La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) española se ha animado a entrar en el debate sobre la enorme corrupción que hay en el ámbito sanitario (entre otros). Hace unos días presentaba una campaña contra la medicalización de la vida. Ahora llama la atención sobre el caso de Avastin y Lucentis, dos medicamentos de la misma eficacia con precios muy dispares.
Este asunto, como bien explican desde OCU, pone sobre la mesa el tema del despilfarro en Sanidad. Este ejemplo revela que es posible reducir el gasto sin que lo pague la población. Por ello, esta organización se ha dirigido a la ministra de Sanidad, Ana Mato, con peticiones concretas.
El caso de Avastin y Lucentis es un ejemplo evidente de ineficiencia: dos medicamentos para el mismo uso (la degeneración macular, DMAE) que presentan una eficacia muy similar… pero tienen precios muy dispares, el medicamento autorizado, Lucentis, cuesta 100 veces más que el otro.
El comportamiento de las farmacéuticas para alentar el uso del medicamento más caro -explican desde OCU- es ilegal y así se ha demostrado (y sancionado) en Italia… ¿por qué en España no se hace lo mismo? Y este caso es solo un ejemplo, pero seguro que no es el único… ¿Cuánto se podría hacer con ese dinero que se está gastando de manera innecesaria?”.
En efecto, las autoridades antimonopolio de Italia han aplicado una multa de 180 millones de euros a las compañías farmacéuticas suizas Novartis y Roche. Las considera responsables de confabular o estafar para manipular el mercado de medicamentos italiano.
Roche y Novartis, productoras de los citados medicamentos, alcanzaron un acuerdo ilegal para restringir el uso del medicamento Avastin (de Roche) y así beneficiar al otro fármaco, Lucentis, mucho más caro.
Además, el medicamento Avastin no está indicado para la degeneración macular, basta con leer la ficha técnica, al acceso de todo el mundo en internet.
Lucentis (este sí autorizado para tratar la degeneración macular), el año pasado fue protagonista en España de reacciones adversas notificadas.
En concreto, cardiopatía isquémica asociada a su administración intraocular.
También es destacable que los ensayos clínicos realizados con Avastin han estado rodeados de polémica. Convendría revisar bien antes de aprobar estos medicamentos su “evidencia científica”.
Polémicos, caros, no indicados, con daños notificados… menuda joya de fármacos con precios nada menudos.