Una colaboración de Epifanio Alcañiz Rubio
Mi reloj marca las 12:00. Es viernes, 11 del 11 del 2011.
Desde mi posición en la gran explanada, levanto mis ojos y contemplo con fascinación esta gran maravilla, la pirámide de Kukulcán, centro neurálgico de la ciudad sagrada de Chichén Itzá.
La verdad es que no fue premeditado; el viaje a la Riviera Maya fue decidido a última hora y estaba previsto para la semana anterior.
En mis planes para el 11/11/11 figuraba una meditación sobre el vórtice de 33000 UB que se encuentra en los alrededores del Cerro de Los Ángeles, Madrid. Pero como siempre el hombre propone y… no siempre se cumple el pronóstico.
El no encontrar plaza en el vuelo previsto me hizo demorar el viaje 6 días. Ni tan siquiera entonces caí en la cuenta de que el viernes 11 me encontraría en Playa del Carmen (México) y no en Madrid. Alguien me hizo caer en la cuenta y entonces empecé a pensar que quizás el destino me facilitaba el acercamiento a este emblemático lugar en una fecha tan especial.
Muchas son las pirámides construidas por los mayas; quizás esta sea una de las mejor conservadas, pero no es la más alta. Subir a la pirámide escalonada de Cobá, contemplar el gran manto verde que en cualquier dirección se extiende bajo ella y sentir el vértigo al descender por su empinada escalinata es una experiencia que merece la pena sentir.
Olmecas, toltecas, aztecas, incas, mayas… Muchas son las construcciones, estelas, templos, muchas las pirámides… Pero la de Kukulcán no es como las demás. Tiene algo especial que les falta a otras. Sus 9 basamentos escalonados están orientados con precisión, de forma que 4 días antes y 4 después de los equinoccios de primavera y otoño, aproximadamente a las 15 horas, se produzca el descenso de la serpiente emplumada hasta la base de la pirámide, un juego de luces y sombras natural; proyectado con una precisión matemática que no puede dejar a nadie indiferente. Escuchar el eco, tras situarse frente a su escalinata norte, que tras una palmada nos devuelve un sonido similar al graznido de un ave rapaz, es otro de de los fenómenos que cautivan al visitante.
No puedo decir que haya teleprospectado todas las pirámides del continente americano (la mayor parte de ellas situadas en Mesoamérica); mentiría si lo hiciese. He buscado archivos fotográficos de muchas de ellas y tan solo he podido encontrar algunas que son especiales, al menos desde mi particular visión: la de la fuerza telúrica del lugar elegido para su construcción.
Nada encuentro telúricamente importante en las pirámides de Tulum, Cobá, Campeche, Uxmal, Muyil, Xpuhil, Chetumal, Mayapan, Edzná; todas ellas en México.
La pirámide de Kukulcán en Chichén Itzá se construyó sobre un vórtice de 24500 UB. La posición del vórtice en las tres famosas pirámides de Egipto es similar a la de ésta, aunque en este caso sus caras no están alineadas con precisión con los puntos cardinales, como sucede con las de Egipto. En esta pirámide la orientación con respecto a su eje tiene una desviación de aproximadamente 17º con el norte magnético en dirección noroeste.
Hasta aquí el resultado de mi teleprospección. Ahora, en este momento y en este día, tengo la oportunidad de comprobar en una de estas emblemáticas construcciones hasta qué punto la prospección realizada hace tiempo desde casa y a miles de kilómetros de distancia es o no acertada. Es una pena que no permitan el acceso a la misma. Me habría gustado comprobar si algún detalle en la construcción de la plataforma superior indica lo especial del lugar.
La calidad biótica del terreno en Chichén Itzá es de 7600 UB. La Red Hartmann y la Red Curry mantienen aquí unas proporciones semejantes a las que se registran en España: ancho de línea, separación entre las mismas e intensidad son similares.
