Anders Behring Breivik, el detenido tras la cruel matanza en la isla noruega de Utoya y presunto autor intelectual y material de la explosión en el centro de Oslo, ha dejado el rastro de su ideología en la red. Principalmente en la web Document.no, un portal político que despierta la simpatía de blogueros neoconservadores y “nacional-liberales” (peculiar desviación de la nueva derecha o más bien extrema-derecha).

En Document.no se ataca por igual al comunismo y al nazismo, pero para equipararlos seguidamente – en su vertiente criminal – con el nuevo peligro que representa el Islam (y sus cómplices que son todos los “acomplejados” que no le declaran la guerra).

El editor del sitio preferido del detenido es Hans Rustad, un periodista que ha pasado de la izquierda tradicional, en la que ha militado, a un discurso muy similar al del político holandés Geert Wilders. Al editor de Document.no le felicita el detenido por su magnífico portal, “me atrevería a afirmar que se ha convertido en una fuerza política”, y le sugiere aprovechar su potencial para relanzar el Tea Party en Noruega.

“Salvar a Occidente antes de que sea demasiado tarde” es una de las obsesiones que Anders Behring Breivik dejó “grabadas” en la web de la derecha populista noruega. Véase como pasó de la teoría a la acción alguien que aspiraba a ser recordado como el mayor monstruo desde la Segunda Guerra Mundial. Es una de las “ideas” que anticipaba en un libro de 1.500 páginas que publicó en Internet con el título “2083. A European Declaration of Independence” con el seudónimo Andrew Berwick y cuyo espíritu sintetiza el vídeo que YouTube ha retirado.

El libro justifica el “uso del terrorismo como un medio para despertar a las masas” y declarar la “guerra de sangre” al islam – “la principal ideología genocida”. Una cruzada que debe extenderse contra el “marxismo cultural” y las “élites liberales favorables al multiculturalismo”.

Si las élites multiculturales de Europa continúan negándose a transferir voluntariamente el poder político y militar a nuestras fuerzas revolucionarias conservadoras, entonces la Segunda Guerra Mundial parecerá un picnic en comparación con la carnicería que viene

Una historia clásica del neofascismo que en la práctica es un manual terrorista aunque la atención se ponga en héroes neotemplarios (blancos conservadores cristianos) que harán frente a la nueva invasión de Europa y los cómplices que la permiten; todos los que no están por la labor de exterminar al enemigo y que serán exterminados. La última actualización del libro es de las 12.51 horas del viernes, aproximadamente una hora y media antes de la explosión en la oficina del primer ministro.

“Este es el gran día que ha estado esperando durante tanto tiempo. Incontables horas e incluso años de preparación ha recompensado esta oportunidad”, anticipa en el libro, como lo hace con su arresto, que será una transición en la etapa de propaganda que culminará con un juicio que describe como una oportunidad para difundir su mensaje. “El juicio puede darte una tribuna al mundo”, escribe a un lector imaginario al que aspira a convencer de seguir sus pasos de cruzado.

La lucha continuará incluso después de la sentencia. La persona que lleve a cabo estas acciones será visto como un mártir viviente

Breivik mantiene que ser un mártir viviente en la cárcel, significa una oportunidad para ayudar a establecer lo que él llama un “movimiento penitenciario nacional” de cruzados por la liberación de Europa (blanca).

Anders Behring Breivik, además de masón, fue miembro de las juventudes del Partido del Progreso, segundo partido del país, aunque con el tiempo se mostraría crítico con la evolución de este partido (demasiado moderado para él) que se reconoce a nivel europeo en otros partidos populistas de derechas.

Entonces el fanático Anders, ya expresaba su deseo de encontrar gente para impulsar en Noruega un movimiento menos moderado. Su preferido era la Liga de Defensa Inglesa (English Defence League), el grupo callejero anti-musulmán en el que abundan un buen número de los denominados “ultras” que siguen al club de sus amores. La English Defence League se manifestó, por cierto, para apoyar al político holandés Geert Wilders. El modelo de “Liga” se ha extendido ya a otros países europeos y no se descarta que la contribución de Anders Behring Breivik haya sido más que testimonial.

Además de destacar el evidente perfil político del único detenido, los medios (y la red en general) se hacen muchas preguntas (sin respuesta) sobre los dos atentados que el diario El Mundo calificaba ayer en su titular de portada como “misterioso”. Como en el caso de otros terribles atentados no tardará en extenderse alguna teoría de la conspiración, aunque Noruega, conmocionada y unida, ha dado un ejemplo de respeto a las víctimas y nadie ha osado utilizar el atentado para hacer “campaña electoral” o poner en duda el trabajo y las pistas que siguen los investigadores policiales, por ahora.

Aunque algunos periodistas y políticos noruegos han recordado en voz baja y por los cauces adecuados que los “espías noruegos” de EE.UU. en Oslo que fueron descubiertos por el segundo canal de la televisión pública, que el viernes recibía en su sede un paquete bomba, tenían la misión de recopilar datos y perfiles de sospechosos (como en otras capitales europeas) para evitar posibles atentados contra la embajada y la residencia del embajador.

Es de imaginar que EE.UU habrá ofrecido sus detallados “ficheros” al gobierno noruego para esclarecer los brutales atentados de ayer. Más teniendo en cuenta que la embajada está relativamente próxima del edificio en el que este viernes se producía el primer atentado y que el objetivo de la SDU en Oslo era identificar a cualquier sospechoso que tuviese intenciones de atentar en el corazón de la capital de un gran país que hoy sigue de luto y conmocionado.

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