Los eventos meteorológicos siempre han tenido un lugar entre nosotros, y siempre lo tendrán. Uno no puede asociar a una simple tormenta severa o incluso a un invierno muy crudo como evidencia del cambio climático. Sin embargo crece la tendencia al aumento en intensidad de estos fenómenos. Las sequías persisten por períodos más largos. Los huracanes son más fuertes. Las tormentas de nieve nos afectan incluso cuando el invierno debía haber terminado. Se ha impuesto un récord mundial en caídas de granizos.
China sufre una devastadora sequía, y luego es castigada por las inundaciones. Millones han desaparecido en inundaciones de proporciones históricas en Pakistán. Estados Unidos ve el río Mississippi inundarse significativamente y luego ve el mayor incendio forestal en la historia de Arizona. Ninguno de estos eventos, por ellos mismos, significan nada. Viéndolos en su conjunto, significan que hemos estado viendo el cambio climático en la Tierra delante de nuestros propios ojos.
© Asim Tanveer / Reuters
Víctima de las inundaciones, una mujer resulta herida en la cabeza mientras luchaba por los alimentos que se distribuyeron desde un camión en el distrito paquistaní de Muzaffargarh en la provincia de Punjab, el 10 de septiembre de 2010.
Víctima de las inundaciones, una mujer resulta herida en la cabeza mientras luchaba por los alimentos que se distribuyeron desde un camión en el distrito paquistaní de Muzaffargarh en la provincia de Punjab, el 10 de septiembre de 2010.
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© Kiichiro Sato / AP
La nieve se acumula en un auto que tenía las puertas abiertas en Lake Shore Drive, el 2 de febrero en Chicago. Una tormenta invernal de proporciones históricas dejó atascados en la nieve a cientos de conductores por más de 12 horas y durante la noche. Los escolares de la ciudad tuvieron, en la vía pública y a orillas del lago, su primer día de nieve.
La nieve se acumula en un auto que tenía las puertas abiertas en Lake Shore Drive, el 2 de febrero en Chicago. Una tormenta invernal de proporciones históricas dejó atascados en la nieve a cientos de conductores por más de 12 horas y durante la noche. Los escolares de la ciudad tuvieron, en la vía pública y a orillas del lago, su primer día de nieve.
© Luis Robayo / AFP
Un hombre recoge sus pertenencias dentro de su casa inundada en Cali, Colombia, el 22 de abril.
Un hombre recoge sus pertenencias dentro de su casa inundada en Cali, Colombia, el 22 de abril.
© Luis Acosta / AFP
Hombres cruzan a caballo una zona inundada en San Benito, Colombia, el 20 de mayo.
Hombres cruzan a caballo una zona inundada en San Benito, Colombia, el 20 de mayo.
© Madaree Tohlala / AFP
Pobladores se reúnen en el lugar donde ocurrió un devastador deslizamiento de tierra en Nakau, Tailandia, después de las lluvias torrenciales del 1 de abril. Graves inundaciones en el sur de Tailandia han dejado 25 muertos y provocado que miles tengan que ser evacuados, después de que aldeas enteras fueran devoradas por las crecientes aguas.
Pobladores se reúnen en el lugar donde ocurrió un devastador deslizamiento de tierra en Nakau, Tailandia, después de las lluvias torrenciales del 1 de abril. Graves inundaciones en el sur de Tailandia han dejado 25 muertos y provocado que miles tengan que ser evacuados, después de que aldeas enteras fueran devoradas por las crecientes aguas.
© Tom Pennington/Getty Images
Un toro de cuernos largos se encuentra en un pasto quemado cerca de Graford, Texas, el 24 de abril.
Un toro de cuernos largos se encuentra en un pasto quemado cerca de Graford, Texas, el 24 de abril.
© Jesús Alcázar / AFP
Un hombre de los refugios durante una tormenta invernal en Ciudad Juárez, el 2 de febrero. La nieve y las temperaturas bajo cero son una rareza en esta zona.
Un hombre de los refugios durante una tormenta invernal en Ciudad Juárez, el 2 de febrero. La nieve y las temperaturas bajo cero son una rareza en esta zona.
