Una colaboración de lipe2000
Enconté esta historia hindú, me gustó por su sencillez, por su inocencia infantil. Al mismo tiempo es un pasaje que nos invita a la reflexión profunda.
MENTE CÓSMICA: Una historia hindú habla de la soledad en que vivía Brahma, el Dios Universal. No existía nada más que Brahma y por esa razón estaba jugando muy aburrido. Brahma decidió jugar pero no tenía a nadie con quien hacerlo. De modo que creo a una hermosa diosa a quien puso por nombre Maya –ilusión-, con el único propósito de divertirse. Una vez que Maya existió y Brahma le explico el propósito de su existencia, ella le dijo: De acuerdo, juguemos al juego más maravilloso, pero tú debes hacer lo que yo te diga. Brahma aceptó y siguiendo las instrucciones de Maya, creo el universo, con sus galaxias, estrellas, soles, planetas y lunas. Después creó la vida terrestre: la atmósfera, el océano, las plantas y los animales; todo.
Entonces Maya le dijo: Qué bello es este ilusorio mundo que has creado. Ahora quiero que crees un ilusorio tipo de animal que sea tan inteligente y goce de tal conciencia que esté capacitado para apreciarte como creador. Finalmente Brahama creo a los Seres humanos, y una vez que acabo con la creación le pregunto a Maya, cuándo iba a empezar el juego. Lo empezaremos de inmediato, dijo ella. Tomó a Brahma y lo dividió en miles de diminutos pedacitos, que puso de a uno en el corazón humano. Y dijo: ahora sí comienza el juego.
Voy a ser el sueño que te hará olvidar quién eres y tendrás que vencerme dentro del hombre para encontrarte a ti mismo. Maya se convirtió en el sueño de la Conciencia de Dios, y hoy Brahma todavía está intentando hacerle recordar al hombre su propia divinidad cósmica. Brahma está en nuestro interior, y Maya lo cubre en la forma de codicia, orgullo, ira, gula, envidia, pereza, lujuria, etc., para impedirle al hombre recordar quién Es. Cuando el hijo de Brahma –hombre- observe su conducta y descubra en ella a su egoísmo, que le induce a contemplar y enamorarse de bella ilusión material, podrá renunciar a sí mismo, y al fin, despertar del sueño en que se encuentra su Conciencia, para reclamar su divinidad y convertirse de nuevo en Hijo de Dios.
Cuando el hombre se observe interiormente podrá ver tanto a Dios en su corazón y recordar su esencia Divina, como a la egoísta fuerza ilusoria –Maya-, que le impide reconocerse como Espíritu universal o Alma Eterna. Y cuando el hombre, con la ayuda de Brahma elimine de su conciencia el egoísta amor por Maya –sí mismo, yo mismo, ego…ísmo-, terminará su apego mental por la ilusión corporal, y Brahma podrá decir: Estoy despierto hijo, porque tú tienes el poder para vencer a Maya con mi ayuda, pues siempre has existido cósmicamente dentro de mí, como yo personalmente dentro de ti.
Como ya conoces el juego de Maya, tu deber sagrado es ayudar a cada cual para que despierte de su ebriedad, y la fiesta de la creación vuelva a ser divertida, si dejamos de buscar a Dios afuera en la creación, para encontrarlo en nuestro corazón. Comenzando por nosotros mismos, podremos hacer que termine el sueño y la gente triste, recobre su interna Conciencia de Dios, recobrando la sobriedad.