Libre albedrío

El libre albedrío constituye uno de los problemas más antiguos de la filosofía y aún hoy es más un terreno para la especulación que para la certeza. Comenzaré con mis conclusiones.

Nos sentimos libres. Esto no es modificable.
Las implicaciones de la no existencia del libre albedrío son difícilmente asumibles por la sociedad.
La neurociencia ayuda, pero no da una respuesta. El experimento de Libet no es concluyente.
El libre albedrío no existe.
Es un problema del dominio de la filosofía.
El filósofo John Searle describe el libre albedrío como la creencia de que
» a menudo podríamos haber hecho algo distinto de lo que hicimos»

Spinoza
«Las decisiones de la mente no son nada salvo deseos, que varían según varias disposiciones puntuales».
«No hay en la mente un absoluto libre albedrío, sino que la mente es determinada por el desear esto o aquello, por una causa determinada a su vez por otra causa, y ésta a su vez por otra causa, y así hasta el infinito.»
«Los Hombres se creen libres porque ellos son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza.»

Arthur Schopenhauer

«Tu puedes hacer lo que siempre haces, pero en algún momento de tu vida, sólo podrás hacer una actividad definida, y no podrás hacer absolutamente nada que no sea esta actividad.»

Génesis 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás

Nos sentimos libres. Esto no es modificable.
Estamos construídos así. La experiencia subjetiva de libertad es consustancial al ser humano. Ningún razonamiento podrá cambiarnos. Aunque nos pensemos determinados, nos sentiremos libres.
Tambien creemos conocer los límites de nuestra libertad. No puedo volar. Y siento una coacción para no realizar muchos actos: deliquir, no asistir al trabajo o decir algo inconveniente.
Las implicaciones de la no existencia del libre albedrío son difícilmente asumibles por la sociedad.
La religión cristiana, la legislación y nuestra sociedad están basadas en el principio de responsabilidad que a su vez implica libertad. El sujeto es libre de elegir entre el bien y el mal y será recompensado por lo primero y castigado por lo segundo.
Si no existe el libre albedrío, ¿Significa que no hay moral? ¿Cómo podemos hablar de decisiones correctas o equivocadas? ¿Cómo podemos castigar a alguien si no es responsable de sus actos? ¿No sería como castigar a alguien por hacer algo mientras le apuntabamos con una pistola a la cabeza?
En un reciente estudio se formaron dos grupos de personas. Al primero se les leyó una frase que negaba el libre albedrío, al segundo una frase neutra. Después se les pidió que resolvieran unos problemas que les presentaba un ordenador y se les comunicó que el programa tenía un error y que era posible que la respuesta apareciera en pantalla. En este caso, debería pasar a la siguiente sin responder. El grupo que escuchó la frase contraria al libre albedrío hizo trampa de forma muy significativa.
Esto parece indicar que es mejor no hablar del tema, que pensemos lo que pensemos, comunicarlo puede ser dañino.
Dado que nuestro cerebro está predispuesto para el libre albedrío, son pocos, incluso entre científicos materialistas atéos, los que lo niegan. Hasta el propio Libet lo dice:

El proceso de volición se inicia inconscientemente. Pero la función consciente aún controla la acción; puede vetar el acto. Por lo tanto el libre albedrío no puede excluirse

La neurociencia ayuda, pero no da una respuesta. Libet no es concluyente.
Benjamín Libet realizó un experimento (pdf) en 1983 que ha venido a considerarse una de las principales negaciones del libre albedrío. Se pidió a los sujetos que movieran cuando quisieran una mano, cuyo acto muscular era registrado por un electromiograma EMG. Se registró también el momento en el que la señal cerebral se producía con un electroencefalograma EEG. Y se pidió a los sujetos que estimaran en qué momento habían tomado su decisión. La secuencia de acontecimientos resultante fue: el EEG muestra el inicio de la acción motora. 300ms después el sujeto es consciente de la decisión. 200ms después el músculo se mueve. Este experimento parece decir que primero decidimos inconscientemente y después tomamos conciencia de lo decidido.

