España -y también Italia- se salvaron ayer de una buena en los mercados. Sin embargo, la sensación final de alivio que dejó la jornada, tras los momentos de pánico vividos entre las 9 y las 10:15 horas, no debe desviar la atención. Los inversores han enviado una advertencia seria, muy seria, de que no van en broma.
Si un recado de estas características nunca es bien recibido, menos aún en el momento actual. El hambre se puede unir con las ganas de comer en España, porque en poco más de una semana nuestro país atravesará una auténtica etapa alpina en el tour financiero.
En la agenda, cinco cimas que supondrán, cada una de ellas por separado y todas en conjunto, una auténtica reválida para la credibilidad financiera española. Un examen en toda regla para evaluar el grado de confianza que inspira nuestro país entre los inversores y para diagnosticar si España está condenada o no a sumarse al grupito integrado en la actualidad por Grecia, Irlanda y Portugal.
15 de julio
La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) hará público el resultado de los test de estrés en los que España participará con la práctica totalidad de las entidades financieras, mientras que en el resto de los países la participación de la banca será mucho más limitada. Éste ha sido uno de los factores que ha llevado a muchas entidades españolas a quejarse del agravio comparativo que pueda encerrar unos resultados que la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, admite que pueden contener suspensos.
Sin embargo, fuentes del sector también apuntan que las dos grandes entidades españolas, Banco Santander y BBVA, estarán entre las diez que mejores resultados consigan a nivel europeo. Aunque también se espera a un nutrido grupo de entidades cuyos resultados se sitúen en niveles de entre 5 y el 6%, lo que se considerará un aprobado «por los pelos» y las obligará a adoptar una serie de medidas adicionales para alcanzar una nota óptima, que estaría entre el 6,5 y el 7%, según las mismas fuentes consultadas por este periódico.
La publicación de estos resultados se darán a conocer en el mismo día en el que para Bankia y Banca Cívica concluye la revocación de los mandatos de compra. La entidad que preside Rodrigo Rato enviaba esta misma semana una carta a toda la plantilla en la que felicitaba a los trabajadores por el esfuerzo que habían hecho para colocar las acciones en el tramo institucional que «ya está prácticamente cubierto» -según aseguraba en la misiva- y el tramo minorista que «va muy avanzado», apostillaba.
A mediados de esta semana, la entidad ya tenía cubierto más del 80% de la oferta. En términos similares se encontraba Banca Cívica, con una demanda sobresuscrita para el tramo minorista y una acogida muy satisfactoria para el tramo institucional, según aseguraron ayer fuentes próximas a la entidad que copresiden Antonio Pulido y Enrique Goñi.
18 de julio
Si se mantiene el calendario, Bankia tiene previsto publicar esa jornada el precio definitivo de su salida a bolsa después de que ayer se fijara el precio máximo para el tramo minorista. La decisión se adoptará tras un fin de semana que se presume intenso, puesto que está previsto que se produzcan todos los ajustes que permitan ofrecer un precio lo suficientemente atractivo para los inversores institucionales y lo más atrayente posible para los particulares.
La fijación de ese precio no quedará ajena, sin embargo, al comportamiento de unos mercados financieros que viven la resaca de un fuerte desplome y un comportamiento de la prima riesgo que llegó a marcar niveles históricos a lo largo de esta semana, alcanzando incluso los 375 puntos básicos.
En cualquier caso, fuentes próximas a la entidad defendieron hasta el último momento el mantenimiento de las condiciones de su salida a bolsa bajo el argumento de que postergar su debut bursátil no es garantía para asegurarse una mejor situación de los mercados en los próximos meses.
19 de julio
España calibrará su credibilidad en los mercados con una emisión de letras a 12 y 18 meses. En junio, los títulos a un año se colocaron con un interés medio del 2,69%, mientras que las letras a 18 meses salieron al 3,26%, y los acontecimientos de las últimas jornadas hacen presagiar que España tendrá que pagar unos intereses sustancialmente superiores.
En este sentido, la subasta realizada ayer por el Tesoro italiano puede servir de anticipo, puesto que también emitió letras a 12 meses. El emisor transalpino tuvo que pagar un interés medio del 3,67%, cuando en junio ese rendimiento se situó en el 2,147%. En un mes, por tanto, la factura se encareció un 71%.
