“La realidad es que, guste o no, es casi seguro que Ucrania estará mucho mejor sin Crimea que con ella”, opinó el que fuera embajador de EE.UU. en la URSS entre 1987 y 1991, Jack F. Matlock Junior.
“Nada debilita más a una nación que mantener un territorio cuyos habitantes prefieren pertenecer a otro país”, explicó Matlock en un artículo que publicó en la revista estadounidense ‘Time‘. “Cuando los líderes estadounidenses y occidentales hayan desahogado su ira contra el presidente Vladímir Putin por haber hecho que Crimea vuelva a ser parte de Rusia, deben encontrar una manera de bajar el tono envenenado de la retórica pública y concentrarse en las negociaciones privadas para unir el resto de Ucrania de nuevo“, insistió el exdiplomático.
Nada debilita más a una nación que mantener un territorio cuyos habitantes prefieren pertenecer a otro país”Desde su punto de vista, el caos ucraniano podrá ser resuelto si la nueva Constitución del país concede a las provincias los mismos derechos que tienen los estados dentro de EE.UU., si otorga al idioma ruso el mismo estatus oficial que tiene el ucraniano y si existen garantías de que Ucrania nunca se convertirá en miembro de la OTAN o de cualquier otra alianza militar que excluye a Rusia. “Los diplomáticos estadounidenses no deben tratar de dirigir el esfuerzo occidental para hacer frente a Rusia, sino que deberían mantenerse en estrecho contacto con las diferentes negociaciones en curso y dar apoyo diplomático a las que parecen más prometedoras”, comentó Matlock.
Las sanciones, especialmente las comerciales y las económicas, perjudicarán no solo a Rusia, sino también a Occidente
“Los que desean el bien de Ucrania y de sus ciudadanos deben comprender que solo los ucranianos pueden resolver sus problemas. Las personas ajenas pueden poner trabas o ayudar, pero no pueden unir un Estado fracturado. Hasta el momento, los ucranianos no han encontrado a un líder que pueda unir a su gente. La mejor manera en la que la comunidad internacional puede ayudar es mantenerse en contacto con todas las partes involucradas para impulsar una solución que pueda proporcionar a los ucranianos un Gobierno inclusivo (…). Solo entonces Ucrania será capaz de llevar a cabo las reformas económicas necesarias para lograr la competitividad en la cambiante economía mundial”, puntualizó.
“En medio de los debates sobre las posibles sanciones y las posturas del presidente Putin, de EE.UU. y de la UE se olvida a la gente que vive en Crimea y su voluntad”, comentó por su parte a RT Peter Truscott, miembro de la Cámara de los Lores, la Cámara alta del Parlamento del Reino Unido. Insistió en que es momento de concentrarse en arreglar la crisis ucraniana y no en la polémica por sanciones. “Todos hablan de la necesidad de resolver el conflicto, pero lo que vemos es su escalada, y eso es contraproducente (…). Las sanciones, especialmente las comerciales y las económicas, perjudicarán no solo a Rusia, sino también a Occidente, amenazando la salida de Europa y EE.UU. de la crisis que acaban de superar”, explicó Truscott.