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Vivimos en un mundo actual con tantísima información y datos que a su vez son multiplicados por los buscadores, prensa mundial y demás medios de comunicación, que la clave del momento y del futuro está en la sintetización racional adecuada de toda la información para superar a los robots. Con la educación, el humanismo, y el conocimiento aplicado no desligado de la humanidad y el amor.
Disponemos de una ventaja respecto a los robots y algoritmos algebraicos computarizados y es sencillamente nuestra imperfección. Esa imperfección es el fruto de la sensibilidad, la asertividad y el verdadero crecimiento sostenible en nuestros naturales propios fallos, errores, cambios con los años y modificaciones de personalidad y conducta propios y naturales de nuestra condición humana que una máquina jamás se podrá permitir; de no ser que hagan una hibridación de máquina con cerebro humano. Que es a largo plazo, el camino de los tontos.
Si esto último fuera parte de la transhumación en la que trabajan el gobierno de Washington, Google, Amazon, Darpa, Nasa y los computadores centrales del mundo, entonces sí que estamos en un peligro de extinción como especie.
El mismo crecimiento algebraico del conocimiento de cualquier tema y disciplina a través del pensamiento cuántico computarizado es un reto a esta superioridad robótica que puede crecer de forma exponencial en pocos años, sorprendiéndonos de su dominio de la información, la economía, los gobiernos o único gobierno mundial, la fe, y en definitiva el control arbitrario y único de todo. Curiosamente hasta el de ellos mismos llegado cierto nivel de desarrollo que no puedan controlar y sea controlado por el propio núcleo que como en toda depredación se hará aún más cruel –si se puede decir así de una máquina-, entre las máquinas.
La pregunta es si es posible una respuesta.
La respuesta es amplia y hace falta explicarla.
El crecimiento y desarrollo de los robots inteligentes será una realidad en una a dos décadas de forma que hayan superado cualquier dominio humano, y la decisiones sincréticas serán dominio de los robots dejando un paso intermedio de desarrollo de acuerdo a las relaciones con el resto de la naturaleza de nuestra permanencia y preponderancia en el equilibrio terrestre.
Es por eso, y en parte el objetivo de viajar a otros planetas como Marte, la Luna, Júpiter y Saturno para instalarnos allí como parte de la depredación lógica humana que únicamente puede ser llevada a cabo desde el transhumanismo y robots. Pero cuidado con la precisión, pues cuando hablamos precisamente de transhumanismo, están precisamente pensando en que sean híbridos robots con cerebros humanos electrónicos –algo que ellos podrán ver en el 2015 y nosotros podremos comenzar a ver en unos diez años-, los que se desplacen a la conquista de estos planetas.
Es infantil pensar que la conquista de otros planetas con unas condiciones extra duras medioambientales o imposibles para nuestros frágiles cuerpos humanos y terrícolas se pueda llevar a efecto y con éxito. La única realidad es que se están refiriendo a robots transhumanoides, o humanos con implantes robóticos que permitan a los privilegiados de la élite acceder a estos recursos tecnológicos avanzados.
Jamás olviden la frase de Bram Stoker puesta en palabras del Conde Drácula: Lo que más desearía es poder morir. O, es más cruel no poder morir.
Esta vida limitada y organizada socialmente en torno a unos cuantos tarados que se proclaman y sienten privilegiados por tener acceso a una cultura materialista de bienes, riqueza y control de la información, de los demás seres humanos y animales, vegetales, marinos y nanotecnología; y ahora robótica avanzada, no es más que el Dorado de los tontos, la entelequia de la mayor fantasía del Talmud de heredaréis la Tierra Prometida, evidentemente a costa de la expropiación y el dolor ajenos del resto.
En este nivel de organización social, humana, robótica y finalmente transhumana, es mejor no permanecer más allá de lo que la sabia naturaleza de Dios, del original que tuvo que hacer todo esto más allá de una evolución –de sus teorías darwinistas masonas-, nos quiera dar. Pues su plan (de las élites materialistas), es del todo esclavista, simplista, y de una conformidad limitada a repetirse en el nivel de ambición y fantasías y objetivos de lo que significa el placer y el gusto por la vida.
Quien tuvo la idea de la vida eterna después de esta vida de sufrimiento y penurias para la mayoría y hasta para ellos mismos no exentos de preocupaciones, traiciones y crímenes, sabía muy bien de la ambición y la simplicidad limitada disfrazada de conocimiento e inmortalidad.
Ni Drácula, ni Frankenstein de Mary Shelley, ni cualquier humano razonable quisiera vivir la vida eterna o larguísima. Esa misma vida que se les atribuye de unos 400 años a los altos blancos y cuyo destino es deambular por las galaxias en busca de depredación como esperan hacer ellos cuando seamos transhumanos. ¡Que gran decepción!.
