Los dos religiosos a su llegada al Hospital Carlos III. EFE
La hermana Catherine se quejó de que los españoles no se interesasen ni siquiera por su estado. Tampoco les proporcionaron material médico para que pudiesen sobrevivir en Liberia el máximo tiempo posible. «Vamos a morir aquí«, denunció entre gritos la misionera.
Preguntada por los supuestos problemas burocráticos para embarcar a ciudadanos de otros países en el avión del Ejército español desplazado a Monrovia, la religiosa negó que haya sido ese el motivo. «Nuestros gobiernos no se negaron a nada, ha sido España la que no quiere llevarnos. No estaban dispuestos a coger a ninguna gente», lamentó.
En este momento, en el hospital de la orden de San Juan de Dios, que se halla cerrado, aparte de la hermana Catherine hay otras cinco personas identificadas. Se trata de dos hermanos George Combey (ghanés), las misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal Mutwameme yPaciencia Melgar (estas dos últimas contagiadas por el ébola) y el matrimonio formado por el administrador, Eugene Osei-Wusu, y su esposa, Gloria, ambos de nacionalidad ghanesa.
Catherine inisistió en que no hay medios en el país para atender el brote del ébola. «Todo está asolado. Cuando das positivo en la prueba te llevan al centro de aislamiento. Pero no queremos ir, no cuidan a los enfermos. Los que se encuentran trabajando allí son voluntarios, pero no tienen conocimientos para tratarnos», lamentó la religiosa.
Por desgracia la buena hermana tiene toda la razón del mundo…Los «negros» valen para dar su vida desde siempre y hasta su sangre para salvar a otros seres no importando el color pero el maldito racismo sigue vigente de forma absolutamente vergonzosa.
Que Dios las ampare y las acoja en su seno sin demasiados sufrimientos.