Con una cámara bioelectrográfica, Konstantin Korotkov ha fotografiado a una persona en el instante de su muerte.
La imagen fue tomada a través del método de visualización de descarga de gas (Gas Discharge Visualization), una técnica avanzada de fotografía de Kirlian, muestra en azul la fuerza vital de la persona gradualmente dejando el cuerpo.
Según Korotkov, el ombligo y la cabeza son las partes que primero pierden su fuerza vital (lo que sería el alma) y la zona de la ingle y el corazón las últimas zonas donde permanece el espíritu antes de navegar por la fantasmagoria del infinito.
Las observaciones de Korotkov confirmarían, según lo propuesto por Kirilian, que “la luminosidad estimulada electro-fotónica alrededor de las puntas de los dedos del ser humano contiene información coherente y comprensiva del estado de una persona, tanto físico como psicológico”.
En esta entrevista en video Korotkov habla del efecto en el campo bioenergético que tienen los alimentos, el agua y hasta los productos cosméticos. Y hace hincapie en beber agua de mananatiales y comida orgánica, particularmente notando que el aura de las personas en Estados Undios resiente los efectos negativos de tecnologización de los nutrientes tan distribuída en esa sociedad.
Korotkov también habla de sus mediciones en lugares supuestamente cargados de energía y de la influencia que tienen las personas en los campos bioenergéticos de otras personas. Comprobando el experimento de Rupert Sheldrake de la sensación de ser observado: puesto que el campo bioenergético de una persona se modifica cuando otra persona le dirige su atención, aunque ésta esté de espaldas y no la perciba conscientemente. Asimismo los campos de un lugar se ven alterados cuando existe una concentración de turistas.
También advierte sobre el uso de celulares y la radiación negativa que estos tienen siendo muchas veces cancerígenos, algo que diversos estudios parecen confirmar.
Korotkov se muestra optimista del recibimiento que este nuevo campo científico, del cual es pionero, está teniendo, especialmente en Rusia, donde en algunas escuelas se les enseña a los niños a reconocer y utilizar la energía, ya no como una sospecha metafísica sino como una realidad cuantificable.
Junto a este experimento, Korotkov, está realizando investigaciones avanzadas en el marco de la biofísica y el agua, así como la lógica de los procesos de la física de la conciencia.
Fuente: Korotkov.org
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