La corrupción política no debe figurar durante tanto tiempo en las portadas de las noticias.

Es preciso erradicar y sentar un precedente de acción democrática ciudadana. No se trata  tanto de quitar al partido corrupto como de sentar precedentes éticos.

Esa función corre a cargo de cada uno de nosotros.

Debemos ademas, comentarla con nuestros hijos y amigos. Debemos quitar la confianza a aquel que nos la tomó prestada en su propio beneficio.

Si no lo hacemos, seremos coparticipes del engaño y ayudaremos a que siga propagándose y contaminando las instituciones.

Al igual que con el ébola, se debe aislar y mantener totalmente a parte a los partidos políticos que no han sabido utilizar la confianza que les dimos.

maestroviejo

Uno de los socios de Fortia Vida, la mutua que recibió 98,5 millones de la Junta de Andalucía para prejubilar a trabajadores con cargo al fondo de reptiles, entregó tres millones de euros al PSOE. Así lo asegura a EL MUNDO Eduardo Pascual Arxé, ex banquero catalán imputado en el caso ERE y socio también de Fortia Vida, que señala como autor de la entrega a Antonio Garrigó Pérez, también accionista de la mutua catalana con un 7,19%.

Pascual, que el 26 de septiembre declaró ante Alaya que en la práctica Fortia Vida estaba controlada por el Partido Socialista de Cataluña (PSC), asegura que Garrigó le confesó que hizo la donacióna cambio de que la Junta adjudicara a la mutua parte del negocio de los ERE.

El ex banquero -al que el PSOE andaluz ha denunciado por injurias y calumnias– se reafirma en lo declarado ante Alaya. De hecho, ya le ha remitido un escrito a la juez en el que confirma su declaración y amplía algunos extremos. Así asegura que los tres millones entregados al PSOE equivalían al 3% del importe que debía captar Fortia Vida, pero no aporta pruebas documentales.

Fue durante las negociaciones previas a la fusión de las mutuas Personal Life y Norton Life que dio lugar a Fortia Vida, a finales de 2006, una operación impulsada por la Generalitat entonces gobernada por el PSOE, cuando Garrigó admitió que la futura mutua se había asegurado 100 millones de euros de la Junta y que él ya le había adelantado tres al PSOE.

Empresarios vinculados al PSOE

El ex banquero catalán, además, asocia a Garrigó con Cruz Apestegui Cardenal, también socio protector de Fortia Vida, con un 8,38% del fondo mutual. Apestegui estuvo casado con una hermana de Jesús Barderas, el empresario español afincado en República Dominicana amigo de Felipe González y que, según declaró Pascual ante la juez Alaya, «lleva todo el tema de inversiones internacionales en Sudamérica» de empresarios vinculados al PSOE. Barderas estuvo en su día estrechamente vinculado al difunto empresario Enrique Sarasola, otro de los amigos del ex presidente González.

Los mediadores de los ERE se asociaron precisamente con Barderas para construir al menos un hotel en el Caribe, el Fishing Lodge Cap Cana, promovido por la empresa Corporación Hotelera del Mar,cuyas acciones compró Fortia Vida con dinero del fondo de reptiles. En su declaración ante Alaya, Pascual aseguró que 18 millones fueron a parar a inversiones relacionadas con empresarios vinculados al PSOE, entre ellos tres millones «anticipados a Garrigó».

De la versión de Pascual y los hechos conocidos en la investigación del caso ERE se desprende lo siguiente: la Junta tenía un fondo de reptiles que usaba de espaldas a los controles de la Intervenciónpara prejubilar a trabajadores con fondos públicos. Los fondos se repartían con plena arbitrariedad. En muchos de esos ERE se incluyeron intrusos, es decir, por simple afinidad con el PSOE o sus dirigentes o con el Gobierno andaluz o sus altos cargos, según sostiene la juez Alaya.

Una vez decidida a poner en marcha un sistema de prejubilaciones con fondos públicos, a la Junta le cabían dos opciones: gestionar ella misma el pago o subcontratarlo con compañías de seguro y mutualidades. Optó por lo segundo.

El sistema garantizaba la opacidad

Ese sistema garantizaba la opacidad, ya que si no habría que haber creado un departamento específico en la Junta para gestionar el pago y seguimiento de las prejubilaciones. Además, en teoría, la subcontratación es menos gravosa para las arcas públicas porque las aseguradoras, al recibir el dinero por anticipado, aplican una rebaja que luego esperan compensar invirtiendo el dinero a lo largo de la duración de los planes de prejubilación. Sin embargo, esa rebaja no existía en la práctica, según Alaya, porque el coste de las prejubilaciones se inflaba para pagar comisiones a sindicatos, intermediarios y conseguidores.

Fortia Vida fue una de las entidades externas a las que la Junta recurrió para asegurar el pago de las prejubilaciones, pese a que no podía operar fuera de Cataluña. En concreto, recibió 98,5 millones de los 855 a los que, según la juez, ascendió la cuantía del fondo de reptiles.

Una vez recibió los fondos, Fortia Vida utilizó a Plárrega Invest 2000 SA, una sociedad cotizada en la Bolsa de Barcelona, para presuntamente ir desviando el dinero que debía pagar a los prejubilados e invertirlo, entre otros sitios, en el Caribe.

Los administradores concursales de Fortia Vida detectaron que, después de prestar dinero a plárrega, ésta traspasó los fondos a otras sociedades de la trama como Inmowellins o Aulaga que, a su vez, realizaron préstamos a otras sociedades o a personas físicas, entre ellas Antonio Garrigó. El dinero prestado a éste fue el que acabó en el PSOE. Garrigó nunca devolvió los préstamos porque le fueron condonados.

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