Si España tuviera que hacer frente a un aumento de estas dimensiones, el interés superaría con creces el 4% y sería el más elevado desde el año 2000. Dos variables determinarán el resultado de esta emisión: el objetivo de financiación que establezca el Tesoro y la demanda que acuda a la operación. Cuanto más dinero quiera captar el organismo emisor y cuanto más reducidas sean las peticiones, peor para España; y al contrario, si el Tesoro no es demasiado pretencioso y, como viene siendo habitual, la demanda de letras a 12 y 18 meses permanece alta, la colocación se encontrará con unas condiciones más ventajosas dentro de la complejidad general.
Ese mismo día, y tras haberse modificado el calendario inicial, Banca Cívica tiene previsto fijar el precio definitivo de su salida a bolsa. La entidad aduce como razón para justificar ese retraso de un día, en que los inversores tengan un día más de mercado para valorar los resultados de los test de estrés. Y es que cuando la entidad que copresiden Enrique Goñi y Antonio Pulido, el resultado de los test de estrés estará en el mercado durante el fin de semana y tendrán, además, la jornada del lunes para analizar con detenimiento el impacto que ha tenido en Bankia, la otra salida a bolsa que servirá a Banca Cívica como referente.
20 de julio
Si el almanaque sigue dejando caer sus hojas con la cadencia prevista, durante esa jornada, el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, tocará la campana que dará la bienvenida de la entidad financiera a la bolsa. Será el paso final de una larga singladura que concluye con la cotización en los mercados financieros en uno de los momentos más críticos para las bolsas de todo el mundo.
Muchos analistas consideran la salida a bolsa de la entidad como un auténtico desafío en el momento más complicado de los mercados, aunque otros no ven que un posible retraso sirva para encontrarse en otoño -la otra fecha prevista para el debut- una situación mejor. Además, recuerdan que la salida a bolsa de Loterías y Apuestas del Estado podría hacer naufragar cualquier otro colocación.
21 de julio
Tras el aperitivo del martes con las letras, el Tesoro Público volverá a vérselas con el mercado el jueves. Será una reválida aún más seria, puesto que emitirá obligaciones a 10 y 15 años. Es decir, un tipo de títulos con el que los inversores confesarán el grado de estabilidad y viabilidad que intuyen en las finanzas públicas españolas.
A la espera de conocer el objetivo de financiación que se proponga el Tesoro -todo indica que no será demasiado ambicioso, puesto que cuanto más lo sea, más difícil resultará la colocación-, la evolución reciente de los mercados anticipa que el examen será difícil. «El acceso de España a los mercados no está en discusión por el momento. Otra cosa distinta es el precio que tenga que pagar, y éste, en las circunstancias actuales, será alto», avisa un operador de una entidad española.
En junio, los títulos a 10 años se adjudicaron con un rendimiento medio del 5,35%, mientras que el de los bonos a 15 años se elevó al 6,03%. En la actualidad, en el mercado secundario -la plataforma en la que cotizan los títulos tras haber sido emitidos-, la rentabilidad de los primeros se encuentra en el 5,85%; la de los segundos, en el 6,15%. Si España tuviera que abonar unos intereses superiores al 6% en ambas referencias, una posibilidad que la tensión de los últimos días está anticipando, estaría pagando el peaje de financiación más alto desde los años 90.
Por otra parte, y tras ajustar en un día el calendario inicial, ésa es la fecha que Banca Cívica tiene señalada en rojo para su debut bursátil. Se desmoronan así las previsiones que manejaban algunas fuentes próximas a la entidad que apuntaban a que podría adelantarse incluso a la fecha inicial del 20 de julio y que, finalmente, ha evitado coincidir con Bankia en su debut bursátil. Aunque el hecho de salir un día más tarde que la otra gran colocación también se interpreta por algunos analistas como un factor de riesgo adicional que podría frustrar el éxito de la colocación. En el mismo sentido que Bankia, tampoco sería una garantía del éxito aplazar un debut hasta después del verano.
Fuente: https://selenitaconsciente.com