Todo el mundo es consciente del grave peligro de conflicto que estamos viviendo entre EEUU y Rusia y que en el peor de los escenarios (casi inimaginable) podría derivar en una guerra nuclear.
No obstante, de forma simultánea se está gestando un conflicto similar de enormes proporciones potenciales al que nadie está prestando la debida atención y que promete convertirse en un asunto extremadamente grave en los siguientes años si nadie le pone remedio.
Se trata de una posible guerra entre India y China, los dos países más poblados del mundo.
Tal y como informa el diario Times of India:
Días después de que se produjera la visita a la India del primer ministro de Vietnam Nguyen Tan Dung, un submarino chino, el Changzheng 2, ha atracado de nuevo en el puerto de Colombo, capital de Sri Lanka provocando “enormes preocupaciones” en el gobierno Indio acerca de las intenciones del presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa.
El gobierno de Sri Lanka permitió el atraque del submarino a pesar de las advertencias de las autoridades Indias de que cualquier presencia de un submarino chino en Sri Lanka sería considerado como algo inaceptable para la India.
Tras la llegada del submarino chino a Colombo, al gobierno Indio ahora no le queda otra opción que considerar el desafío de Sri Lanka como un acto de “hostilidad” hacia los intereses de la India.
El Changzheng 2 es probable que se mantenga en Colombo hasta el miércoles 5 de noviembre.
Si bien esta es sólo la segunda vez que un submarino chino atraca en Colombo (la primera coincidió con la visita del presidente indio, Pranab Mukherjee a Vietnam en septiembre), la agencia china Xinhua citó el lunes a algunos funcionarios chinos, según los cuales, el atraque del submarino es “una práctica común a nivel internacional”.
En India, sin embargo, se ve este acto como una violación del acuerdo de julio de 1987 según el cual: “Los puertos de Sri Lanka no estarán disponibles para uso militar de cualquier país de manera que pueda resultar perjudicial para los intereses de la India”
El acuerdo también insta a ambos países a no permitir que sus respectivos territorios sean utilizados para “actividades que puedan perjudicar la unidad, la integridad y la seguridad del otro”
El experto en Asuntos Estratégicos Brahma Chellaney describe el desprecio de Sri Lanka hacia las reclamaciones de la India como una acción hostil con implicaciones a largo plazo:
“En estos momentos en que la India se enfrenta a una creciente presión estratégica china desde el norte, se abre un nuevo desafío militar en el sur. El debilitamiento de la influencia estratégica de la India en la última década ha envalentonado las acciones hostiles del presidente Rajapaksa de Sri Lanka, que han derivado en la concesión de acceso a los submarinos chinos”
La flota de submarinos nucleares y diesel chinos desplegada en el Océano Índico es un fenómeno reciente, del que destaca el primer viaje al Golfo Pérsico de un submarino chino a finales del año pasado.
La expansión de la fuerza de submarinos chinos es considerada una muestra del poderío militar chino en el Océano Índico y un claro desafío a la Flota de los Estados Unidos en el Pacífico.
Por otra parte, las fricciones diplomáticas y militares entre China e India son cada vez más frecuentes en su frontera común en el Himalaya.
Como informa el periódico norteamericano Wall Street Journal:
Este més pasado se produjo un tenso cara a cara entre tropas chinas e indias que involucró a más de 1.000 soldados por cada lado a una altitud de aproximadamente 4500 metros, de acuerdo con funcionarios de la India, por lo que se ha convertido en el mayor enfrentamiento fronterizo entre las dos naciones en décadas.
Este enfrentamiento no armado a alta montaña duró semanas y en varias ocasiones estuvo a punto de traducirse en un conflicto armado real, ya que las diferentes patrullas fronterizas de ambos países se increparon y provocaron mutuamente. Ante el aumento de tensión entre las tropas, ambos países enviaron helicópteros a la zona.
La escala y la duración de estos choques son un claro indicativo del nivel de fricción entre los dos países más poblados del mundo.
Según las autoridades indias: “Los chinos se han vuelto más agresivos. Nos están enviando un mensaje claro: nos dicen que pueden presionarnos cuando quieran y donde quieran”
Pekín por su parte afirma que sus fuerzas no cruzaron la “línea de control real”, un límite que ha separado las dos partes desde que estallara una guerra fronteriza en 1962, y cuya ubicación exacta sigue siendo tema de disputa.
Sin una frontera claramente delimitada, “es lógico que se produzcan algunos incidentes”, declaró el portavoz del Ministerio Chino de Defensa, Geng Yansheng, tras una rueda de prensa en Pekín.
China está presionando en su frontera oeste con la India, una linea fronteriza que se extiende a lo largo de 3.400 kilómetros.
Por su parte, la India dice que el número de lo que ellos describen como“transgresiones” chinas en sus fronteras, ha aumentado bruscamente en estos últimos tiempos, pasando de los 213 incidentes en 2011 a los más de 400 el pasado año.
A veces los incidentes han girado en torno a asuntos tan poco importantes como la ubicación de una choza utilizada como refugio de pastores, lo que indica el alto nivel de tensión.
El Ministerio de Defensa de China no ha respondido a las preguntas sobre las cifras presentadas por la India y se niega a decir si las tropas indias cruzan a la parte china. Ambos países dicen que sus fuerzas no salen de lo que ellos consideran su propio territorio.
Enmedio de este clima cada vez más tenso, el nuevo gobierno de la India ha prometido una postura de política exterior más dura.
La semana pasada, el ministro del Interior Rajnath Singh dijo que la India construirá 54 nuevos puestos avanzados a lo largo de la sección oriental de la frontera entre India y China, e invertirá 28.5 millones de dólares en otras infraestructuras de defensa, para tratar de igualar la inversión militar china en el otro lado de la frontera.
Sea como sea, la posible gravedad de un conflicto entre los dos países más poblados del mundo no puede ser desdeñada.
Estamos hablando de dos potencias nucleares destinadas a convertirse en dos de las mayores potencias en un futuro cercano, que ocupan un espacio de influencia similar en el terreno militar, demográfico y económico.
Como podemos ver, la Tercera Guerra Mundial podría estar gestándose en múltiples frentes, un conflicto con un potencial devastador sin precedentes para el mundo…