Hay un número de reglas fijas en las políticas de China comunista. Una de ellas es que a los familiares, amigos, y asociados de funcionarios con poder también se les costee su protección.

Recientemente, que se viera detalle tras detalle de la corrupción de la familia de Zhou Yongkang en los informes de los medios chinos, lo pone en evidencia.

Zhou es el ex zar de seguridad del Partido Comunista Chino (PCCh), y un ex miembro del Comité Permanente del Politburó del PCCh, el organismo más alto de poder en el régimen. Desde 2012 se informa que Zhou está bajo una nube de sospecha, pero en los últimos meses hay cada vez más señales de que sus delitos y los correspondientes ajustes de cuenta por estos, se harán finalmente públicos y oficiales.

Una de las señales reveladoras de este cambio es la incesante publicación de detalles de la corrupción de su hijo Zhou Bin, y los asociados de su hijo, junto con sus ex colegas, y las industrias que acostumbraba controlar.

Estos ataques a los familiares “nunca habían sido hechos a tal escala”, dijo Heng He, un comentador político de New Tang Dynasty Television.

Cortaron las alas

 Según Xia Ming, un profesor de ciencia política de la Universidad de Nueva York que sigue el caso de Zhou, el PCCh “paso a paso, corta las alas” de la red de poder del sector petrolífero, del sistema de seguridad, y de los gobiernos locales a lo largo de China.

“Pienso que la decisión sobre Zhou Yongkang ya fue tomada”, dijo Xia en una entrevista telefónica.

Esto significa que no hay riesgos políticos de que los medios chinos golpeen a Zhou, que es en cierto caso un personaje mucho más calumniado por la década que pasó en el mando del sistema de seguridad. Él, a través del sistema de seguridad, no escatimó esfuerzos para apresar y castigar a todo tipo de figuras civiles de la sociedad.

Mucho del reporte sobre Zhou tomó lugar justo antes del comienzo de dos importantes reuniones políticas que suceden actualmente en Beijing. Es posible que un anuncio formal sobre Zhou fuera hecho cerca de la finalización de estas reuniones.

Filtraciones

Muchas de las revelaciones son sobre el hijo de Zhou Yongkang, Zhou Bin. Según el medio estatal Noticias de Beijing, Zhou Bin estuvo involucrado en crímenes al estilo de la mafia cometidos por el magnate de la minería Liu Han y su pandilla. Liu fue acusado el último mes de 21 crímenes, incluyendo el asesinato de nueve personas.

Zhou Bin también ayudó a Ding Xuefeng, ex alcalde de la ciudad de Lüliang de la provincia de Shanxi, a ganar el puesto a través de soborno. Ding mismo fue investigado y despedido a fines de febrero.

La revista Caixin, que tiene lazos con el jefe del comité anti-corrupción del Partido, Wang Qishan, ha estado en la cabeza del reportaje.

Informes de Caixin

Caixin informó recientemente que el hermano menor de Zhou Yongkang, Zhou Yuanqing, y su cuñada, Zhou Lingying, fueron ambos apresados el 1 de diciembre del último año, por “investigadores disciplinarios de Beijing” por corrupción en sus empresas.

Zhou Yuanqing fue el subdirector de la oficina de tierras y recursos del distrito en Wuxi, provincia de Jiangsu. Su esposa es una conocida empresaria dedicada al gas natural y a los concesionarios de automóviles, según Caixin.

Zhou Yuanxing, el otro hermano de Zhou Yongkang, que murió de cáncer el 10 de febrero, fue también investigado y tuvo que enfrentar un cargo de “tenencia de una gran cantidad de bienes de origen desconocido”, según el informe.

En la casa de Zhou se confiscaron cajas de seguridad, cajas de licor caro y barras de oro, dice el informe.

La fortuna familiar explotó cuando Zhou Yongkang se convirtió en el viceministro del Ministerio de Petróleo, y después en el líder del Partido de la Corporación Nacional de Petróleo de China, el gigante petrolífero estatal.

Los beneficiados de Zhou crecieron otra vez cuando se convirtió en la cabeza del Ministerio de Seguridad Pública en el 2003.

Los miembros familiares en Wuxi hasta se convirtieron en magnates locales, indicó el informe. En un caso a un oficial de condado se le pago 150.000 yuanes (24.416 dólares) por su ayuda en resolver un juicio en el que se vio envuelto, dijo a Caixin una fuente cercana a la familia.

Los crímenes de Zhou

Zhou fue la cabeza del poderoso y secreto sistema de seguridad desde el 2007 al 2012, y antes de eso lo fue del ministerio de seguridad pública. Por lo que, durante una década, fue instrumental en la formación de políticas de represión del pueblo chino, que llamaron el “sistema de mantenimiento de estabilidad”.

Este sistema usó las herramientas clásicas de la dictadura comunista: policía secreta, campos de trabajo forzado, prisiones y centros de tortura, de una manera particularmente agresiva y amplia. Bajo los ojos de Zhou, por ejemplo, tuvo lugar la extensa sustracción forzada de órganos a prisioneros de conciencia, principalmente practicantes de Falun Gong.

Cuando se trata de enjuiciar a Zhou, “el Partido Comunista puede tener algunas reservas”, dijo el profesor Xia Ming. “Hacer pública esa información puede impactar al Partido político, a sus reglas, a sus oficiales, e incluso a la legitimidad del régimen en sí”.

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