Una colaboración de Vania
“Por favor, ¿tendría la amabilidad de darme un café?”.
Si alguno de ustedes ha visto alguna vez a un español haciendo eso en el extranjero, por favor, fílmelo con su móvil: es una especie en extinción.
Allá por donde van los españoles hablan en imperativo: “¡Eh, ponme un café!; “Dame un cruasán!”; “¡Sírveme una caña”; “Pásanos unas hamburguesas…!”.
Hablar así en España no es un delito porque es lo normal. Un país que ha perdido todas las normas del protocolo, la cortesía, la educación y la urbanidad, cree que en todo el mundo las reglas son iguales. Pero no: el resto del mundo no es así y por eso se percibe a español como si tuviera losdefectos del nuevo conquistador.
Debido a esa forma de expresarse, los empresarios, ejecutivos, turistas y viajantes españoles tienen tanta mala fama en el extranjero. Caen muy mal. Además, parece que siempre “están bravos”.
Hace pocos días, un amigo que es alemán-norteamericano-venezolano y algunas nacionalidades más (en su familia, menos incesto, hubo todo tipo de mezclas), me decía las cosas que le pasaban con su mujer española: trabajaban los dos en EEUU pero los empleados se dirigían a mi amigo y le decían en confianza: “No queremos tratar con tu mujer; sólo contigo. Ella está siempre enfadada y parece de mal humor”.
¿De mal humor? ¡Pero si era una española encantadora! Encantadora en España, claro. Fuera de nuestras fronteras, nuestras chicas pierden su encanto porque no se dan cuenta de la forma que tienen de dirigirse a los demás: siempre dando órdenes; soltando la bronca, nunca piden las cosas por favor, hablan en imperativo; elevan la voz; discuten… ¿Sutileza? Eh, bue… Sinceramente eso no existe en España.
“Pero si no estábamos discutiendo”, dicen los jefes españoles. “Sólo les estaba diciendo a estos bolivianos cómo tenían que hacer las cosas”. Claro, pero si usted no emplea códigos universales como “por favor”, o verbos en condicional como “podría usted”, y una sonrisa de vez en cuando, pensarán que usted es como los cómitres romanos, aquellos tipos que daban latigazos a los galeotes para que remaran más rápido.
Cuando los alemanes vienen a España les pasa lo mismo: “¿Por qué aquí nadie pide las cosas por favor?”,me decía un alemán. “En Alemania sería casi un insulto”.
No se da cuenta este alemán de que ha aterrizado en el país que nunca dice “por favor”, un país que considera los tacos como parte del Patrimonio Cultural. No sería extraño que se elevara una propuesta para declarar los tacos y las palabrotas “Patrimonio de la Humanidad”. Los tacos y las imprecaciones en español, los que mejor suenan en el mundo.
Y eso que no quiero entrar en la forma en que los españoles hablan por teléfono: levantan el auricular y cuando se pone alguien al otro lado, gritan: “¿Está Manolo?”. No se les ocurre que uno debe dar los buenos días y presentarse. Nooooo. Aquí el que llama, suelta, “¿Está Manolo?” y el que contesta dice: “¡Joder, aquí no hay ningún Manolo!”. Un país de formas encantadoras.
¿Han visto cómo atienden las chachas sudamericanas? Son más dulces, más amables y más educadas que el ejecutivo del BBVA mejor pagado. Por eso los restaurantes están encantados con sus camareras latinoamericanas, porque son más suaves y más educadas que las españolas.
Las agencias de comunicación como Llorente y Cuenca que tienen delegaciones en el extranjero, se ven obligadas a dar un repaso a los ejecutivos españoles expatriados que aterrizan por primera vez en, digamos, Argentina o Panamá. “Por favor, hable bajito; no olvide decir por favor, sonría”.
Pero aquí, nada de nada.
