Hay muchas personas que toman como iniciativa cuidar a los gatos sin hogar. Es habitual, al bajar a la calle, encontrarse comida para gatos depositada en zonas próximas a donde vive una colonia felina, junto a árboles o en zonas verdes. En días de lluvia o viento el papel con el que se envuelve la comida acaba llegando a locales, entradas de portales y estacionamientos, por no hablar de la comida, que acaba mojándose y esparcida por el suelo.
Desde los Ayuntamientos, podrían estudiar la posibilidad de habilitar espacios para que estas personas desinteresadas que cuidan de los animales continúen haciéndolo, pero de una manera más ordenada, ayudando a que en días lluviosos o con viento, la comida de los animales se mantuviera en buenas condiciones y a la vez mantener el correcto orden en las vías.— Patricia Peña Herrera.
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