La nave Ulysses de la NASA/ESA fue lanzada en 1990 con el objetivo de estudiar los polos del Sol gracias a su gran inclinación orbital. Durante su misión se ha encontrado con eventos no programados, convirtiéndose en la nave que más veces a pasado por colas de cometas.
Ulysses ha tenido la oportunidad de adquirir datos de cometas en tres diferentes ocasiones. El primer encuentro con la cola de un cometa sucedió en 1996 cuando el Hyakutake apareció en los cielos de la Tierra deleitando a sus observadores. En ese momento la nave dejó de recibir los datos normales y se encontró con una marcada disminución del viento solar hasta casi desaparecer y ser reemplazados por gases que normalmente no se encuentran en él.
Este encuentro permitió a los investigadores determinar que la longitud de la cola del cometa Hyakutake era de 480 millones de kilómetros, mucho más larga de lo que las observaciones visuales indicaban, haciendo de esta la cola más larga jamás registrada.
El segundo encuentro se produjo en 2004 con el cometa McNaught-Hartley. A diferencia del Hyakutake, este cometa se encontraba en una posición desfavorable para que Ulysses intercepte la cola, pero una eyección de masa coronal en el momento indicado transportó material de la cola hacia la nave y así pudo ser detectado. Este tipo de evento ha sido registrado recientemente por la nave STEREO, cuando la cola del cometa Encke fue desprendida por una de estas explosiones de partículas.
La tercer oportunidad ocurrió en 2007 con el espectacular cometa McNaught. El núcleo de este cometa se encontraba a 257 millones de kilómetros de la Ulysses durante el encuentro. El instrumento de iones de viento solar desarrollado por la Universidad de Michigan encontró que cuanto mayor es la distancia, la cola llena el flujo solar con gases y moléculas inusuales. Por su parte, el viento solar que usualmente posee una velocidad de 700 kilómetros por segundo a esa distancia del Sol, desciende hasta los 400 kilómetros por segundo dentro de la cola del cometa.
La interacción entre el viento solar y la cola de los cometa es estudiada desde hace décadas. La cola de iones de los cometas siempre apunta en dirección apuesta al Sol durante todo el recorrido de su órbita al pasar en las cercanías de nuestra estrella. Los encuentros de Ulysses con las colas de estos objetos brindan nuevos datos para su estudio.
http://www.surastronomico.com/not-253-ulysses-y-los-cometas.html