Los españoles no se dan cuenta de cómo son percibidos. Piensan que cuando viajan al extranjero,el mundo les acoge como las personas más simpáticas del mundo. No es así. Los ejecutivos españoles, las empresarias españolas, los funcionarios de Exteriores españoles, parece que están de mal humor todo el tiempo porque no tienen empatía, su lenguaje es soez (en Iberoamérica soltar un taco en público es de mala educación), su tono es alto y sus maneras son hoscas.
Y eso que no quiero hablar de los españoles en Asia: allí, la sonrisa y la educación son signos de civilización. Justo lo que no tienen los españoles.
De modo que: ¡clases de cortesía para todos.
http://blogs.lainformacion.com/zoomboomcrash/2009/11/02/%C2%BFpor-que-los-espanoles-caen-tan-mal-en-el-extranjero/
Estimado Maestro
Soy mexicano y pienso que España arrastra un complejo desde que fue potencia hace varios siglos.
En América se les percibe como los jodidos de Europa, al igual que Grecia y Portugal, aquellos que no saben mas que su propio idioma, encerrados en sí mismos, groseros, con el complejo de Hernán Cortés (de conquistadores), los que han viajado o emigrado no quieren regresar a su país (a pesar de que es muy bonito), simplemente porque se sienten más a gusto en otros lugares.
Aunque pueden cambiar sus maneras no lo quieren hacer, caen mal porque al igual que los argentinos, cuando algún país les da recibimiento, empiezan a hablar mal de ese país. Lo que se les dice es que si está tan mal (en este caso hablo de México) ¿por qué no te regresas a tu país? , una cosa es estar orgulloso de tu país y otro decirle a la gente que sus cosas son una mierda.
Son los wannabes de Europa, los desprecian los franceses, los alemanes, los ingleses, los rusos, simplemente compara las economías de España vs esos países y verás por qué les hacen el feo.
La educación es mundial, el complejo de muchos gachupines (término otorgado por los mexicanos a aquellos españoles acomplejados, groseros y sin educación) es pretender que nadie se da cuenta de su desprecio al hablar con otros. Los franceses, aunque son arrogantes, se adaptan más al país en que estén.
Esperemos que las nuevas generaciones se pongan a la altura del reto, ya pasaron los tiempos en que eran la potencia, solo un ejemplo, ¿por qué todos los países que hablan español están jodidos? parece que nos heredaron un karma muy pesado. Siguen con sus rituales en este siglo de matar toros y adorar a reyes que ni son españoles, eso es de hace varios siglos, piénsenlo un rato, cambien de paradigma.
Te lo dice un mexicano (que más bien físicamente parece gringo), con la mejor intención de que reflexionen los nuevos españoles. un abrazo.
Hola Anónimo:
Hay una cosa que todos los lectores del blog conocen porque lo he repetido muchas veces.
No creo en las etiquetas y mucho menos en las etiquetas de los nacionalismos.
La primera victima de la historia de un país son siempre sus ciudadanos.
Desde esta postura, cuando se habla de españoles, entiendo la historia, o una parte de la historia, de este país.
Sentirse herido cuando le dicen a uno los españoles son esto o lo otro, es desgraciadamente algo que ha generado muchas muertes en las guerras.
Morir por una bandera, que representa un país es algo lamentable, y estoy pensando ahora en todos los alemanes, unos cuarenta millones o más que murieron en la segunda guerra mundial y desde luego la mayoría no eran nazis.
Recuerdo el comentario de ProfesorJ en el otro blog cuando alguien se metió con los argentinos.
En fin.
Sobre su comentario le diré, que me gusta que digan cosas, buenas o malas de un país ya que desde dentro siempre se ven las cosas sin la perspectiva necesaria.
Yo creo que España no tiene complejos.
España ha sido, es y seguirá siendo mientras lo permitamos en las urnas, el laboratorio de las experiencias de manipulación social a gran escala, realizadas por la élite, probadas en España y luego exportadas a Europa.
