Kintsugi, el arte de reparar.

Una colaboración de Adriana Babè

Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro.

Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso.

El arte tradicional japonés de la reparación de la cerámica rota con un adhesivo fuerte, rociado, luego, con polvo de oro, se llama Kintsugi.

El resultado es que la cerámica no sólo queda reparada sino que es aún más fuerte que la original. En lugar de tratar de ocultar los defectos y grietas, estos se acentúan y celebran, ya que ahora se han convertido en la parte más fuerte de la pieza.

Kintsukuroi es el término japonés que designa al arte de reparar con laca de oro o plata, entendiendo que el objeto es más bello por haber estado roto.

Llevemos esta imagen al terreno de lo humano, al mundo del contacto con los seres que amamos y que, a veces, lastimamos o nos lastiman.

¡Cuán importante resulta el enmendar!

Cuánto, también, el entender que los vínculos lastimados y nuestro corazon maltrecho, pueden repararse con los hilos dorados del amor, y volverse más fuertes.

La idea es que cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección, y repararlo con algo que haga las veces de oro: fortaleza, servicio, virtud…

La prueba de la imperfección y la fragilidad, pero también de la resiliencia —la capacidad de recuperarse— son dignas de llevarse en alto.


http://blocjoanpi.blogspot.com.es/2014/05/kintsugi-el-arte-de-reparar.html

4 comentarios en “Kintsugi, el arte de reparar.

  1. Hermoso arte.

    » Ellos creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso.»

    Son como las cicatrices que deja la vida en los cuerpos y en las almas.

    Cuando alguien ha sufrido y ha conseguido » repararse » a sí mismo, se vuelve más hermoso. Y cuanto más profundo ha sido el padecimiento más brillo tienen después.

    Vencer la dificultad, la rotura, y recomponer lo descompuesto; otorga un plus de belleza. Incluso diría que aporta serenidad a la belleza.

    Hermosa metáfora de la vida.

    Muchas gracias Adriana. No conocía éste arte.

    Un saludo.

  2. ¡Qué hermoso! ahora todo lo que se rompe se tira, pero es tan lindo tener cosas con historia, tengo una escultura de cerámica de mi abuela, rota, la repararé y le pintaré las grietas con polvo de oro, no, mejor con pintura color oro, jeje, buena idea.

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