Algunos se preguntan por qué no combatió el ejército ucraniano para recuperar Crimea. Otros se hacen la pregunta de saber dónde va a pararse Putin y si quedará algo de la actual Ucrania. Trataremos de responder a estas preguntas en las líneas que siguen.
Después de años cerrada, a mediados del año 2013 la sociedad Ukroboronprom que representaba la industria de defensa de Ucrania vio surgir una oportunidad increíble. Fue a consecuencia del abandono por Rusia de unos gruesos contratos (para cuidar a la India, que es su importador más grande), que ya habían sido firmados y que debían ser servidos en plazo. Eran contratos de una duración de tres a cuatro años y se elevaban a 5 mil millones de dólares, principalmente para vehículos blindados (con conjuntos de motores, cajas de cambio de velocidades y otras piezas de recambio), los más importantes eran los lotes de 110 carros para Paquistán, 99 carros para Etiopía, así como diversos materiales de combate para la infantería iraquí y tahilandesa, así como sistemas de artillería autopropulsada para Armenia. Como Ucrania produce tecnologías de combate similares a las de Rusia, Ukroboronprom volvió a poner la fábrica Maliseva de Jarkov a trabajar.
De esta forma, en 2013, Ucrania pudo obtener la primera partida de 1,4 mil millones de dólares. Para hacerse una idea, el presupuesto anual de defensa de Ucrania es de 1,8 mil millones de dólares. Y la capacidad de la fábrica de Jarkov en Ucrania oriental es ridícula. La responsabilidad de defender la parte sudeste de Ucrania, que comprendía la Crimea, fue confiada al 6º Cuerpo de Ejército del ejército ucraniano, compuesto de una brigada de carros, tres brigadas mecanizadas, una de artillería ligera y una de paracaidistas, justo todo lo mejor que fue desmantelado.
Sobre el papel, el 6º Cuerpo de Ejército cuenta cerca de 1000 vehículos blindados y los generales tienen todos nombres ucranianos como Haiduc o Basarab y son cercanos a todos los ministros, sus nombramientos son políticos y se realizan después de que el vino haya llenado mucha copas, como los de Rumania. La cuestión es que tres cuartas partes de los vehículos blindados del 6º Cuerpo se enviaron al patio de la fábrica de Jarkov, donde fueron desmantelados, desmontados, desoxidados, ciertos equipos son sustituidos para instalarlos en otros vehículos y todo es preparado para enviarlos a la exportación.
Después de que el presidente Yanukovitch hubiera asegurado en Moscú donde rellenaba las condiciones para el préstamo de 15 mil millones de dólares, en seguida negoció secretamente con los representantes occidentales. Pero ante la escalada de violencia en Euromaidan y que temía la venganza de Putin mucho más que el golpe de Estado de la oposición, Yanukovitch ordenó a las unidades blindadas del 13º Cuerpo de Ejército, situado al oeste de Ucrania, de desplazarse por vía férrea y desplegarse en un dispositivo que cubría la frontera este y sudeste de Ucrania. El Pentágono detecta la maniobra con sus satélites y, creyendo que el ejército iba a ser enviado a Kiev sobre el Euromaidan, convoca al Jefe del Estado Mayor General del ejército ucraniano para que reenvíe las unidades a sus cuarteles. Así, sin querer, los Estados Unidos contribuyeron a la reincorporación de Crimea a Rusia, parando la maniobra del ejército ucraniano y, ahora, para ocultar tanta torpeza, todas las miradas se giran hacia Rusia buscando sanciones.
Injustamente diabolizado por Occidente a consecuencia de la reincorporación de Crimea, Vladimir Putin fue forzado a tomar una decisión un poco en detrimento de Rusia, pero que protegió a la población de toda Europa de una catástrofe sin precedentes. Veámoslo.
A lo mencionado más arriba, hay que añadir el hecho de que el espíritu del ejército ucraniano fue y es muy bajo, desconfiando de la nueva dirección política que emanaba del Euromaidan, que se precipitó a nombrar a comandantes fieles pero de una incompetencia espantosa, con falta de material, de motivación, retrasos en el pago de los salarios y la ausencia de toda preocupación por las renovaciones de los materiales.
Además, el presidente Putin había ordenado el inicio de maniobras militares en la frontera ucraniana, con unidades de mando estratégico de la Región Oeste y del Centro. Así, el ejército ruso habría podido, inmediatamente después de la caída de Yanukovitch, lanzar una operación ofensiva en Ucrania. La pregunta clave es: ¿por qué Putin no lo hizo?
Podemos encontrar la respuesta sólo dibujando las características de las operaciones ofensivas más probables y de las consecuencias que tendrían. En los 30 primeros minutos, Rusia se hallaría en estado de obtener la supremacía aérea en el conjunto del territorio de Ucrania, impidiendo a la aviación ucraniana despegar. Lo que significaba que el ejército ruso habría podido ejecutar una maniobra vertical de manera masiva con tropas aerotransportadas, y ocupar los puntos claves de la mitad este de Ucrania (puentes, encrucijadas y cruces ferroviarios, puertos, aeropuertos, etc.). La falta de vehículos blindados en el 6º Cuerpo de Ejército ucraniano les permitiría a las tropas terrestres rusas avanzar sin combatir hasta en la este, el centro y el sur de Ucrania.