Experimento de Libet. El plan motor RP aparece 350ms antes que el deseo consciente W

Otros experimentos van en la misma línea. John-Dylan Haynes utilizó un escaner fMRI. Sus resultados muestran de nuevo que la parte inconsciente de la decisión precede a la toma de conciencia de la misma. Aunque esta vez por varios segundosy se puede predecir. Álvaro Pascual-Leone preguntó a los sujetos qué mano querían mover. Aplicando un campo magnético (Estimulación Transcraneal Magnética TMS), en un hemisferio cerebral, conseguían que el sujeto moviera la mano contraria (controlada por el hemisferio estimulado). Lo sorprendente del caso es que los sujetos reportaban haber elegido libremente en todos los casos pese a que habían sido determinados externamente por el experimentador.
¿Prueban estos experimentos que el libre albedrío no existe? No, en mi opinión. Muestran que la toma de decisiones es un proceso complejo en la que hay elementos conscientes e inconscientes. Indican con claridad que la mente y el cerebro son la misma cosa y que responden a causas físicas como cualquier otro ser en el universo. Por otra parte, se refieren a decisiones simples. Casarse o comprar un piso son decisiones en las que median muchos pensamientos conscientes en un largo feedback. No son concluyentes y sacan el problema del ámbito de la neurociencia aunque indican una dirección clara.

El libre albedrío no existe.
Desde luego es una opinón. Como he dicho, choca contra la experiencia subjetiva. Pero los argumemtos racionales me llevan a sostenerla.
¿Qué es el libre albedrío? Una supuesta entidad inmaterial, consciente, primera causa (o causa incausada) que actúa al margen de las leyes materiales que gobiernan el mundo. Algo así como un yo independiente dentro de mí mismo. Una especie de centro de control que evalúa los datos, toma decisiones y manda al cuerpo actuar. «El fantasma de la máquina»
A mi entender lo anterior es claramente falso. Somos nuestro cerebro que a su vez es una entidad material que se rige por las leyes de la naturaleza. Como todo sistema natural, si conocemos por completo su estado actual y las variables que sobre él influyen podemos predecir su estado futuro.
Se ha hablado de la indeterminación de la mecánica cuántica como soporte del libre albedrío. Pero la mecánica cúantica se circunscribe a la microescala, a lo atómico.
La manzana no es libre de caer y el cerebro no es libre de decidir. Llamamos libertad al desconocimiento de todas las causas que influyen en un sistema complejo como es el cerebro. El libre albedrío es una ilusión.
Es un problema del dominio de la filosofía.
La propia idea de libre elección es complicada. Si es motivada, es en alguna medida causada, determinada. Y no puede ser azarosa (estocástica) o casual. En este caso hablaríamos de albedrío casual, no libre.

Así, el problema se adentra en el mundo de la filosofía donde siempre ha residido y bordea el de la física. El determinismo causal y el azar.

«El determinismo fuerte sostiene que no existen sucesos genuinamente aleatorios o azarosos, y en general el futuro es potencialmente predecible a partir del presente (aunque lógicamente predictibilidad y determinación son independientes, ya que la primera requiere además cierto tipo de conocimiento de las condiciones iniciales).»

«El determinismo fuerte en las ciencias naturales, en general es sinónimo de determinismo cosmológico, que afirma que el universo se rige por unas leyes físicas inquebrantables (incluso nosotros) por tanto, todo lo que acontece sucede así porque nunca podría haber sucedido de otra manera.»

Una teoría incorrecta puede servir, si nos proporciona una aproximación suficiente, dentro de su ámbito de aplicación. De hecho, la mecánica clásica se sigue utilizando siempre que no descendamos al mundo subatómico, aceleremos hasta velocidades relativistas, o nos acerquemos demasiado a enormes masas.
Una última reflexión: independientemente de que el mundo subatómico sea determinista o no, el mundo macroscópico sí lo es. Siguendo con las metáforas de los dados, el resultado de un lanzamiento es impredecible. Sólo podemos decir que la probabilidad de cada uno de los 6 resultados posibles, es de 1/6. Pero si lanzamos 6 billones de dados, podemos asegurar que cada uno de los 6 resultados posibles, aparecerá en aproximadamente un billón de dados.

