Estados Unidos dijo hoy que está meditando emprender acciones de represalia por la expulsión que hizo Venezuela de tres enviados estadounidenses y rechazó las acusaciones en su contra y las calificó de “carentes de fundamento y falsas”.
La vocera del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, dijo que Washington recibió el lunes por la tarde la notificación de la decisión de Caracas de declarar como “personas no gratas” a tres funcionarios consulares de Estados Unidos.
“Se les dio 48 horas para que salieran del país”, indicó la vocera en una declaración. “De conformidad con el artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y con el artículo 23 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, Estados Unidos está considerando que medidas tomar”.
Psaki descartó las acusaciones formuladas contra los estadounidenses y las calificó de “carentes de fundamento y falsas”. La vocera agregó que realizaban “actividades normales de ayuda” en las universidades de Venezuela respecto de las visas de estudiante.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, los acusó de emplear la “fachada” de conceder visas a los estudiantes de las universidades privadas para reunirse con ellos e instigar protestas y disturbios en ese país sudamericano.
Las violentas protestas ocurridas desde el 12 de febrero han dejado tres muertos y más de 70 lesionados. Los manifestantes exigen la destitución del presidente Nicolás Maduro y la liberación de los manifestantes encarcelados.
Los lazos entre Washington y Caracas no han mejorado desde que Maduro asumió la presidencia en marzo de 2013 como sucesor del fallecido Hugo Chávez. Maduro ha expulsado en dos ocasiones a diplomáticos estadounidenses, lo que ha provocado represalias por parte de Estados Unidos.
Ninguno de los dos países ha enviado embajadores desde julio de 2010, aunque Venezuela le vende a Estados Unidos 900.000 barriles de petróleo cada día.