El pescador alemán Konrad Fischer jamás imaginó sacar del agua una reliquia de estas características. Acostumbrado a obtener grandes peces y tesoros importantes, como botas de lluvia y tapas de inodoro, sin dudas se llevó una gran alegría cuando vio flotando a lo lejos una botella de cerveza.
Para su desilusión, no contaba con la bebida alcohólica en su interior, ¡pero sí tenía un mensaje de hace más de un siglo! Para ser más específicos, dentro del envase había una postal poco legible, con fecha del 17 de mayo de 1913. El descubrimiento ocurrió en la ciudad norteña de Kiel el mes pasado. “Esta es sin duda la primera vez que un mensaje tan viejo en una botella fue encontrado, sobre todo con la botella intacta”, dijo el capitán, presumiendo por su hallazgo, aunque previo a eso lo único que pescaba eran resfriados.
De esta forma, los investigadores se pusieron a trabajar para saber sobre el origen de este mensaje embotellado. En efecto, descubrieron que fue lanzado por un tal Richard Platz, hace 101 años en medio de una excursión al aire libre en 1913. (¡Que alguien explique cómo demonios descubrieron eso!)
En fin, estos investigadores, quienes deben estar a la altura del Super Agente 86 Maxwell Smart, fueron a parar con la nieta del autor de esta historia fallecido en 1946, a los 54 años. Se trata de Angela Erdmann, de 62 años, quien realmente se emocionó con la noticia. “Ese fue un momento muy conmovedor. Las lágrimas rodaban por mis mejillas”, comentó la señora. A su vez, le dijo a la prensa local que ahora tiene ganas de saber cosas sobre su abuelo y sus antepasados. ¿Te acordaste? Ya era hora Erdmann…