© Feisal Omar / Reuters
Los pobladores afectados por la sequía transportan los camellos en carros tirados por burros en la búsqueda de pastos más verdes en Mogadiscio, el 22 de abril.
Los pobladores afectados por la sequía transportan los camellos en carros tirados por burros en la búsqueda de pastos más verdes en Mogadiscio, el 22 de abril.
© Erik de Castro / Reuters
Residentes buscan los cuerpos de las víctimas de un deslizamiento de tierra en Kingking, Filipinas, el 24 de abril. Las autoridades dijeron que 15 mineros habían sido rescatados, pero aún 21 personas siguen desaparecidas desde la catástrofe.
Residentes buscan los cuerpos de las víctimas de un deslizamiento de tierra en Kingking, Filipinas, el 24 de abril. Las autoridades dijeron que 15 mineros habían sido rescatados, pero aún 21 personas siguen desaparecidas desde la catástrofe.
© Dieu Nalio Chery / AP
Una mujer reacciona en el lugar donde ocurrió un mortal deslizamiento de tierras en Port-au-Prince, el 7 de junio. Las fuertes lluvias golpearon el sur de Haití por séptimo día consecutivo, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra que hicieron colapsar varias casas en la capital.
Una mujer reacciona en el lugar donde ocurrió un mortal deslizamiento de tierras en Port-au-Prince, el 7 de junio. Las fuertes lluvias golpearon el sur de Haití por séptimo día consecutivo, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra que hicieron colapsar varias casas en la capital.
© Servicio Nacional de Meteorología
Les y Deb Scott encontraron una piedra de granizo gigante en la localidad de Vivian, Dakota del Sur, el 23 de julio de 2010.
Les y Deb Scott encontraron una piedra de granizo gigante en la localidad de Vivian, Dakota del Sur, el 23 de julio de 2010.
© Chad Cowan
La tormenta que produjo el granizo de ocho pulgadas de diámetro sobre la localidad de Vivian, Dakota del Sur, el 23 de julio de 2010.
La tormenta que produjo el granizo de ocho pulgadas de diámetro sobre la localidad de Vivian, Dakota del Sur, el 23 de julio de 2010.
Parecen tremendas estas devastaciones y desde luego lo son. Pero sólo una puntualización: de lo que aquí vemos no se registra ningún desastre en ningún barrio de ricos o de «omnipotentes».
Todos los desastres van a parar siempre a los más débiles, los que han sido dados de lado, nunca hay desastres en las zonas gubernamentales, por ejemplo…
Es de importancia vital que todos estemos alertas, sin miedo ante estos acontecimientos, y procurando todos cada uno individualmente estar en comunión con la Naturaleza, enviar ondas de sintonía que nos ayude a que esto no tenga lugar y a su vez a ayudar a la Naturaleza para evitar el máximo daño posible a los más débiles. Un gigante no puede a veces frenar su pie sobre una hormiga, pero si la hormiga ha estado enviando «ondas de auxilio», es muy probable que el gigante mire hacia abajo y evite pisar la hormiga.
Estos desastres pueden ser los dolores del parto , el parto que esta sufriendo La Tierra en estos momentos hacia el nuevo futuro que nos espera a todos los que no se vean afectados por estos y otros desastres que tienen que ocurrir .Pero como bien dice Ana siempre ocurren en lugares pobres o en barrios de obreros, nunca en zonas de ricos y no creo que sea por casualidad, en los barrios de ricos los estudios geologicos antes de edificar seguro que son mas intensivos y rigurosos ,no se deja nada al azar .Sin embargo para construir para pobres los analisis son mas baratos y menos intensivos y si hay algun pequeño problema sobornando al politico de turno se consiguen los permisos necesarios.En fin ,paz para todos.
Pues el tiempo es mas violento y variable.Pero es la reaccion de lo que se ha hecho contra la naturaleza.Y si esta no se respeta pues es normal que suceda esto.Pero mientras los poderosos no paren todo lo que afecta al clima directa e indirectamente pues esto solo es el comienzo.