Seis horas después del inicio de la ofensiva, el ejército ruso habría podido instalarse en la desembocadura del Danubio, en la frontera con Rumania, después de haber hecho ya enlace con el contingente ruso en Transnistrie, y alcanzar las puertas de Kiev, ocupando así más de la mitad del territorio de Ucrania. Pero al cabo de seis horas, Polonia, que es gobernada por políticos imprevisibles y atormentados por la idea de provocar un conflicto con Rusia, se hallaría en estado de tomar una decisión que habría conducido a una catástrofe enorme a toda Europa.
El Ejército polaco podría haber acabado la concentración de sus fuerzas y sus medios y entrar en Ucrania. El artículo 5 del tratado de OTAN se refiere al apoyo de un Estado miembro con la condición de que el territorio de éste estado miembro sea invadido militarmente. En 1999, en Yugoslavia, la OTAN demostró que no respetaba las leyes internacionales excepto cuando se trata de otros, eso todavía es más evidente en la actualidad. Y gracias a la adhesión de Polonia a OTAN, el ejército polaco sería la organización “dispuesta en un plan de urgencia” para una intervención en Ucrania, llamaría inmediatamente pidiendo “auxilio” a las unidades alemanas y americanas desplegadas en Alemania. La excusa perfecta… para “justificar” una guerra generalizada que es lo que buscaban los belicistas occidentales
En circunstancias normales, el ejército polaco no plantea ningún problema a los rusos. Sin embargo, la configuración del terreno al oeste de Ucrania es accidentada, menos accesible que el este, lo que permitiría la organización de una defensa más eficaz, conduciendo a romper el ritmo de la ofensiva del ejército ruso. Y a partir de este momento el conflicto que, inicialmente se refería a Ucrania, se transformaría en una guerra entre Rusia y OTAN. Esto podría conducir a la utilización limitada de armas nucleares por la OTAN para detener a los rusos, lo que obligaría Rusia a medidas de represalia en unas zonas donde se sabe superior. Y contrariamente a la mayoría de los países de OTAN en Europa, Rusia, como los Estados Unidos, tiene medios balísticos de protección, capaces de neutralizar las armas nucleares de OTAN lanzadas sobre su territorio.
En definitiva, Europa se podría haber convertido en un campo de batalla generalizado con utilización de armas nucleares. La prudencia y templanza del Gobierno ruso lo impidieron y no cayeron en la trampa. De ahí la rabia incontenible de Obama y sus cómplices.
La eficacia del Ejército ruso. El general Breedlove en los países de la Europa del Este: ¡sálvese quien pueda!
Putin evitó la guerra, pero lanzó un mensaje claro que, más allá de las fanfarronadas en los medios de comunicación, los occidentales han entendido. Para prueba, uno de sus más cualificados representantes. El General americano de cuatro estrellas Philip Breedlove ha sido autorizado para hablar por primera vez desde la crisis ucraniana. Y sus declaraciones causaron asombro en todos los que se interesaron en escucharle.
Breedlove que es el comandante supremo de OTAN en Europa (SACEUR), confirmó la desconexión completa de las tropas ucranianas de sus centros de mando y de control, llevada con éxito por los rusos, gracias a una nueva generación de sistemas de interferencia y ciberguerra. Una operación que neutraliza definitivamente a cualquier ejército, transformándolo automáticamente en una especie de saco de golpes y dejándolo sin capacidad de combatir. Hasta ahora, sólo el ejército americano se hallaba en estado de realizar tales operaciones a gran escala.
Breedlove ha descrito en detalle el método “soft” del ejército ruso, que consiste en la utilización masiva de los sistemas C4I, en particular las instalaciones electrónicas y los equipos de comunicación por satélite. Todos estos sistemas C4I son coordinados por servidores dedicados, con una potencia de última generación, todo protegido por un nivel de encriptación numérica sobre toda la anchura del espectro de frecuencias. El resultado de esta operación es que todas las pantallas de los canales de búsqueda-detección de todas las categorías de las fuerzas armadas ucranianas comenzaron a quedar inutilizadas, indicando una invasión en gran escala inexistente, creando así vulnerabilidades fatales para el ejército ucraniano.
En realidad, hablando con propiedad, la operación rusa habría podido transformarse en una maniobra de ocupación de toda Ucrania. Putin prefirió abstenerse de concretar la ventaja que le proporcionaba el C4I para la ocupación de Ucrania. Limitándose a reincorporar Crimea a Rusia, él le envía a la OTAN un mensaje claro, a saber, que las tropas americanas actualmente desplegadas en Europa y sus aliados no podrán tampoco hacerle frente. Los Estados Unidos se reencuentran en una situación donde deben tomar una decisión desagradable: o desplazar numerosas tropas suplementarias desde el Pacífico a Europa, dejándole la iniciativa a China sobre el teatro de operaciones del Pacífico, o restringir el campo de acción de las tropas americanas en Europa. En el segundo caso, el paraguas de OTAN cubriría sólo una pequeña parte de los Estados miembros en Europa.
El hecho es que un profesional temible como Breedlove no mencionara nada en su discurso a propósito de la intención de despliegue de las tropas americanas a Europa como una solución para doblegar a los rusos, es de una gravedad absoluta. Es un reconocimiento del hecho de que Rusia ahora tiene una fuerza militar extremadamente bien preparada y lista cuando quiera para una acción mucho más importante que la de Crimea, en cualquier punto de Europa. A partir de esta realidad, la conclusión que el General es algo como: sálvese quien pueda. Esto quiere decir, la reorganización y reestructuración del dispositivo actual de OTAN a fines de reducirlo estrictamente a los límites de la «vieja Europa», dejándole a Putin casi todos los antiguos países comunistas de Europa de este, excepto Polonia y los países bálticos.
Fuente: El Espía Digital