- Hallan cientos de bloques de piedra caliza coloreados y tallados
- Conservan algunos de los mejores relieves de Egipto, según Zahi Hawas
- De los 120 bloques desenterrados, 78 poseen inscripciones
- Tanis fue capital de Egipto durante las dinastías XXI y XXII
- Es conocida como la ‘Tebas del norte’ por su enorme riqueza arqueológica
Francisco Carrión | El Cairo
Herido por las crecidas del Nilo, Tanis es un enigma enclavado allá donde las venas del Delta enfilan el último tramo hacia el Mediterráneo. Fue capital de Egipto durante las dinastías XXI y XXII (1069-720 a.C.) y su eco real perduró hasta el siglo VI d.C., cuando su gloria fue abandonada por el miedo a una inundación. Tanis, su denominación en griego, fue Dyanet para los antiguos egipcios; San el Haggar en árabe y Zoán en el relato bíblico del éxodo de los judíos hacia la tierra prometida.
La leyenda de Tanis -guardada por sus antiguos moradores, que levantaron a unos kilómetros de su ubicación el pueblo de Tennis- sobrevivió durante siglos y llegó incluso al celuloide. Un primerizo Indiana Jones descubrió entre los restos de su geografía el Arca de la Alianza, la preciada caja negra que debía albergar las tablas de piedra con los Diez Mandamientos.
Consagrada a Amón (símbolo del poder creador), su esposa Mut (la diosa madre) y el hijo de ambos Jonsu (dios lunar), las expediciones arqueológicas todavía horadan su tierra en busca de sus secretos. Una muralla, templos, colosos, obeliscos, esfinges o tumbas reales -algunas de ellas intactas y repletas de oro, joyas y otras piedras preciosas e incluso las máscaras funerarias de sus difuntos faraones- es el legado de la ciudad.
Un lago de 20 metros de largo
El alter ego de Harrison Ford, el ministro de Antigüedades egipcio, Zahi Hawas, anunció este lunes un nuevo hallazgo en Tanis. Arqueólogos franceses han descubierto cientos de bloques de piedra caliza coloreados y tallados que debieron emplearse en la construcción de las paredes de un lago sagrado ubicado en el templo de Mut. A juicio del egiptólogo, conservan algunos de los mejores relieves encontrados en la tierra de los faraones.
Según Hawas, las piezas podrían haber pertenecido al rey Osorkon II (872-837 a.C) y ser usadas en un templo o capilla. Se cree que la piedra fue reutilizada posteriormente en la época ptolemáica (332 a.C.-30 d.C.). Una vez completada la excavación y el estudio de los bloques, la misión gala reconstruirá el proyecto original para determinar si pertenecía a un templo o una capilla.
La piedra permitió construir un lago sagrado que media 20 metros de largo, 12 metros de ancho y 6 metros de profundidad. De los 120 bloques que ya han sido desenterrados por el equipo de arqueólogos, 78 poseen inscripciones. Algunas indican su pertenencia al rey Osorkon III o IV e incluyen menciones a «la maestra Mut del lago Isheru».
Tanis, la ‘Tebas del norte’
Tanis, sita a 125 kilómetros de El Cairo, suma un nuevo hallazgo. Conocida como la ‘Tebas del norte’ por su enorme riqueza arqueológica, la ciudad ha recibido unos 6 millones de euros de las autoridades egipcias en un intento de bajar el nivel freático y controlar el agua superficial y subterránea. El objetivo es convertir las ruinas de una de las ciudades egipcias más antiguas en un museo al aire libre que disponga de centro de visitantes, instalaciones turísticas y un centro de exhibición de restos.
Un siglo y medio separa este último descubrimiento de las primeras incursiones arqueológicas. El pionero fue el célebre egiptólogo Auguste Mariette, que inició la excavación en 1860. Tras su muerte, Flinders Petrie halló el templo de Amón y entre 1928 y 1958 una misión francesa descubrió los templos de Mut y Horus y la necrópolis real, expuesta actualmente en el Museo Egipcio de El Cairo.
Piedras de un lago sagrado entre las ruinas de la antigua ciudad de Tanis