Los bomberos, con la ayuda de una reducción en la velocidad del viento, lograron avanzar el jueves en el combate contra los incendios forestales que arrasan el Condado San Diego. Las autoridades también recogieron pruebas y solicitaron la ayuda del público a fin de determinar qué provocó tantos incendios que comenzaron simultáneamente.
Aunque algunos de los nueve incendios fueron extinguidos y miles de personas lograron regresar a sus viviendas, el incendio de San Marcos se reavivó el jueves por la tarde. Las llamas avanzaron por las accidentadas colinas mientras densas nubes de humo cubrían los cielos.
El humo limitó por momentos la visibilidad a unos cuantos metros en la ciudad de 85.000 habitantes, 56 kilómetros (35 millas) al norte de San Diego. En una calle, cinco caballos merodeaban nerviosamente en un potrero mientras los bomberos se esforzaban por proteger las viviendas y establos cercanos.
El jefe de policía Bill Gore dijo que al reavivarse las llamas se enviaron 13.000 nuevos avisos de evacuación, un «recordatorio para todos de lo volátil que puede ser esto».
Los incendios han destruido por lo menos ocho casas, un edificio de 18 apartamentos y dos negocios, y ha chamuscado más de 39 kilómetros cuadrados (15 millas cuadradas), provocando más de 20 millones dólares en daños hasta el momento. Gran parte de los daños ocurrieron en San Marcos y Carlsbad. No se informó de lesionados.
Aunque las condiciones de sequía e inusuales altas temperaturas imperaban en la zona, haciéndola más vulnerable a incendios forestales, había sospechas de que algunos de los fuegos fueron provocados. Gore dijo que se investiga la posibilidad de incendios intencionales pero también hay otras posibilidades.
El jefe policial alentó al público a contactar a las autoridades si tiene alguna información.
Al mitigarse los vientos, los helicópteros fueron de mayor ayuda en los esfuerzos de los bomberos. Cuatro aviones cisterna y 22 helicópteros militares se usaron en las operaciones, además de los helicópteros locales.