En Australia, decenas de miles de ciudadanos han salido a las calles este fin de semana clamando contra una serie de políticas del Gobierno de Tony Abbott.
La marcha antigubernamental se inició el sábado y se ha prolongado hasta esta jornada en las ciudades principales de Australia como Sídney, Melbourne and Adelaida.
Los manifestantes han llevado pancartas para mostrar su furia contra numerosas cuestiones políticas como el sistema tributario y el tratamiento a los solicitantes de asilo.
Asimismo, los ciudadanos australianos han exigido al Gobierno federal, la propiedad de los medios de comunicación.
Los protestantes han reclamado que estas marchas son independientes y no tienen vínculos con ningún partido político.
En esta línea, el líder de la oposición, Bill Shorten ha declarado que su partido, Laborista, no ha participado formalmente en esta serie de protestas.
“Pero yo entiendo que la gente quiere expresar sus puntos de vista. Es un país libre”, ha expresado Shorten a los periodistas.
Las manifestaciones terminarán el lunes cuando los participantes entreguen una moción de censura a la Casa del Parlamento en Canberra, la capital.