Hace no demasiado tiempo fue muy sonado el caso de Gary McKinnon, un hacker británico que presuntamente habría conseguido entrar en redes de la NASA, US Army, DoD y US Air Force. Y cuando decimos entrar, es entrar hasta la cocina, y no juguetear con su página web.

Ésto sucedió durante los años 2001 y 2002, a partir de entonces estuvo involucrado en todo un entresijo legal con Estados Unidos, que finalmente pidió su extradición.

El motivo por el que Gary irrumpió en esos sistemas fue su búsqueda de tecnología extraterrestre, especialmente la generación de energía gratuita. Pensaba que era injusto que hubiera guerras y países invadidos por culpa del petróleo mientras que departamentos secretos de Estados Unidos podrían estar ocultando fuentes de energía gratuita. De hecho, pensaba que ésta tecnología extraterrestre era el mayor secreto jamás guardado, y si encontraba la información la liberaría para beneficio de la humanidad.

Programó un pequeño script en Perl que escaneaba máquinas con contraseñas vacías o por defecto. Según sus cálculos podría escanear 65000 máquinas cada 8 minutos aproximadamente. Una vez lo puso a funcionar quedó impresionado con la poca seguridad, o mejor dicho la ausencia de ésta, de esas redes.

Durante los dos años que estuvo investigando cuidó meticulosamente sus horarios para conectarse durante las noches de Estados Unidos. Aún así comenta que un ingeniero de redes le detectó mientras lo controlaba mediante escritorio remoto, y le preguntó vía WordPad «¿Qué estás haciendo?», a  lo que contestó que pertenecía a un cuerpo militar de seguridad informática, cosa que el ingeniero aceptó.

Finalmente cuenta que en el centro espacial Johnson de la NASA encontró fotografías en alta resolución de tecnología no humana (concretamente de lo que podríamos llamar un OVNI), la culminación de todo su trabajo. No consiguió descargarlas porque estaba ejecutando un programa de control remoto y cuando se dispuso a descargar los ficheros fue detectado y expulsado del sistema.

Y hasta aquí su pintoresca historia. Es un caso realmente extraño ya que por un lado no hay ninguna prueba, pero por el otro ha tenido gran repercusión, no sólo por la prensa, sino también por parte de Estados Unidos que ha puesto grandes esfuerzos para capturarle. ¿Miedo por lo que pudiera haber visto? Quién sabe …

– Sitio de apoyo a Gary McKinnon.

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