Científicos alemanes determinan que las ondas gamma pueden despertarnos mientras seguimos durmiendo
Los soñadores lúcidos son aquellos capaces de despertarse dentro de sus propios sueños, e incluso de controlar lo que están soñando. Un equipo de científicos alemanes ha descubierto que esta capacidad se puede inducir de manera artificial: mediante la aplicación de corrientes eléctricas inocuas de tipo gamma en ciertas regiones del cerebro. Otros especialistas han señalado técnicas de entrenamiento que potencian la vigilia dentro de los sueños. Por Yaiza Martínez.
Estos soñadores tienen acceso a sus recuerdos durante los sueños, pueden realizar acciones dentro de sus sueños a voluntad, y son conscientes de sí mismos mientras sueñan, siempre en el mismo estado durmiente y sin llegar a despertarse.
Aunque no se sabe muy bien cómo los soñadores lúcidos pueden “despertarse” dentro de sus sueños, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Johann Wolfgang Goethe, de Alemania, ha revelado que estos peculiares sueños se pueden inducir artificialmente, mediante la aplicación de corrientes eléctricas inocuas de tipo gamma en las zonas del cerebro temporal y frontal.
“El sueño lúcido es un estado híbrido en el que estas partes fronto-temporales se comportan de manera similar a su estado en vigilia, mientras que las partes posteriores permanecen en fase REM (una etapa de sueño con movimientos oculares rápidos)”, explica Ursula Voss, una de las autoras del trabajo, en declaraciones recogidas por la agencia Sinc. Los resultados de la presente investigación han sido publicados por la revista Nature Neuroscience.
Sueños lúcidos y cerebro
Estudios anteriores ya habían demostrado a nivel neurofisiológico que durante los sueños lúcidos se produce un incremento de las ondas gamma en el cerebro –a una frecuencia de unos 40 Hz–, precisamente en las regiones temporales y frontales.
Más concretamente, una investigación realizada en 2012 con la técnica de tomografía de resonancia magnética o MRT y con soñadores lúcidos, reveló que cuando se alcanza la conciencia lúcida dentro de los sueños, se activa una red cortical específica, constituida por la corteza prefrontal dorsolateral derecha, las regiones frontopolares y el precúneo, que es una parte del lóbulo parietal superior del cerebro que ha sido vinculada con la autopercepción.
Dado que todas estas regiones cerebrales están relacionadas con funciones autorreflexivas, este otro estudio sirvió, además de para conocer el funcionamiento del cerebro durante los sueños lúcidos, para comprender mejor la base neurológica de la conciencia humana, señalaron sus autores, de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (MPG) de Alemania.
Al inicio de la presente investigación, Voss y sus colaboradores se preguntaron si la actividad gamma del cerebro era la causa o el efecto de los sueños lúcidos. Para tratar de averiguarlo, evaluaron la actividad neural y la experiencia de 27 participantes mientras dormían.
Después de que los voluntarios alcanzaran tres minutos de REM ininterrumpidos, los investigadores indujeron las estimulaciones eléctricas gamma a varias frecuencias en las regiones frontales y temporales.
Inmediatamente después, los científicos despertaron a los participantes y les pidieron que calificaran la consciencia de su sueño mediante un sistema llamado LuCiD, un método que consiste en una escala de valoración de ocho factores, tres de los cuales están presentes durante los sueños lúcidos: el reconocimiento del propio sueño, el control de su trama y la disociación, es decir, verse a sí mismo desde el exterior.
Los resultados revelaron que solo las frecuencias gamma de 40 Hz, y en menor medida las de 25 Hz, potenciaban la aparición de este tipo de sueños, de nuevo según Sinc.
Voss destaca que en los pacientes postraumáticos que sufren pesadillas, los sueños lúcidos podrían resultar postivos, pues permiten mantenerse en estado REM, lo que ayuda a la recuperación. “Pero para el resto de personas son solo una diversión”, añade.
La utilización del adjetivo «lúcido» para los sueños fue introducido en 1867 por el escritor, sinólogo y especialista en sueños francés Léon d’Hervey de Saint-Denys, en su obra Los sueños y cómo controlarlos.
Los expertos aseguran que estos sueños suelen ser más frecuentes en niños de seis a siete años, pero su incidencia disminuye a partir de los 17. Después de esa edad, es cuestión de entrenamiento.
¿Pero cómo se entrena para tener sueños lúcidos? El psicólogo alemánPaul Tholey ideó una técnica para inducir sueños lúcidos, que consiste en preguntarse continuamente, mientras estamos despiertos, si en realidad estamos despiertos o dormidos.
