Los ministros de Exteriores de las potencias occidentales se reúnen el domingo en Viena para intentar desbloquear las muy difíciles negociaciones sobre el programa nuclear iraní, ocho días antes de cumplirse el plazo para llegar a un acuerdo definitivo.
Procedente de Kabul, el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, llegó la mañana del domingo a Viena para reunirse a lo largo del día con sus homólogos William Hague (Reino Unido), Laurent Fabius (Francia) y Frank Walter Steinmeier (Alemania).
Desde principios de mes, en la capital austriaca los negociadores iraníes y del 5+1 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania) intentan hallar un acuerdo sobre este delicado asunto, que enrarece las relaciones entre la República Islámica y las potencias occidentales.
Pero el conflicto entre Israel y Hamas también estará presente en las conversaciones entre los ministros occidentales, que buscarán, según la expresión de William Hague, definir «una acción internacional urgente y concertada» para obtener un alto el fuego.
El grupo de las grandes potencias no se reunirá en sesión plenaria, ya que los ministros ruso y chino están ausentes, aunque sí se organizarán reuniones bilaterales o trilaterales con el jefe de la diplomacia iraní Mohammad Javad Zarif.
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, «está acompañando al presidente Vladimir Putin en su visita en América Latina», justificó el diplomático citado por la agencia Itar-Tass.
El objetivo de estas reuniones de alto nivel, ahora que las conversaciones ingresan en una fase «difícil» según ambas partes, es «superar las importantes divergencias» que persisten, según Washington.
Llegar a un acuerdo antes del plazo límite «es difícil pero no imposible», declaró el sábado un alto representante del Departamento de Estado.
Las potencias occidentales, que sospechan que Irán busca dotarse del arma atómica, quieren obtener garantías claras de la naturaleza estrictamente civil del programa nuclear iraní, a cambio de levantar las sanciones internacionales que asifixian la economía de este país.
Desde la firma de un histórico pero temporal acuerdo en Ginebra en noviembre de 2013 –congelar el programa nuclear iraní a cambio de levantar parcialmente las sanciones–, las negociaciones se han sucedido para intentar lograr un acuerdo definitivo, que supuestamente debe quedar cerrado el 20 de julio.
No obstante, las negociaciones pueden prolongarse si las dos partes están de acuerdo.
«No es aún seguro que superemos nuestras divergencias», advirtió el negociador iraní Abas Araghchi, quien expresó el deseo de que la presencia de ministros tenga una «influencia positiva» para dar un nuevo impulso a las negociaciones.
«Esperamos que haya acuerdo antes del 20 de julio. Si no es así, se puede prolongar por algunos días las conversaciones, pero si se constata que las demandas excesivas (de los occidentales) se mantienen, no será un drama y nosotros proseguiremos nuestro programa», dijo.
Estas conversaciones permitirán asimismo fijar el nivel de unidad del grupo de las seis grandes potencias, representadas por la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.
El sábado, el viceministro ruso de Exteriores, Serguei Riabkov, declaró que «la unidad no debe ocultar» los intereses rusos, relata la agencia Novosti, sin más detalles.
Un alto funcionario del Departamento de Estado desmintió sin embargo cualquier división en el seno del grupo.