantías sobre sus efectos para la salud y sobre el respeto a la privacidad de los pasajeros. Algún eurodiputado, como el convergente Ignasi Guardans, llegó a asegurar hace tres años que pasar por estos escáneres era un «tratamiento indigno» para los ciudadanos.
La Eurocámara aseguró en ese momento que «todas las medidas de seguridad aérea, incluido el uso de escáneres corporales, deben respetar el principio de proporcionalidad y demostrar ser justificables y necesarias en una sociedad democrática».
Sin líquidos hasta 2013
Al más que probable viacrucis de los escáneres corporales, los pasajeros aéreos tendrán que sumar la incomodidad de la prohibición del transporte de líquidos. El veto de llevar más de 100 mililitros de líquidos, que en principio expiraba a finales de abril de este año, finalmente se ha prorrogado dos años más ante la falta de acuerdo entre todos los países europeos. Algunos Estados de la Unión Europea pretendían que se hubiera producido una derogación total de la prohibición en 2013 y que hubiera habido ahora una suavización pero, visto el rechazo de los países más grandes del Viejo Continente y los que tienen más tráfico aéreo, finalmente se acordó seguir trabajando sobre la materia en los dos próximos años para poder implantar una regulación común a medio plazo.
La idea es que en 2013 haya máquinas de detección de líquidos explosivos en los aeropuertos, de modo que los pasajeros podrán viajar con sus líquidos normalmente y solo los tendrán que someter a escáner, como se hace ahora con el equipaje de mano.
Uno de los países que se oponen al levantamiento parcial de la prohibición ha sido Francia, alegando su implicación militar en Libia y Afganistán.
Fuente: ABC
Sí, viajar no es libre, el mundo no es libre, donde no existe una frontera existe un lindo escáner o un cacheo.
Los señore/as que hacen esos cacheos ¿duermen tranquilos tras tanto toquetear? Digo yo…