Este ejercicio, realizado con la mayor frecuencia posible cada día (Tholey recomendaba entre cuatro y cinco veces), genera un hábito que luego puede repetirse espontáneamente dentro de los sueños.
Otras técnicas de entrenamiento recomendadas son intentar recordar los propios sueños, con todos los detalles posibles (llevar un diario de estos) o estar pendiente, dentro de los sueños, de objetos o cosas que puedan recordarnos que estamos soñando.
Ursula Voss, Romain Holzmann, Allan Hobson, Walter Paulus, Judith Koppehele-Gossel, Ansgar Klimke y Michael A Nitsche. Induction of self awareness in dreams through frontal low current stimulation of gamma activity.Nature Neuroscience (2014). DOI: 10.1038/nn.3719.
Fíjense en la peculiaridad que alberga la zona del lóbulo temporal izquierdo. Zona que involucra nuestros procesos de auto-percepción, en la algidez activa de los sueños lúcidos.
Un ejercicio que aquí sugieren ser muy efectivo, para inducir los sueños lúcidos es: concienciar en la vigilia, la interrogante de si estamos realmente despiertos o soñando… Esta interrogante entrena al cerebro en su zona de auto-percepción a cuestionar el estado de vigilia mismo, como un estado definitivo o real de consciencia en el aquí y ahora. originando un espacio que separa nuestra consciencia del yo que nos identifica en este plano de acontecimientos que CREEMOS ser el » real, » separando nuestra visión de vigilia del cuerpo por ¡ otra! entidad, que observa sin involucrarse, cuya atención amplificada, se convierte en la entidad que esta detrás de todo lo que el ego hace en este plano, pero sin identificarnos con él.
Esto es precisamente lo que ocurre en los sueños lúcidos, cuando logramos despertar en ellos y tomamos las riendas del control de sus acontecimientos, dejan de ser cosas aleatorias y sin ilación ( efectos ). para convertirnos en los creadores de nuestros propias circunstancias y hasta de los personajes que en ella interactúan ( causas ).
Aún puedo recordar algunos sueños claves de mi niñes, anteriores a los 8 años de edad, que fueron tan vívidos que no pude olvidarlos. Confirmando a través de este estudio del D.r. Paul Tholey, que es durante ese período en que la lucidez en los sueños es algo cotidiano. ¿ será por que la entidad del ego , aún no rige nuestra consciencia ?… y más aún, se han convertido en las respuestas de algunos Déjá Vús experimentados en diferentes tiempos de mi presente; al recordar esos acontecimientos, como los sueños lúcidos que una vez soñé en mi niñes. Lo que significa que en ese periodo de abierta lucidez de los sueños, podemos «viajar» al futuro y ver, posibilidades de acontecimientos en nuestra vida futura.
Lo que cabe discernir ante todo esto es: ¿ cuál, quién o qué, es la entidad subyacente ? que observa, más no se identifica… ¿ será nuestro yo real ?… y si nos dejamos guiar relajadamente, por la meditación que conduce hacia el auto-conocimiento desde el corazón, podríamos darnos cuenta, de quienes somos consciente mente… Sería la apertura de un portal infinito en posibilidades de descubrimientos, en un registro Akáshico sin limites y libre de condicionamientos egóicos o culturales. adquiridos en este plano material.
La pregunta es: Si cabe la posibilidad demostrada empíricamente, de que los sueños lúcidos son ya una realidad, ¿ por qué no cabría la posibilidad de despertar en este plano que creemos es la «la realidad» ?, cuando existen indicios, espirituales y hasta científicos, que destacan a el multiverso, como una manifestación multidimensional de la «realidad» y la relatividad en el espacio tiempo, sujeta a interpretación del mismo cerebro condicionado.
¿ La clave ?… Así como el Dr. Paul Tholey, sugiere que nos cuestionemos la vigilia cotidiana como la verdadera consciencia de estar despiertos o dormidos en nuestra «realidad» dimensional… Yo le agregaría ( y como experiencia, es lo mismo ), ¡ VELAR ! aquí y ahora, la naturaleza misma de estar conscientes de la lucidez de estar despiertos y observar TODO, en todas y cada una de las cosas que experimentamos y vivimos en cada segundo de nuestras vidas… Como una PRESENCIA extraordinaria a la que no se le escapa ¡ NADA !.
Gracias Maestro, por este post de aperturas… IN LAKECH.