Varios enfermeros españoles se concentraron hoy en Berlín frente al Ministerio alemán de Sanidad, respaldados por el sindicato Ver.di, para reclamar que se respeten sus derechos laborales y no se les discrimine frente a los empleados alemanes.

Los españoles fueron contratados en España por la empresa GIP, que presta cuidados sanitarios, y cuando llegaron a Alemania comprobaron que las condiciones pactadas eran inferiores a las que les corresponderían por su categoría profesional, explicó a Efe Alba Díez, una de los manifestantes.

El problema, explicó, afecta a más de un centenar de trabajadores griegos y españoles en la empresa.

«Mismo trabajo, mismo salario»

El grupo ha conseguido el respaldo del sindicato Ver.di, uno de los principales del país en el sector servicios, y varios de sus miembros se acercaron hoy al Ministerio de Sanidad para recordar su histórico lema: «Mismo trabajo, mismo salario».

Junto a ese eslogan, los concentrados mostraron pegatinas en las que se podía leer «no a los contratos leoninos», «exiliado y explotado» o «los inmigrantes son iguales».

Los españoles han estado apoyados por el grupo de acción sindical del 15M de Berlín, que denunció en un comunicado que las empresas privadas del sector sanitario en Alemania, donde se estima que hay sin cubrir 30.000 puestos de enfermería, se «aprovechan de la vulnerabilidad» de los trabajadores extranjeros.

Diferenciales salariales de hasta un 40%

Según sus cifras, en GIP se estima que existe una diferencia salarial de hasta un 40% entre alemanes y extranjeros.

Otra de sus principales críticas es que la empresa obligue al pago de una «multa» al trabajador que decida rescindir antes de tiempo el contrato firmado, normalmente de 18 meses.

Esa «multa», de varios miles de euros, tendría como objetivo pagar el programa de acogida de los extranjeros, a los que la empresa proporciona durante varios meses alojamiento, manutención y cursos de idiomas.

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