El pasado 30 de junio el parlamento alemán ratificó por amplia mayoría el fin definitivo del uso de la energía nuclear, en favor de las renovables. Se ha aprobado una ley según la cual las centrales existentes se irán desmantelando en varias fases de aquí a 2022, los reactores más viejos e inseguros no volverán a ponerse en marcha. Los restantes se irán cerrando con un calendario concreto. esta ley cierra además la puerta a cualquier posterior alargamiento de la vida de las centrales.
A pesar de este desmantelamiento programado, Alemania mantiene sus compromisos de reducción de emisiones de CO2, para lo que han aprobado, de manera simultánea un paquete legislativo que apuesta por las renovables, incluyendo: aceleración de las inversiones en nuevas redes, revisión de la eficiencia energética, promoción de la eólica y revisión de las tarifas de apoyo a las renovables. Con esto Alemania hace una apuesta decidida por las energías renovables.
Las energías renovables requieren fuertes inversiones e incentivos, lo que hace que en el corto plazo no sean tan rentables como mantener funcionando las nucleares, pero con este desmantelamiento paulatino se permite que los elevados costes de implantación de las renovables se vean compensados por los beneficios obtenidos con la energía generada por las nucleares en funcionamiento, hasta que empiecen a estar ya amortizados los costes iniciales de las renovables y estas nuevas instalaciones empiecen a generar beneficios, tanto para las empresas como para el conjunto de la sociedad.
Via |Greenpeace