Desde que esos dos (PP y PSOE) se instalaron en la poltrona del país, y siguieron los dictados de los EEUU, no hemos sido sino títeres.
La economía es un buen ejemplo. Aqui quitamos los astilleros para que Alemania tuviera clientes, quitamos las viñas, las vacas, hemos quitado casi todo menos el sol.
Nos han dejado el turismo y gracias.
Pero la Historia es peor, porque nos han engañado. Nos han echo creer en una historia manipulada, por la CIA cuyo resultados han sido (PP PSOE)
La España utilizada mi querido lector, manipulada y robada.
Ahora volvemos de nuevo a buscar trabajo en las fronteras, de los que nos han convertido en lo que somos.
En eso somos parejos a México, una nación en la que los mexicanos deben buscar el trabajo del norte. Ir a pedir al ladrón que te robó.
Por eso mi querido lector no creo en nacionalismos, ni en proyectos políticos dirigidos por familias de políticos, que de la noche a la mañana no dudan en sacrificar al pueblo, por una bandera, por la independencia, para que ellos puedan tener su porción de tarta de esclavos particular.
Aquí lo que hay son opresores y oprimidos, en todo el planeta, en todas las naciones.
Lo importante no es la nacionalidad, o la etiqueta o la peculiaridad geográfica.
Lo importante es sentirse hermanos ante el opresor, ante la manipulación y sobre todo la división.
LA DIVISIÓN CON LA QUE NOS PROGRAMA LA ÉLITE:
En España estamos divididos por las comunidades, por el fútbol, y por lo que tiene el vecino.
Hace tiempo en un pequeño Municipio, un cura de pueblo se lamentaba de los pueblos que formaban su parroquía.
Decían que eran capaces de todo para que si se hacía algo en un pueblo de 200 vecinos se hiciera tambien en los otros 10 pueblos de 200 vecinos.
Una rivalidad absurda
Lo lógico era juntarse y hacer un pueblo de 2000 vecinos y construir allí mejores servicios para todos en vez de seguir envidiando y criticando al otro.
Se alguna manera, creo que todos seguimos haciendo eso a una u otra escala.
Un saludo
Creo que el primer comentario adolece de visión.
En mi vida he podido en otros tiempos viajar mucho y como sud-americana y es conocido que en México detestan a los argentinos.
Hay dos clases sociales de hace mucho tiempo y eso es diferente a sud-américa que al ser tres somos menos extremistas.
Mexico esta muy tomado por norte-américa cosa que al sur les ha costado más, (porque el sur es más europeo especialmente Argentina) .
No digo que sea imposible porque el globalismo hoy afecta a todo occidente.
Fue claro en cuanto a Siria, Mexico estaba bien alineado Usa y el resto o sea a los tira misiles a inocentes cosas que al sur no pasó. Y además Rusia frenó.
O sea tienen un problema de identidad y demasiados narcos que expulsan y van al sur. Pasa lo mismo con Colombia, esta muy avanzado
Lo he pasado bien en Mexico pero es un clima raro en la capital, es una cultura que entiendo poco. Las clases más bajas son gente de trabajo y en lo suyo excelentes artesanos. Mi visión es como turista y nunca fui racista .
Luego España en mi caso me he sentido en casa, por como me trataron y por cuanto me he divertido
Y mis conocidos actuales que viven en sudamerica son excelentes. Desde un humilde trabajador especialista en cosas que no se y es como mi abuelo, serio y honesto, hasta gente de alto nivel, educados divertidos y excepcionales, nos une cultura, historia, etc.
Tengo otros casos pero se hace largo y no podemos decir «los españoles, o los argentinos o los mexicanos»., porque cuando se generaliza pagan a veces, y muchas veces, justos por pecadores.
Y como es tema de España si alguien me pudiera explicar que son «los vascos», le agradecería. porque tiene que ver con un estudio personal que estoy haciendo.
.
No reconozco la España que se retrata en este artículo, a mi parecer está lleno de topicos y es un poco capcioso.
