El 30 de junio pasado 74 personas que habían pedido asilo fueron expulsadas de Sudán, según Acnur, que indicó haber sido advertido por las autoridades de migración sudanesas.

Acnur está profundamente preocupado por los recientes envíos de regreso forzados, o rechazos, de eritreos y de refugiados eritreos por Sudán», declaró una portavoz de esta agencia de la ONU, Melissa Fleming.

Estas personas, que habían pedido asilo, fueron enviadas de regreso por la fuerza a Eritrea después de haber sido acusadas por las autoridades sudanesas de haber entrado ilegalmente en el país.

Según Acnur semejante devolución forzada es una violación del derecho internacional, concretamente del Estatuto de los Refugiados de 1954, y del derecho nacional sudanés ya que Eritrea es considerada por la ONU como un Estado donde los derechos humanos son violados sistemáticamente y donde aquellos que abandonaron el país corren el riesgo de ser arrestados al regresar.

Según la ONU, cerca de 4.000 eritreos huyen todos los meses de su país, cuya superfice es cercana a la de Gran Bretaña, para escapar de la represión brutal del poder político y el trabajo forzado, no remunerado y de duración ilimitada. El 27 de junio el Consejo de Derechos Humanos de la ONU abrió una investigación sobre las violaciones masivas de los derechos humanos en Eritrea.

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