Ha pasado siglo y medio desde la publicación de la teoría de la evolución, por Charles Darwin, en su libro “El origen de las especies”, y desde entonces se ha convertido en la piedra angular de la biología moderna, sin embargo, su aplicación a la comprensión de la mente humana sigue siendo controvertida.
Durante los últimos 30 años, la interpretación evolutiva de la cognición humana ha estado dominada por el campo de la psicología evolutiva, y el punto de vista de este campo es que la mente humana se compone de una lista de programas dedicados, cada uno formado por una selección natural, con el fin de resolver problemas específicos de nuestros antepasados de la Edad de Piedra, suponiendo esto que todos los seres humanos poseen la misma arquitectura universal, independientemente de la geografía o la educación. Sin embargo, esta caracterización de la mente humana ha sido objeto de muchas críticas, dado que algunas interpretaciones son tan especulativas que equivaldrían a una ‘historia de la evolución.»
En un artículo publicado en la revista PLoS Biology, un equipo de biólogos, psicólogos y filósofos de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos, la Universidad de Cincinnati en Estados Unidos y la Universidad de St Andrews en Escocia, sugieren un nuevo marco para el análisis evolutivo de la mente, basándose en una variedad de trabajos recientes relacionados.
El profesor Johan Bolhuis, y sus colegas, describen cómo el campo de la psicología evolutiva ha estado dominado por un conjunto de supuestos generales, por ejemplo, que la conducta humana es poco probable que sea adaptativa en entornos modernos, que la cognición humana es un conjunto de tareas determinadas o que hay una naturaleza humana universal. Sin embargo, los nuevos hallazgos y enfoques de la genética, la neurociencia y la biología evolutiva cuestionan ahora estos supuestos. Por ejemplo, muchos genes humanos han sido objeto de una reciente selección en los últimos miles de años, lo cual significa que los humanos no sólo se adaptaron necesariamente al entorno de la Edad de Piedra. Estos resultados experimentales y teóricos sugieren que, los humanos juegan un papel activo y constructivo en la co-dirección de su propio desarrollo y evolución. La forma en que los humanos piensan y se comportan varían de individuo a individuo y de un lugar a otro. Además, la evidencia experimental demuestra que la mente humana con frecuencia utilizan reglas de aprendizaje muy generales, en lugar de una versión modular de la cognición.
El autor principal, el profesor Kevin Laland, ex presidente de la European Human Behaviour and Evolution Association, declaró: «El paradigma actual de la psicología evolutiva tuvo sentido en la década de 1980, cuando hacía furor la modularidad de la mente y todo el mundo pensaba que la evolución era lentísima. Sin embargo, con el beneficio de la retrospectiva podemos ver que estos supuestos son cuestionables, y que este campo necesita un marco teórico más amplio. Los desarrollos recientes de la biología evolutiva y las ciencias cognitivas proporcionan algunos nuevos y excitantes caminos para la investigación. Entramos en una nueva fase de la disciplina.»
- Referencia: ScienceDaily.com, 19 de julio de 2011
- Fuente: PLoS Biology, a través de EurekAlert! .
- Diario de referencia: Johan J. Bolhuis, Gillian R. Brown, Robert C. Richardson, Kevin N. Laland. Darwin in Mind: New Opportunities for Evolutionary Psychology. PLoS Biology, 2011; 9 (7): e1001109 DOI: 10.1371/journal.pbio.1001109 .
Traducido por Pedro Donaire http://bitnavegante.blogspot.com/2011/07/la-evolucion-de-las-ciencias-cognitivas.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+bitnavegante+%28BitNavegantes%29&utm_content=Google+Reader&utm_term=Google+Reader