Mejor vivir una vida satisfactoria de amor y compañerismo, de mejora efectiva de nuestras dolencias, carencias, y control racional y sensible a través del placer de nuestros errores subsanables o no, con el tiempo y que se nos permita finalmente ir a una vida eterna prometida que no estar en la tierra por siempre con la inmortalidad. Ni en el entorno de la inteligencia ni las capacidades físicas sino en la de propia mortalidad para disfrutar del más allá en formas que nadie puede atestiguar ni siquiera como materia que viaje en el tiempo, pues incluso en ese caso solo traería ideas de esa evolución que tanto les fascina a los illuminatis satanistas que se han hecho con el control de la felicidad y acontecimientos en la tierra y su administración desde el comienzo de los tiempos.
No pienso privarme de un placer y plan divino por el de unos simplistas terrenales o exoplanetarios dominados por la ambición y el simplismo de arquetipos que no han variado en miles de años desde el conocimiento que tenemos de nuestro conocimiento y existencia.
Aunque el contexto es otro, bien se pueden decir aquellas palabras del legionario José Millán Astray. ¡Viva la muerte!. La gloria personal, el orgullo, la dignidad y el conocimiento de la vida y de haberla vivido, está en los errores y enmiendas cometidos, en la conciencia desarrollada y responsabilidad, en la propia indulgencia, en el perdón y en el sentido del pecado para poder contrastar el bien del mal.
El relativismo social impulsado por la masonería y ciertos pensamientos filosóficos que declinan toda responsabilidad del individuo vale por momentos para poder avanzar, pero en cada una de las etapas numerosas de nuestro camino se ha de perder la relatividad para ir a la conciencia y la responsabilidad que nos han sido dadas para acumular la gloria que nos permita una mejor vida eterna. No comprender estas constantes no son facultad de los transhumanos ni robots, aunque quiero recordar aquella famosa película con tan buen guión de Blade Runner de Ridley Scott y Philip K. Dick, en dónde uno de los robots protagonistas al final de su vida como robot, tiene un brillo humano en su mirada de haber comprendido todo esto que es la propia grandeza de la vida y el placer de concluirla con un destello de sabiduría y “humanidad” con la muerte. Y que es el acercamiento a la proximidad divina lo que nos da la mayor humildad, y amor por lo que somos, por lo que fuimos, y por los demás: por lo que pudimos haber sido y hecho, y no fuimos ni hicimos. Estas deficiencias imperfectas y con dificultades de crecer son precisamente la clave de nuestra grandeza y furibunda vida terrenal.
http://sinapsis-aom.blogspot.com.es/2013/03/obama-invertira-miles-de-millones-en.html
https://selenitaconsciente.com
La agenda transhumanista (Anthony Patch)
escena final Blade Runner.
secuencia minuto 1:08:00
Nosferatu:
-Perdone que me presente así.
-Soy el Conde Drácula.
La víctima:
-Le conozco por diario de Jonathan.
-Desde que estuvo con usted ya no es él.
Nosferatu:
-No morirá
La víctima:
-Sí morirá.
-La muerte no perdona.
Nosferatu:
-La muerte es cruel por ser inesperada. Pero la muerte no lo es todo. Es más cruel no poder morir.
-Quisiera poder participar del amor; que hay entre usted y Jonathan.
La víctima:
-Nadie en este mundo, ni siquiera Dios puede tocar eso. Y no cambiará nunca. Aunque Jonhatan no vuelva a reconocerme.
Nosferatu:
-Yo podría cambiarlo todo.
-Si usted quiere venir a mí, y ser mi aliada, habría salvación para su marido. Y también para mí.
-la ausencia de amor es el dolor más profundo.
La víctima:
-La salvación procede de nuestro ser interior.
-Y le aseguro, que todas las fuerzas del mal unidas no podrán nada contra mí.
-¡FUERA!.
“¿Transhumanismo o muerte?, mejor muerte. O tranhumanismo, el objetivo de los simples”.
Un gran post, sin olvidar el final de BladRunner y para mi opinión personal una de las mejores adaptaciones de Drácula. Muchas gracias. Sí, mejor morir a vivir sin amor y con el miedo del esclavo.
El Mundo esta cambiando vertiginosamente, hacia una dirección impredecible en sus resultados, y con relación al destino de la humanidad, es pronostico reservado.
El transhumanismo es un camino experimental muy peligroso y REAL… El Mundo ya no será el mismo, ni tampoco sus habitantes, en un tiempo relativamente corto… y todo se gesta en una realidad paralela a la que solo tenemos acceso si indagamos diligentemente, desde nuestro deseo interior he intuitivo por desvelar lo que nos esconden, y cuya trascendental consecuencia nos afectará a todos por igual.
El imperio de las nuevas tecnologías: computadoras cuánticas, inteligencia artificial, la nueva Internet integrada, super-robots etc,etc… dibujarán nuestra nueva realidad ya ensayada por los preámbulos tecnológicos, en los que ya nos sumergieron como un modo de vida aceptado.
En tan solo 20 años mas, ya no seremos los mismos «humanos» ni tampoco la misma humanidad, ni la misma Tierra; habremos cambiado la Matrix, donde los humanos tal como nos hemos concebido hasta ahora será un recuerdo muy difuso.
Dejo al margen lo que podría suceder, si despertamos a tiempo y alcanzamos la masa critica de consciencias unificadas…
Que la LUZ interior sea la que defina el destino consciente de todos y cada uno… IN LAKECH.