Hay gente maleducada,por supuesto.gente que grita por sistema en vez de hablar, también, pero creo que es mas la gente educada y cortés con los demás.
No se con qué Españoles trata el,la, que escribe el blog lainformación, pero es provable que se encuentre con personas «espejo»,
Que se lo mire por dentro.
Me alegro Vania que hayas tocado este tema, es algo que creo debería hablarse más abiertamente y lo primero decir que estamos generalizando, porque es un problema de cultura, mejor dicho de falta de cultura: Hay ingleses de ciertas ciudades bien conocidas que tienen tan mala educación como los españoles que refieres, e igualmente pasa con los alemanes o franceses (mirar especialmente el origen familiar). No hay más que verlos en la costa, pero lamentablemente es una cuestión de porcentajes y, en sus países de origen, son minoría aunque aquí nos parezcan muchos, y tampoco sus modos allí son aceptados y ellos lo saben, en sus países al final se cortan. Aquí son mayoría, imponen su ley y no se cortan.
Y tienes toda la razón, pero eso no ha sido siempre así. En otro tiempo, mismamente en la época de la emigración a Suiza o Alemania, los españoles incluso con poca o nada de educación oficial (educación universitaria) pero con más educación práctica, se hicieron un hueco con más facilidad. Había siempre los borricos, pero en general sabían que iban a una sociedad donde debían adaptarse y, mejor o peor, lo hicieron porque sabían aquello de «donde fueres haz lo que vieres».
Pero hay una generación que se perdió, la que mi padre llamaba «los desertores del arado»: En la década de los 60 llegaron de los pueblos mucha gente a las ciudades y había de todo, pero esa que sólo minoritariamente tenía cierta de esa educación fue borrada (al igual que los que eran de ciudad desde hacía algunas generaciones y tenían una educación más «cosmopolita» y de la cual hay referencias históricas) por la mayoría que se creía dios, especialmente porque en cuanto volvía a su pueblo primero con el seiscientos, luego con el ochocientos cincuenta y pocos años después hasta con el catorce-treinta se sentían muy superiores… No les pasó como en Alemania donde por mucho Mercedes que se compran (y eso era lo primero que hacían en cuento podían) seguían estando por debajo de los alemanes, no podía competir con ellos y donde aprendieron las reglas de urbanidad necesarias para hacerse hueco.
Pero esa gente que emigró del campo a las ciudades se sentía por encima de todo y todos. No es un sentimiento o emoción que se pueda expresar con definiciones, es un «estado del ser» que lleva a esa forma de pedir las cosas que no es pedir, sino ordenar, es el sentimiento del que se siente dueño y señor, lo que llevaban en la sangre porque lo habían visto por generaciones en su pueblo hacer a los «poderes fácticos» con el resto de la gente y anhelaban más que otra cosa poder hacer.
Y hablo por experiencia, porque nací en España pero me crié en Suiza, y cuando volví aquí con 11 años el calificativo más bonito que me pusieron en el colegio era de «maricón» (no tengo nada contra los homosexuales, evidentemente, y tengo amigos que lo son, pero con 11 años es duro) porque precisamente pedía las cosas «por favor» y decía «gracias».
Salvando excepciones esa generación, hija de los emigrantes del campo sin educación y de la cual especialmente los suburbios de las grandes ciudades estaban llenas, tampoco tenía educación, no podía tenerla porque no la había recibido en su casa, era imposible, pero su ego creció más aún porque, a diferencia de sus padres estudió, incluso en la Universidad.