He de utilizar la telerradiestesia en su primer nivel o nivel visual para testar la pirámide, ya que su contorno se encuentra acordonado; esta acción hasta ahora no me ha proporcionado equívocos. La pirámide no está orientada con el norte magnético, por lo tanto no actúa como emisor energético; una variación superior a 5º en la orientación de su eje con respecto al norte magnético inutiliza la estructura como acumulador o receptor energético. En el caso de la pirámide de Kukulcán se dio prioridad a la posición de su base en relación con la proyección de luces y sombras obtenidas en unas fechas concretas, los equinoccios de primavera y otoño.
Pienso que aunque la pirámide fuese girada sobre su eje hasta dejarla perfectamente alineada con los puntos cardinales, nunca realizaría la función de aumentar la densidad energética en su interior. Creo que sus aristas escalonadas y la ausencia de un vértice que las una anulan esta función en la estructura.
El vórtice se localiza en la plataforma superior en su cara este, cercano a la arista sureste. La densidad energética en la pirámide alcanza las 10200 UB. Esto, aparentemente, no es normal. El vórtice es de 24500 UB pero este representa una columna energética de unos 60 cm.; el Octógono Radiante que se forma a su alrededor alcanza las 12200 UB, pero no se extiende por toda la estructura. Tampoco es un Lugar de Poder, no existen dos vórtices cercanos entre sí. La única explicación aceptable es la propagación de la energía a través de la piedra; al formar un bloque compacto y aislado el vórtice debe propagar parte de su energía por toda la estructura.
Hay otro vórtice en el complejo. Es de 13500 UB y se encuentra en el llamado templo de los jaguares, junto al recinto del juego de la pelota. En la explanada de la pirámide, frente a la cara oeste de la misma, hay un Punto de Meditación de 10500 UB. Esto es todo lo que puedo encontrar. Nada en el cenote sagrado, nada en el edificio del caracol; telúricamente importante, nada más.
Los cenotes son simas naturales provocadas por el desprendimiento de la bóveda caliza, erosionada por el agua subterránea. Esto crea unas pozas o aberturas naturales que a veces dejan al descubierto ríos subterráneos. Algunos cenotes son verdaderas maravillas, y muchos de ellos están acondicionados para la visita y el baño en sus transparentes aguas. El de Il-Kil, cercano a Chichén Itzá, resulta muy recomendable para aquellos que visiten la zona.
Particularmente tengo mis dudas, razonables, acerca de que los mayas que ampliaron la pirámide de Kukulcán (los que construyeron sobre la anterior pirámide) fuesen conocedores del vórtice de la misma. Tal vez sí aquellos que construyeron la pirámide que se encuentra en el interior de la actual, pero es posible que ni tan siquiera estos. No creo que los mayas contasen con la percepción necesaria para detectar estos vórtices. La ausencia de los mismos en la mayoría de sus construcciones da muestra de que cuando menos no les concedieron la misma importancia que en el Viejo Continente.
Pero si para los mayas no eran importantes o no eran capaces de detectar los lugares especiales telúricamente hablando, ¿quién mandó construir los templos que sí que están en esos lugares tan especiales? ¿Casualidad? No existe; la posibilidad es remota.
Se habla de un dios venido del norte (Kukulcán) con barba blanca y rasgos caucásicos. Y con un cráneo alargado que los mayas nobles trataron de imitar en sus descendientes; deformaban el cráneo de sus bebés con unas correas y tablas para emular los rasgos de ese dios.
¿Vikingos? Hay teorías que apuntan a que estos descubrieron América al menos 500 años antes que Cristóbal Colón. Pero cómo se explica que este dios, si procedía del Viejo Continente, no aportase sus conocimientos, la rueda entre otros.
En realidad, si no fuese por sus conocimientos astronómicos, por la precisión de los ciclos de su calendario, los mayas habrían pasado a la historia sin ese halo de misterio que les rodea.
