Considerada como una aberrante epidemia sociocultural, cientos de padres en la India están pagando cirugías para transformar a sus hijas en niños; la causa responde a una mezcla entre creencias religiosas y factores socioeconómicos.
La india es un país tan colorido como complejo, sede de un verdadero maremagnum psicosocial en el que las diversas vertientes culturales y tradiciones se manifiestan, sin excepción, con notable intensidad. Y entre esta apasionante lasagna de usos y costumbres se ha confirmado una marcada preferencia en las familias por tener hijos varones sobre hijas (fenómeno que en buena medida se debe a contextos religiosos así como a tradiciones milenarias, e incluso a factores socioeconómicos, que favorecen a la masculinidad). Lo anterior estaba ya confirmado gracias a las estadísticas de abortos en la India, práctica en la que predominaban notoriamente los abortos de bebés mujeres. Sin embargo, esta “selectividad de género” parece estar llegando a una etapa que al menos podría considerarse como profundamente lamentable, y que muchos califican como indignante.
En tiempos recientes se esta consolidando una siniestra “moda” entre los padres indios que consiste en cambiar, quirúrgicamente, el sexo a sus hijas para transformarlas en niños. Se tienen reportes de que cientos de padres han pagado por que se les aplique a sus hijas una operación conocida como genitoplastia, la cual consiste en modelar un pene a partir de los órganos sexuales femeninos. Posteriormente se dosifica a las niñas de entre uno y cinco años, con una buena cantidad de hormonas masculinas. Pero como mencionamos anteriormente, esta tendencia no responde exclusivamente a creencias religiosas o tradiciones culturales sino que, existe un factor financiero o socioeconómico que al parecer, patéticamente, es el de mayor peso en la decisión.
“La gente no quiere compartir su propiedad o invertir en la educación de las niñas o dotes. Son las avaras clases medias persiguiendo el dinero” afirma Ranjana Kumari, activista en contra del aborto de niñas en la India. A pesar de que este lamentable fenómeno ha sido ya denunciado por medios alrededor del mundo, las autoridades indias aún no han definido un esquema para atacar el problema, iniciativa que no solo debiera implicar severos castigos legales contra los padres que recurran a esta práctica y los doctores que accedan a llevar a cabo este tipo de operaciones, sino que debiera de incluir una intensa campaña de educación a favor de revalorar el papel de la mujer en la sociedad de este país.
Es importante recordar que la mezcla de factores económicos, sociales, culturales, y religiosos, hacen de la India un sistema dificil de penetrar, en particular si consideramos que la población rebasa los mil millones de habitantes y que es el país con mayor crecimiento demográfico del mundo. Sin embargo, y a pesar de respetar la diversidad de usos y costumbres, parece que esta psicosis social debiera de ser frenada por un gobierno cuya presunta función esencial es la de velar por el bienestar integral de sus habitantes.
[The Week]