A veces sucede que un acto concreto, sintetiza mejor que largas disertaciones el momento histórico general que vivimos. Hace sólo unos días, el Presidente de la Generalitat de Catalunya Artur Mas, presentaba en Barcelona el libro “Capitanes de industria. Explicados por sus hijos”, un compendio hagiográfico de las grandes familias burguesas en la Catalunya del último siglo, en lo que representa toda una oda a la patronal catalana y al gran capital, concentrado en apenas medio centenar “de ilustres” capitalistas. Un libro que, recogiendo las esencias más reaccionarias del colonialista inglés Thomas Carlyle, hace un llamamiento a la burguesía para que ésta vuelva a disciplinar a la clase trabajadora como en los “dorados” tiempos del siglo XIX, aprovechando la debilidad de un movimiento obrero y popular a la deriva.
Este compendio, a cargo del fiel escritor de cámara de la patronal catalana –Francesc Canosa-, no es más que un llamamiento a Fomento del Trabajo y CEOE, a los grandes propietarios de los medios de producción, a seguir profundizando en la filosofía burguesa de Carlyle; establecer una aristocracia “natural” –burguesía propietaria-, unos “capitanes de industria” capaces de crear “prosperidad” y de establecer una “férrea jerarquía social basada en la preservación de las diferencias de clase y la lealtad entre sus miembros”. Ante una nueva y más profunda crisis de sobreproducción capitalista, queda claro que como casi siempre, la clase dominante mantiene una elevada conciencia como clase explotadora en el poder, manteniendo su Estado mayor en continúa tensión en defensa de sus intereses.
Y allí, en medio de este aquelarre del gran capital, se encontraba el Presidente de la Generalitat –miembro destacado de esta oligarquía industrial y financiera- muy a gusto y orgulloso, rodeado de los suyos, de los mismos que financian su partido, le dictan las políticas y leyes a fijar y seguir. En una caricatura contemporánea de Carlyle, el señor Mas afirmó sin tapujos que hay que “recuperar una economía malograda, asegurar la cohesión social y apoyar el proceso político que vive Catalunya”. Bajo el engalanado auditorio principal del Banco de Sabadell –miembro destacado del capital monopolista (IBEX-35)- muy atento a la mirada del financiero Josep Oliu (Presidente del Sabadell e hijo de banquero, como no), el Presidente se dirigía sonriente a una audiencia integrada por los personajes del propio libro mencionado; allá estaban Bonet (Freixenet, Feria de Barcelona), los Mercader (Miquel y Costas), los Grifols (Grifols), Pujol (Ficosa), Esteve o Carulla (Agroalimen), Carbonell (Copcisa), los Miarnau (Comsa Emte.), los Puente (Borges), Puig, Torres, Uriach y una larga y nutrida representación de grandes familias burguesas enriquecidas a expensas del trabajo de los catalanes.
La flor y nata de la patronal catalana, “capitanes de industria” crecidos y fortalecidos a los años 40, 50 y 60 del pasado siglo al calor de la dictadura fascista de su siempre admirado Caudillo. Eran supuestamente catalanes, pero a ellos nunca los encarcelaron por hablarlo, pues ayer como hoy fueron y son parte indisoluble del régimen capitalista; no tenían ni tienen más patria que sus capitales. No estaba solo el señor Mas, contaba con la presencia de su gran maestro Jordi Pujol (más de 20 años al fiel servicio de los mismos intereses), progenitor del corrupto imputado Oriol Pujol Ferrusola, muy emocionado con el gran ejemplo de su gran discípulo Mas.
Cuando las fuerzas oportunistas y pequeño-burguesas nos hablan de derechos a decidir, bajo el contexto imperialista de la UE, cuando agarraditos de la mano del señor Mas nos hablan de “democracia y libertad” sin avergonzarse lo más mínimo, tratando de engañar al pueblo trabajador catalán e intentando tapar las miserias de un régimen capitalista putrefacto, los comunistas catalanes del PCOC no podemos más que fijarnos en esta imagen que sintetiza con toda crudeza la realidad material de la dictadura capitalista en Catalunya: Mas, Oliu y los 50 “elegidos”, bajo las siglas de Banco Sabadell.
He aquí el resumen más fiel de la Catalunya de 2014, la de una Generalitat entregada al completo servicio de la oligarquía financiera e industrial, la misma que hace bandera de otro gran editor de cámara de la gran burguesía, Vicenç Vives, quién habló en 1958 de “los catalanes económicamente genéticos”, de los “mesías” explotadores. Como viene defendiendo el PCOC, el mal denominando “proceso soberanista por el derecho a decidir” es un fraude que sólo puede acabar con un pacto fiscal para mejorar las posiciones en el mercado internacional de la burguesía en Catalunya, como parte integrante de la oligarquía concentrada en el Estado imperialista español. Esta es la posición de Fomento del Trabajo, de Caixabank, Banco Sabadell y buena parte de los explotadores y parásitos a los que tan a gusto sirve Artur Mas.
El Comité Provincial del Partit Comunista Obrer de Catalunya hace un llamamiento a la clase trabajadora y clases populares para conformar en nuestros barrios el Frente Único del Pueblo, como organización unitaria y embrión del nuevo poder obrero y popular. A construir nuestra democracia enfrentada a una dictadura capitalista que ayer pregonaba la “preservación de las diferencias de clase”, -Carlyle-, y hoy habla de “mantener la cohesión social” –Mas-, mientras sobreexplota y lleva a la miseria a millones de trabajadores. Está claro que el señor Mas, Banco Sabadell y los “capitanes de la industria” nos quieren volver al siglo XIX, y esto será posible si nos mantenemos desorganizados y sometidos a la ideología dominante burguesa.
Hoy más que nunca hay que organizar la revolución socialista, hay que erigir los pilares maestros del FUP.
COMITÈ PROVINCIAL DE BARCELONA DEL PARTIT COMUNISTA OBRER DE CATALUNYA
http://pcoc.es/actualitat/comunicats/180-el-govern-de-mas-i-els-capitans-d-industria
http://www.diario-octubre.com/2014/02/22/el-gobierno-de-mas-y-los-capitanes-de-industria/