¿DE DÓNDE VENIMOS?

En el anterior artículo terminábamos con una pregunta ¿qué fue del conocimiento antiguo que creó las civilizaciones?

Para responder a esta pregunta nos íbamos a los siglos XII y XII a la región de Francia, donde de repente se comenzaron a construir las catedrales góticas.

Se puede decir que los constructores góticos sentían una especial predilección por los solsticios (junio y septiembre), estas fechas fueron sin duda importantes en la antigüedad para marcar la fecha en la que el sol cambiaba y una nueva estación venía sobre La Tierra, pero, En los siglos XII esto ya no era necesario. ¿Por qué se hacía entonces?

En Chartres una catedral levantada en 1220, en cada solsticio un rayo de sol, atravesaba un pequeño agujero del vitral de San Apolinar para finalizar en una muesca en el suelo con forma de pluma.

En Vezelay durante los solsticios una serie de manchas de luz, crean un camino sobre el suelo, revelando al creyente la existencia de un sendero hasta el cielo para la salvación.

No les recuerda nada. Es un paralelismo muy claro con los caminos marcados en los monumentos antiguos de los que hemos hablado.

¿Casualidad? Si visitan la catedral de Vezelay se encontraran un poco más abajo la Basílica de La Madeleine, este edificio gótico temprano tiene un tímpano central, que vio a Bernardo de Claraval convocar la 2º cruzada, en él una escena que sin duda recordaran:

Un ángel que sostiene una balanza, en la que se pesa el alma de los difuntos, los que no pasan la prueba, son obligados a caminar hacia un monstruo con cabeza de cocodrilo.

Así pues en una basílica cristiana se representa el libro de los muertos de Egipto. Los constructores quisieron exteriorizar un conocimiento antiguo pre cristiano, y además por eso situaron las catedrales como un espejo del cielo, en los lugares adecuados para contactar con los dioses antiguos y seguir la senda del conocimiento antiguo.

Fue Pitágoras quien descubrió que los pobladores del Nilo consideraban los solsticios como los momentos especiales para estos encuentros celestiales.

Este conocimiento estaba en manos de las sectas, una de ellas los templarios llegaron a tener un gran poder político y económico hasta su destrucción y persecución, acusada de adorar a dioses falsos. Una secta entre Jerusalén y Roma.

Sin embargo el conocimiento no se perdió con la destrucción de los templarios, simplemente pasó a manos de otras sectas en Roma.

En menos de 100 años 80 catedrales se comienzan a construir en un gigantesco mega-proyecto.

Fue necesario destinar innumerables recursos, que aportaban sectas como los templarios, ellos fueron los primeros bancos de occidente. Las técnicas de enriquecimiento y poder que obtuvieron sirvió para construir las catedrales.

Viajemos ahora al kurdistan Iraki, un califa Yezid y un tiempo, el siglo XI. Este califa marcó siete lugares (un número familiar), a través de los cuales se podían alcanzar los cielos, con ayuda de Lucifer. Los yezidies construyeron estas torres que imitaban a la Osa mayor, fueron las llamadas torres del diablo.

Todo este afán de construcción quedó explicado en el Kore Kosmon, y forma parte de los escritos herméticos. Aquí se habla de conocimientos para contactar con los dioses a partir de talismanes, pero, no se confundan, no estamos hablando de medallitas, hablamos de complejos gigantescos que se extienden en áreas enormes como las que hemos descrito.

En estos sitios, en fechas determinadas y con rituales determinados, se podría llegar al contacto, un contacto que suponía trazar el camino a las estrellas, un contacto para adquirir conocimiento y poder.

Las catedrales, son al igual que los otros monumentos un talismán de contacto utilizado durante siglos.

¿Están empezando a DESPERTAR?

Si es así, sólo tienen que seguir leyendo.