Cómo desarrollar la inteligencia espiritual

El ser humano posee tres tipos de inteligencia que es capaz de controlar y utilizar; tenemos la primordial, la inteligencia intelectual, la cual se creía a su vez que era la única existente ya que con ellas es que resolvemos todos nuestros inconvenientes a nivel lógico-matemático. Luego se llegó a entender que también somos inteligentes a un nivel emocional, ya que somos capaces de controlar nuestras emociones para lograr objetivos esenciales para nuestra supervivencia, tal y como un León se escurre sigilosamente para acechar a su presa y devorarla por completo, un hombre busca mantenerse emocionalmente estable para atraer a una mujer, conseguir un trabajo o capaz para lograr cazar un animal para sobrevivir.

Estos dos tipos de inteligencia son fundamentales para nuestro desarrollo como personas, pero qué es lo que de verdad nos diferencia de los animales, ¿acaso los animales no poseen inteligencia intelectual o inteligencia emocional? Evidentemente sí.

Lo que de verdad nos diferencia de otras especies es nuestra inteligencia espiritual, está arraigada a nuestra mente, ética, hormonas, moral, sentimientos, etc. Sin la misma, nuestras otras inteligencias solo trabajarían bajo las líneas del instinto, no habría nada sagrado en nuestra cultura, no buscaríamos ser mejores todos los días ni lograr trascender, sin cielo por el que soñar o grandeza, ¿para qué siquiera soñaríamos? Evidentemente viéndolo con más profundidad, no es la inteligencia intelectual la que evita que actuemos de forma moral o ética, porque la de este tipo también puede ser usada para malas actuaciones, como robos de bancos o planificación de crímenes, incluso los lineamientos de guerra son completamente obra de la inteligencia intelectual.

Por otro lado, la inteligencia emocional tampoco es la que produce estos sentimientos o sensaciones de hacer el bien o el mal, ya que estas solo las controlamos para reproducir o evitar una necesidad o instinto, por ejemplo evitar comer exageradamente a pesar de tener mucha hambre.

Tres dimensiones de la inteligencia

La inteligencia espiritual es sin dudas el corazón de nuestro comportamiento, lo que nos hace verdaderamente humanos, pero lograr su completo desarrollo es tan difícil que incluso los mismísimos filósofos griegos estuvieron cientos de años tratando de lograrlo. Pero lo que ha buscado lograr su completo desarrollo es la educación holista, por lo que requiere intensamente de altos niveles de meditación, buscando tener un descernimiento de todo lo que nos rodea.

Es por esto que para tener un desarrollo espiritual eficiente debemos buscar verdadera felicidad, pero no la que se nos es planteada en comerciales o en la sociedad, que es la simple felicidad material, para tener esta inteligencia en su máxima capacidad debemos buscar la paz interior. Vivir sin miedo del mundo porque venimos de lo más profundo de él y con él nos iremos, respetar a todos los seres que habitan a este planeta y para que nos sirven, tratar a todas las demás personas por lo que son, humanos igual que tú y ser siempre feliz con lo que se tiene y no por lo que esperamos tener. De esta manera, encontraremos paz interior y con ella, la inteligencia espiritual más avanzada, sin necesidad de ser religiosos, sólo necesitando ser lo que somos, humanos.

http://oculto.eu/como-desarrollar-la-inteligencia-espiritual/

http://www.ramongallegos.com/Ramon%20Gallegos%20-%20Educacion%20Holista%20-%20Inteligencia%20Espiritual.pdf

4 comentarios en “Cómo desarrollar la inteligencia espiritual

  1. Sin la inteligencia «del alma» no somos más que viajantes sin rumbo. La sociedad se preocupa demasiado de utilizar la inteligencia para lograr fines materiales y el resultado es más vacío dentro de nosotros…Sin embargo aquellos gestos, palabras demostraciones afectivas nos llena plenamente. ¡Qué bien nos encontramos practicando ese algo que no tiene ningún precio.
    Se puede regalar felicidad aunque nos sintamos muy desgraciados…

  2. El sutil escuchar a la propia consciencia y el actuar en consecuencia, el sostener en el tiempo los anhelos e ideales para el bien común, etc., serían la causa de efectos asociados al campo positivo como la inteligencia espiritual, la paz interior, la pérdida del miedo a «morir», las sincronías o experiencias agradables, la satisfacción con lo que se es, se tiene, se hace, inclusive se sospecha que los equipos funcionen correcto, etc. Pero como tal vez todo tiene un precio, el estado de bienestar no conjugaría con la riqueza material y afines y estimo además, en algún momento a la persona le habrá de enfrentar con su contraparte, para lo que estaría en parte preparado.

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