Yo me pregunto: ¿Realmente los mayas adquirieron por sí solos estos conocimientos? ¿Hubo alguien que se los enseñó?
Existen numerosos hechos extraños a considerar. En varios templos de Tulum sobre el dintel de la puerta hay una representación del dios que baja del cielo. También en la pirámide de Cobá puede apreciarse este dios alado, que al parecer representa al planeta Venus, al Sol que cae o al dios de las abejas. El grabado de Palenque con la representación de un guerrero sobre lo que aparentemente es una nave motorizada resulta también revelador. Las líneas de Nazca (Perú), gigantescos dibujos que solo pueden ser apreciados desde el cielo, son sin duda otro misterio por aclarar. El Candelabro de Paracas (también en Perú), trazado sobre la falda de un acantilado de arenisca y casualmente con un vórtice de 24500 UB entre sus brazos, es algo también digno de tener presente.
Soy consciente de que alguien conocerá la figura maya encontrada en Veracruz que representa a un perro con cuatro ruedas y pensará con razón que sí que conocían la rueda pero que no la usaban porque no había en la región animales de tiro y porque en la selva la rueda no es muy útil. Quizás desconozcan que una calzada de más de 100 Km. unía Cobá con Chichén Itzá y que también en la Cuenca del Mirador existen varias calzadas mayas (sacbé) que unían los distintos núcleos de población. Solo una consideración, el propio hombre es un buen animal de tiro para el que la rueda siempre ha sido una gran ayuda. Imagino que quienes piensan así, y sabiendo que hay figurillas de oro que representan auténticas aeronaves, pensarán que los mayas también conocían estos objetos voladores y por eso los representaban en sus joyas.
En el museo de Ica existe una colección de cráneos que difícilmente podemos pensar que hayan sido modelados en la fase de crecimiento. ¿Parientes de Kukulcán? ¿Y las famosas calaveras de cristal, talladas en cuarzo y realizadas en una sola pieza? ¿De dónde salió un cuarzo de tal tamaño? En la zona no existe. ¿Y el tallado? Ese sí que representa la gran incógnita. En la actualidad sería muy complicado hacer una réplica.
Además de todo lo dicho, existen numerosos objetos con formas que más parecen recordar a una aeronave que a ninguna otra cosa. Y muchos otros detalles que dan pie a la creencia de que posiblemente algunos pueblos tuvieron contacto con razas mucho más evolucionadas.
Teorías hay para todos los gustos. Para mí, que nunca he considerado la estructura piramidal como un diseño de este planeta, resulta fácil imaginar los vórtices como caminos interestelares y, quién sabe, quizás su energía la fuerza motriz capaz de desplazar una nave interplanetaria. Eso explicaría sin duda los numerosos avistamientos de supuestos ovnis en las cercanías de algunos de estos vórtices.
Circula por Internet una foto tomada con un móvil en Chichén Itzá donde se aprecia un rayo de luz emergiendo de la pirámide de Kukulcán, aproximadamente en la zona donde yo sitúo el vórtice; un rayo que no fue visible y que solo fue captado por la cámara. ¿Casualidad? ¿Se abrió en el verano de 2009 una puerta dimensional en este lugar? (ver video)
En estas fechas clave de la numerología, son muchos los que vaticinan aperturas a otras dimensiones. Yo estoy convencido de que estas aperturas, en caso de darse, siempre serán en la cercanía de un vórtice. He de decir que en este caso en Chichén Itzá el 11/11/11 no ha sucedido aparentemente nada paranormal (al menos mientras estuve allí).
Lo cierto es que con conocimiento de los mayas o sin él, la pirámide llamada el castillo de Kukulcán, fue construida sobre un vórtice de 24500 UB, que se sitúa en la zona que yo anteriormente y desde casa había señalado con anterioridad.