Así cada vez se sintió más superior y hoy andamos por la tercera, que tampoco pudo recibir esa educación, porque en su casa tampoco la había y son los que, al igual que sus padres, consideran que, por ejemplo, un restaurante es un buen sitio para que los niños jueguen y corran, que se volvieron autistas a todo lo que sus hijos hicieran, los cuales tienen casi derecho de pernada, pudiendo llenar con sus gritos casas o lugares públicos y en lo cuales donde van ellos los demás se tienen que quitar (total, si son niños…). ¿Con esa educación alguien espera otra cosa cuando crezcan? Hoy son adultos, pero siguen comportándose como ese niño mal criado que no cede el paso aunque llegue después al paso de una puerta, que grita como para pregonar lo que piensa porque parece que su pensamiento es lo más importante del mundo, que se siente superior porque así se lo hicieron sentir.
Esto quedó ilustrado en un libro inédito de Armando Restrepo: Este hombre explicaba que había viajado por todo el mundo, y que había visto todo tipo de jerarquías familiares, en unas la cabeza era el abuelo, en otras la abuela, o el padre o la madre, decía que había visto de todo, pero lo que le había asombrado era España, porque aquí la cabeza jerárquica era el niño… Si el más débil y menos capaz, en todos los sentidos, es alrededor de quién gira todo… Mal asunto. Y si alguno se revuelve al decir esto lo siento, quizás es porque escueza, porque todavía hoy voy a casas donde hay niños y todo gira en torno a ellos, el salón y el comedor es su patio de recreo aunque tenga su habitación donde jugar, y los adultos no pueden tener siquiera una conversación normal porque parece que no hay otra cosa que niños… Algo está profundamente mal cuando eso sucede, pero no por lo que es, sino por lo que será cuando crezcan.
Son unas generaciones de acomplejados en realidad, que nunca terminaron de entender el poder que tiene una palabra amable, ni hablar en un tono bajo o, incluso, el silencio y una mirada. Gente que sólo cree que es importante por la capacidad pulmonar para gritar, que se pueden poner en medio de la Plaza de la Concordia a batir palmas y simular bailar al grito de «alegría»…
He viajado y vivido en algunas capitales del mundo y nunca he tenido problemas con las personas de esos países. Dicen: «Es que los franceses son no sé que…» Nunca he tenido un problema, me he dirigido a ellos con esos modos que aquí llamaban de «maricón» y me han tratado bien, como un igual. Llegas a Londres y te das cuenta de que los londinenses no son lo que te cuentan -los de origen porque los emigrantes son como aquí, dejan mucho que desear por la falta de cultura-; te los tropiezas en el ascensor del edificio donde vives y se auto-presentan, te disculpas por tu pobre inglés y te dicen siempre, siempre, como norma: «Su inglés es mejor que mi español», cortesía total (mientras que aquí en cuanto alguien sabe inglés te corrige como su fuera un catedrático), y al final terminas unos días después invitado a una cena en su casa con sus amigos y te das cuenta de que esa educación, de «maricón», es la que te permite relacionarte con gente de mucha más educación y nivel de todo orden, porque allí decir «por favor» y «gracias», y sin gritar, hasta cuando te pasan el pan, no es lo normal, sino lo obligado.
PD.: En cuanto a las chachas sudamericanas va por países… Hay algunas de un determinado país de origen que son como dices, otras tienen tan mala educación y tanta soberbia o más que las personas peor educadas y soberbias de aquí, y no aceptan siquiera que las digas que no te parece correcto que usen la misma balleta para el baño que para otros lugares, lo cual es normal porque en su país sólo tienen una balleta para todo, pero aquí por lo menos no deberían ofenderse porque se lo señales, pero hacen como hacen esas personas de las que hablas originarias de nuestro país: En cuanto les dices que algo está mal -por educadamente que se lo digas- no intentan comprender la razón y aprender, se sienten insultados: ¡A mí me vas a decir tú…!
¿Chachas sudamericanas??????,
Empleadas de hogar, operarias de limpieza……
¿De que galaxia es usted??
Yo soy de una galaxia donde la gente lee antes de abrir la «boquita»….
