EEUU está considerando bombardear los oleoductos en Siria, que afirma ser un intento de cortar los enormes beneficios obtenidos por ISIS (Estado Islámico) con la captura de yacimientos petrolíferos.
El periódico The Independent cita a Julieta Valls Noyes, Subsecretaria del Departamento de Asuntos de Europa y Eurasia del Departamento de Estado de EEUU, que durante una visita a Londres declaró que ISIS estaba obteniendo ganancias de 2 millones de dólares al día por ventas de petróleo y que EEUU consideraría bombardeos aéreos además de “bombardeos cinéticos contra algunos oleoductos” y “acción física real para detener el flujo”.
El problema con esta justificación para destruir los oleoductos de Siria es que ISIS no tiene la capacidad de utilizar los oleoductos para el traslado del petróleo. ISIS transporta el petróleo robado en camiones, y lo vende en el mercado negro de Turquía.
Esto es admitido en el mismo artículo de The Independent que cita a la Sra. Noyes.
The Independent afirma que:
ISIS ha vendido al régimen de Damasco a través de tratos locales parte del petróleo de las instalaciones que han tomado, mientras han enviado otras partidas a Turquía para el mercado negro, con el gobierno de Erdogan siendo acusado de hacer la vista gorda a estas transacciones ilícitas.
Si EEUU realmente tuviera intención de detener los beneficios obtenidos por ISIS con el petróleo, bombardearía a estos convoyes petroleros, que son fácilmente visibles con vuelos de reconocimiento convencionales que presuntamente ya se están llevando a cabo como parte de las operaciones regulares de Occidente. La agenda de EEUU tras la destrucción de los oleoductos de Siria tiene muy poco que ver con los beneficios petroleros de ISIS, y mucho más que ver con la destrucción de la infraestructura petrolera de Siria. De hecho, la estadística de que ISIS está obteniendo unos beneficios de 2 millones de dólares diarios de la venta del crudo es una estimación de una única empresa consultora (IHS) con sede en Colorado, EEUU. La administración de EEUU ha elegido citar esto como si no presentara la más mínima duda. Es bastante más probable que el margen de beneficios haya sido exagerado para desviar la atención del hecho de que ISIS está siendo financiado por actores estatales como Turquía, Catar y otros estados de Golfo Pérsico, además de para proporciona un pretexto para atacar la infraestructura de Siria.
El mes pasado los bombardeos aéreos en Siria e Irak liderados por EEUU supuestamente destruyeron pequeñas refinerías petroleras en Raqqa. No se hizo esfuerzo alguno para probar si ISIS tenía o no la capacidad de utilizar las refinerías petroleras de Siria. De hecho, la misma empresa consultora que EEUU cita sobre los beneficios petroleros de ISIS (IHS), afirma que ISIS está vendiendo petróleo crudo sin refinar. La IHS advierte que esta estimación fue realizada con anterioridad a los ‘bombardeos de EEUU’ eludiendo la noción del efecto de los bombardeos de EEUU en los beneficios petroleros de ISIS. Sin embargo, el pro-insurgencia Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña, que durante los primero años de la crisis siria fue la fuente más fiable para los medios de comunicación de las élites de Occidente, ha declarado que las refinerías petroleras no eran un blanco real y que ISIS no las estaba utilizando.
Reuters informó que:
“Estas supuestas refinerías no son un blanco real y ni siquiera debilitan al Estado Islámico ya que no tienen ningún valor financiero para ellos,” Rami Abdel Rahman del Observatiro Sirio de Derechos Humanos declaró a Reuters. “Estan compuestas por camiones con equipamiento para separar el diesel y el petróleo utilizado por los civiles.”
Es público y notorio que las dos refinerías principales de Siria están en Homs y Banyas, no en ningún lugar cercano a Raqqa. La Declaración de EEUU sobre la destrucción de refinerías improvisadas es una cortina de humo, y probablemente será utilizada como justificación para destruir más de la infraestructura de Siria.
La destrucción de la infraestructura petrolera de Siria también abriría la puerta a compañías petroleras de EEUU y RU para la obtención de contratos para su reconstrucción, pagada con deuda, del Estado Sirio. Que empresas extranjeras dirigieran la producción de petróleo y gas sirio evitaría que Siria nacionalizase sus propios recursos y que se convirtiera en un país independiente próspero. Resultaría en la esclavización del país y mitigaría la amenaza que representa para los estados subordinados a EEUU incluidos Israel, Arabia Saudí y Turquía.
Sueños de gasoductos
Los objetivos de EEUU no se limitan a sacar provecho del petróleo sirio. EEUU también busca controlar el flujo del petróleo y su venta a otras naciones, mucho más importante para su hegemonía global. Su objetivo también puede que tenga más que ver con las reservas de gas de Irán y Rusia que con el petróleo de Siria.
The Guardian afirma:
En 2009… Assad se negó a firmar un acuerdo propuesto con Catar que construiría un gasoducto desde el campo petrolífero Norte de Catar, adyacente con el campo petrolífero Pars Sur de Irán, a través de Arabia Saudí, Jordania, Siria y hasta Turquía, con vistas a proveer los mercados europeos – aunque crucialmente evitando a Rusia. La lógica de Assad fue “proteger los intereses de su aliado ruso, que es el principal proveedor de gas natural a Europa.”
En su lugar, al año siguiente, Assad celebró negociaciones con Irán sobre un plan alternativo de gasoducto de 10 mil millones de dólares, que atravesando Irak hasta Siria potencialmente permitiría a Irán proveer gas a Europa desde su campo petrolífero de Pars Sur que comparte con Catar. El Memorándum de Entendimiento (MoU) del proyecto fue firmado en julio de 2012 – justo cuando la guerra civil siria se estaba extendiendo a Damasco y a Alepo – y a principios de año Irak firmó un acuerdo marco para la construcción de los gasoductos. El plan para el gasoducto Irán-Irak-Siria fue una “bofetada directa” a los panes de Catar.
El proyectado Gasoducto Irán-Irak-Siria que recorrería la costa de Siria y se adentraría en el Mediterráneo donde Rusia tiene presencia, permitiría el control ruso del grifo y del flujo de gas de Irán, mitigando la rivalidad entre los países.
El interés de Catar en financiar la insurrección era derrocar a Siria e instalar una oposición maleable que firmaría el acuerdo de gasoducto de Catar. Turquía, Arabia Saudí y Jordania también tenían un interés particular en este plan. Y esto convenía al objetivo de EEUU de socavar y debilitar la influencia de Rusia en Europa.
Sin embargo, también tienen un plan alternativo para conseguirlo. El proyectado Gasoducto Nabbaco que iría de Irán a Turquía a Europa enfrentaría el gas iraní con el gas ruso. Además, en ausencia del éxito del derrocamiento del gobierno sirio, EEUU se ha conformado con destruir lo que no puede controlar. Una guerra perpetua y la destrucción de los oleoductos evitaría o al menos retrasaría cualquier posible acuerdo futuro sobre gasoductos.
Con titulares en los grandes medios de comunicación como “EEUU a bombardear los oleoductos de ISIS” es fácil olvidar que los oleoductos y las refinerías que EEUU planea bombardear no pertenecen a ISIS, sino al Pueblo Sirio.
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