No pude detectar ningún otro vórtice con estos niveles en ninguna construcción en la zona de la península del Yucatán que yo recorrí, tan solo uno de 19500 UB en la iglesia que en 1543 los franciscanos construyeron en la ciudad de colonial de Valladolid. Quisieron sin duda que en el Nuevo Mundo los templos construidos, o algunos de ellos, al igual que en el Viejo Continente, contasen al menos con un vórtice en su interior.
No solo en México podemos encontrar vestigios mayas. En Tikal, Guatemala, existe un vórtice de 19500 UB. Si nos desplazamos a la ciudad de Copán, Honduras, podemos encontrar otro vórtice de 19500 UB.
En la Cuenca del Mirador en Petén, Guatemala, se encuentra la pirámide del Tigre, cubierta por la selva virgen; cuenta con un vórtice de 24500 UB.
Hasta aquí todo lo referente al pueblo maya. Pero hubo otros pueblos mesoamericanos que contaron con grandes conocimientos astronómicos; demasiado adelantados para su época, diría yo.
He sentido curiosidad por teleprospectar algunas de las ciudades que fueron emblemáticas para los pueblos que habitaron Mesoamérica. A continuación ofrezco el resultado obtenido.
Olmecas
Los olmecas fueron anteriores a los mayas. Se piensa que contribuyeron en la construcción de la ciudad sagrada de Chichén Itzá. Si nos desplazamos hasta la pirámide que es considerada como la más antigua de América, Cholula (Estado de Puebla, México), estaremos en el que se considera uno de los primeros centros religiosos de Mesoamérica. La pirámide de Cholula, con una planta de 400 m. de lado en la base, es la mayor del mundo. Cuenta con un vórtice de 24500 UB, que está en su basamento superior, como en el resto. Actualmente una iglesia que los españoles construyeron en 1594 sobre la cima es la que alberga este vórtice. La iglesia de la Virgen de los Remedios de Cholula es considerada un santuario, al cual acuden numerosos fieles. Aunque no he podido encontrar fotos precisas del lugar, creo que puedo afirmar que el vórtice se encuentra en la nave izquierda del transepto.
La pirámide del complejo de La Venta, en el estado mexicano de Tabasco, está construida con barro acumulado y su construcción se atribuye a los olmecas. También cuenta con un vórtice de 24500 UB.
En Xochicalco (estado mexicano de Morelos) existe un complejo arqueológico que cuenta con varias pirámides (quizás edificadas por los olmecas). En la principal hay un vórtice de 19500 UB.
Otros pueblos mexicanos
Monte Alban está situado cerca de la ciudad de Oaxaca de Juárez (en el estado mexicano de Oaxaca). Lo que es hoy la zona arqueológica fue fundada por los zapotecas, y en ella hay una pirámide que también cuenta con un vórtice de 24500 UB.
Teotihuacan (ciudad de los dioses) es el nombre por el que conocemos una de las ciudades más importantes de América en la época prehispánica. Se sabe que fue ocupada por los aztecas, pero los principios de la ciudad son anteriores a los mismos. Su conocida Pirámide del Sol cuenta con un vórtice de 24500 UB, que se sitúa en la misma posición que el que hay en la pirámide de Kukulcán. La orientación de ambas es similar. No he podido comprobar cúal es la orientación del resto de pirámides que menciono.
Tula fue la capital del estado tolteca, situada en el centro de México. Además de sus conocidos atlantes (representación de unos guerreros aztecas), cuenta con dos pirámides. Una de ellas (la que no tiene a los atlantes en su basamento superior) también está construida sobre un vórtice de 24500 UB.
Podemos encontrar restos de la antigua cultura Tiahuanaco en la ciudad de Tiwanaku, en Bolivia. También cuenta con un vórtice de 19500 UB.
Incas
No quiero dejar de lado a la civilización inca, de América del Sur. Particularmente creo que los incas merecen una mención especial. El hecho de que sus grandes bloques de piedra están ajustados de forma tan perfecta, es algo a lo que la ciencia aún no ha conseguido dar una explicación razonable o al menos creíble. Nos dejaron numerosos restos arqueológicos y considero muy interesante la teleprospección de algunas de sus ciudades.