Lea en el texto origen que dice:
¿Han visto cómo atienden las chachas sudamericanas? Son más dulces, más amables y más educadas que el ejecutivo del BBVA mejor pagado… etc…
Lo puse con puntos suspensivos detrás porque tampoco me parece que sea muy acertado, aunque en el resto si reconozco a España, por mucho que escueza, no son tópicos, es una desgracia… Como la gente que habla sin reflexionar qué está diciendo…
Dijeron que antiguamente
se fué la verdad al cielo,
tal la pusieron los hombres
que desde entonces, no ha vuelto.
LOPE DE VEGA
Hola siempre me ha parecido que los españoles cuando conversan esta enjados se siente muy duro sus expresiones.Los latino americanos son mas suaves para hablar y siempre te dicen gracias, que es importante en este pasaje por la vida que es tan dificil algunas veces. Gracias.
Confieso tener todos los defectos españoles. Soy barro de su barro. Pero todos ellos emanan de nuestro ancestral complejo de inferioridad. Si lo reconocemos podremos enmendarlos. No es fácil el camino de la perfección.
Un pelín exagerado, los españoles no son así a parte de algún descendiente de Atapuerca. Cuando llegué hace 48 años la sociedad estaba sin pulir (por las circunstancias) pero ahora todo ha cambiado. Gracias Vania.
Difiero de lo que se expone en este articulo, creo que no hay que generalizar, no es cuestión de ponernos a tod@s en un mismo saco.
Las personas, en función de lo que aprendió y vio en su infancia, será determinante en su forma de actuar, con los demás. No es cuestión de catalogarlos por su status social y económico, si no de EDUCACION, se puede haber nacido en un hogar muy humilde pero haber recibido por parte de sus familiares unas pautas de conductas exquisitas y si a esto le añadimos el que sepa controlar sus emociones frustradas, ayuda a comportarse con dignidad, porque el primero que se degrada es el propio personaje, que no trata con respeto y educación a los otros, sin importar se es un alto ejecutivo o un mendigo.
Es una lástima que se considere a los españoles como una nacionalidad, déspota, maleducada y prepotente, y francamente aunque puede ser que tenga mi ego alto, yo no me considero ser integrante en este colectivo catalogados con este concepto tan negativo de los españoles, aunque como bien se dice, en la viña del señor hay de todo, pero yo soy de las primeras que saludo aunque no me respondan, por ello,si debo solicitar o preguntar lo hago con la frase..» por favor y gracias » y por supuesto, mi cuna no es de alta alcurnia, es todo lo contrario, soy hija de los que vivieron la guerra civil española y mis padres, no comían para darle alimento a sus hijos, por consiguiente , queda constancia, que las buenas formas, nacen y perduran con una buena educación , sin tener en cuenta , donde naciste, y cuantos billetes tienen en la cuenta bancaria.
Esta es mi opinión, la de una jubilada y además española
La degeneración he involución en los códigos educacionales, anexados al ámbito de la educación y protocolos, de como relacionarse con respeto, cortesía y sentido común. Es una realidad que vivimos, sufrimos y padecemos todos los que alguna vez, hemos sido educados con esas pautas de comunicación… Creo que somos una especie en extinción ( cada vez somos menos ), sin embargo, no puedo dejar de ser educado y cortes, a pesar de no ser reciproca la respuesta por parte de » algunos » que no se encuentran a sí mismos en un estado de respeto y sin complejos inoculados por sus circunstancias o y sistema de vida, en el que se desenvuelven.. Hay mucha paranoia y resentimiento sembrado. La carencia de estos elementos de comunicación sensato y civilizado, no siempre obedecen a la falta de educación en sí, si no a la manera en que crecemos integralmente como individuos. vale resaltar que los valores están siendo cada vez más irrelevantes. Los cambios propios de la sociedad moderna , en donde las PAUSAS introspectivas que nos inducen a la reflexión sobre nuestra conducta social, están siendo desplazadas por la mas absoluta AUTOMATIZACIÓN de las nuevas generaciones sometidas a un sistema jerárquico y competitivo en el que solo se premia al ganador que se lo lleva TODO…
Así que bajo un régimen inductivo, condicionante y programador de competencias ( ganar – perder ), solo queda la salvaje resolución de ganar a costa de cualquier precio, anulando a tu «antagonista » si quieres ser reconocido como parte valorado y estimado por el sistema jerárquico piramidal… Si no… entonces: NO EXISTES, NO ERES, NO VALES. Todo esto ha creado una nueva visión de conducta primitiva, involutiva y no civilizada de antagonizar, aislar y DIVIDIRNOS, en ilusorios estatus jerárquicos, muy conveniente para que la plebe o proletariado ( trabajador en general o más especifico: ciudadano común ) sea incondicional y subordinado al poder del Status Quo… y nuestro sub-consciente re-programado, anula toda necesidad de cortesía, sustituyéndola por el desafío de una presencia o actitud, que se siente superior o.. Debe, ser superior y ganar siempre.