En Macchu Picchu, la enigmática ciudad sagrada de los incas, se localizan dos vórtices: el de 13500 UB se encuentra perfectamente localizable en la piedra llamada Intihuatana, sin duda un ara ceremonial; el de 24500 se encuentra localizado en el solar de uno de los edificios.
La fortaleza de Sacsayhuamán, de impresionantes murallas y situada en las cercanías de Cuzco, cuenta con dos vórtices de 19500 UB. Uno se encuentra situado en las ruinas del torreón de Muyucmarca, el único circular de los tres que existían en la ciudad. No he conseguido localizar el emplazamiento exacto del otro por falta de imágenes precisas. Cercano a estas ruinas podemos encontrar el monolito de Qenko, que se encuentra sobre un vórtice de 13500 UB.
El templo de Wiracocha, en el sitio arqueológico de Raqchi, cercano a Cuzco, cuenta con un vórtice de 19500 UB.
Las terrazas de Moray se encuentran en el llamado valle sagrado de los incas, en los Andes peruanos. Cuenta con un vórtice de 24500 UB. Sus terrazas escalonas circulares acaban en una plaza central. En una de estas plazas se sitúa el vórtice.
El fuerte de Samaipata, en Bolivia, cuenta con una roca esculpida de 250 metros de largo por 60 de ancho, lo que la convierte en el mayor petroglifo del mundo. Lo que más llama la atención son sus dos canales sobre la rampa tallada en la piedra; los nativos lo conocen como “el torso de la serpiente de cascabel”. Esta parte de la roca se asemeja a la rampa de una lanzadera de misiles.
Las leyendas recogidas por los primeros españoles en la zona señalan al fuerte como un punto de unión con sus dioses, que ascendían con caballos voladores de fuego. A Viracocha siempre se le mencionó como dios del cielo y el trueno, y a sus acompañantes como “hijos del sol”.
Parece ser que los primeros pobladores fueron los mojocoyas, posteriormente fue ocupado por los incas. En el terreno telúrico, solo señalar que cuenta con un vórtice de 24500 UB, que se sitúa por debajo del inicio de los canales
Podríamos considerar ‘la puerta mágica de Aramu Muru’, lugar situado en las cercanías del lago Titicaca en Bolivia, como uno de los más enigmáticos del planeta. Un pórtico tallado en una piedra que algunos dicen se asemeja a una mujer tumbada mirando al cielo, una puerta de 7×7 metros y una oquedad que algunos han considerado como una cerradura (la llave sería la persona que tras apoyar sus manos y cabeza en la misma, consiga pasar a la imaginaria ciudad que existe al otro lado). Según cuenta la leyenda alguno ya lo ha conseguido. Ya teleprospecté este lugar en otra ocasión y no tengo ninguna duda. La persona que penetra en la oquedad de la roca se sitúa sobre un vórtice de 24500 UB. No sé quien talló la roca pero lo hizo para dejar accesible el vórtice.
Quiero dejar claro que mi idea al citar algunas ciudades de América, que fueron construidas y a veces ocupadas por distintos pueblos, no es la de dar un repaso a la historia. Puede que mis datos sobre el pueblo que construyó la ciudad no sean del todo correctos, pero, repito, mi intención es solo la de aportar unos datos sobre la actividad telúrica del lugar. El colocar una pirámide, un ara o un monolito sobre un vórtice, nunca puede ser producto de la casualidad. Estos pueblos llegaron a conceder a estos lugares dotados de energía una importancia que quizás no sea comparable a la que se les dio en Europa, pero también aquí, por ellos mismos o porque alguien se lo mostró, aprendieron a localizar estos puntos para sus templos.
Epifanio Alcañiz
Investigador de las energías telúricas