… Es una razón de humanidad con su compleja capacidad de adaptación y programación social sin consciencia, lo que origina el enunciado de este post… y no esta circunscrita a ninguna nacionalidad especifica en este Planeta.
IN LAKECH.
¿Qué educación puede tener un país por ejemplo, como España,
donde los ricos, siempre secundados sin desaliento por los gobiernos que ha tenído,
han despreciado y siguen despreciando la suerte de los españoles corrientes y encima se ríen de ellos?.
El mundo que hasta este momento hemos creado como resultado de nuestra forma de pensar tiene problemas que no pueden ser resueltos pensando del modo en que pensábamos cuando los creamos.
Albert Einstein
Es mas lo que nos une, que lo que nos separa,
Ver el mundo como colectividades nacionales,nos llevan a los tópicos.A la división, e incluso a la batalla.
¿Que puede ofenderme un colectivo? Nada, nada de nada.
Que los pueblos se respeten y las personas se estiendan,
Las batallas de nacionalidades, es un juego de reyes, donde los ciudadanos, como personas, no debieramos jugar nunca.
Ellos ganarán siempre y nosotros tendremos siempre las de perder.
Y benditas las familias, donde saben reunirse abuelos, hijos y nietos, donde los niños pueden elegir el regazo donde sentarse y nunca son rechazados.
Un saludo.
40 años de franquismo,
eso no solo condiciona la forma de vida sinó también la forma de pensar en mucha gente que ve
en los vencedores el referente para subsistir.
El franquismo que vino de una ilegalidad y que España la asumió en sus años de Dictadura,corrompió la Ley .
Queda mucho franquismo en este país incluso en las altas esferas
En España ha habido 40 años de dictadura y 30 de engaño y eso ha afectado a la mentalidad
de los españoles.
Y no hablemos del vergonzoso genocidio de hermanos contra hermanos.
En España ha habido 40 años de dictadura y 30 de engaño y eso ha afectado a la mentalidad
de los españoles.
Y no hablemos del vergonzoso genocidio de hermanos contra hermanos.
Si me permiten un comentario, los españoles del foro, su dueño y los comentaristas, son extremadamente amables, me parece que nunca hay que generalizar, en cuanto al tono de voz eso es inerente a cada zona en particular, debemos respetar las diferencias, por ejemplo los decendientes de italianos aquí en Argentina hablan a los gritos, todos a la vez, a mí me parece extremadamente divertido. En cuanto a que en España permiten a los niños jugar, correr y gritar en todos lados, si es así, bendito país.
Es curioso contemplar a la gente decir lo que piensa en voz alta en los bares. Pero, en general, cuanto más gritan, menos fundadas suelen ser sus aseveraciones.
Un percance derivado de este griterío es el desinterés de muchos padres por acallar, o por lo menos moderar, a sus hijos.
Los padres no piensan en absoluto que dejándolos gritar de pequeños sin razón pueden estar soliviantando su discurso de mayores; y eso afecta a todo el país.
Tapones; los mejores aliados contra los gritos ajenos