Obviamente, nunca podremos conocer el estado del universo con tanto detalle, y a día de hoy, ni conocemos todas las leyes que lo rigen, con total exactitud (y podríamos discutir si podríamos conseguirlo o no, pero eso es otra historia), por lo que habrá muchos efectos que no podemos predecir. Y a eso lo llamamos azar.

Aunque si preguntamos a un físico por el libre alberío puede decirnos:

Sin embargo, todo eso no nos explica por qué usted y yo parecemos tener esa cosa llamada libre albedrío y una piedra, en cambio, no. Por lo que respecta a cuestiones como el libre albedrío y la conciencia, la física simplemente no tiene respuestas.

Enlaces
On free will. Excelente serie de Mano Singham
Dado lo intenso del tema, una secuencia de la insustituible «Amanece que no es poco» de José Luis Cuerda donde todos somos contingentes, pero solo el Alcalde es necesario, puede ayudar a relajar la mente.

10 comentarios en “Libre albedrío

  1. Gracias Jose, un artículo muy interesante.

    Aunque os parezca un disparate, a mi se me viene a la mente que nacemos ya con el libre albedrío en nuestro espíritu o alma como queráis llamarle.

  2. Sinceramente Jpsé no he leído ni la cuarta parte de los libros que seguramente has leído… el error parte de creer que es un problema que debe resolverse en conjunto, por dice la ciencia, dice la filosofía, dice las religiones y cultos varios porque faltan, dicen… y todas son personas humanas con posibilidad de error, cuando es un tema de exclusiva responsabilidad de cada hombre y e cada mujer que vive en esta realidad, porque quien niegue el libre albedrío es que nunca decidió nada, y piensa que otro lo hace por él o ella… y es un tema conmplicado porque esa persona nunca se hará cargo de nada porque siempre la culpa es del otro.. y desde mi optica hay que separar reinos no es lo mismo un hombre o una mujer, que una manzana , y hay leyes que ordenan y cultos que inventaron hombres, somos un cuerpo , un alma, y un espíritu y cada cosa tiene escalas, pero no somos los humanos «ninguno» quienes determinamos quien es superior o inferior. o quien debe permanecer o salir de este planeta. Y ahi tendríamos que hablar de los dioses racistas, inventados por los hombres, que son los que les dan poder. pero es otro el tema. Saludos.

  3. Hola María.

    Exactamente. No es una cuestión de resolver o no el problema, ya que probablemente es irresoluble, es cuestión de ir superando las fases del conocimiento que nos acercan a la verdad. Y éso se hace planteándose preguntas y postulando respuestas. Es un tren en continuo movimiento, no hay estación término. El viaje es el que posibilita el desarrollo, el crecimiento.

    Es muy saludable preguntarnos de vez en cuando: ¿ Y si lo que yo creo cierto es, en realidad, falso ? Aunque solo sea como ejercicio mental, resulta provechoso.

    Tan válido es pensar que existe libre albedrío como pensar que no existe.

    Precisamente lo indeterminado de la cuestión hace que siga vigente.

    Un abrazo.

    1. Hola José: gracias y es correcto, es bueno pensar siempre todo y sacar nuestras propias conclusiones, por eso somos libres, pero en tu caso lo planteas como un buen filósofo que ha estudiados todas las escuelas de su tiempo, cosa que yo no. Y te voy a contar un hecho puntual , la clase era de filosofía y además está relacionado para lo que ella nació o sea su vocación, da una clase y decreta algo que me resulto aberrante, caso cerrado y muy errado.. la escuche y pensé dos cosas, sentí que debia haber una resolución completa porque fue muy grave, y no podía intervenir directamente , solamente lo que hice fue explicarle cosas a mi hija… pero el dolor estaba, en en unos días finalmente lo aclarararon gracias a la intervención de dos compañeras de estudio donde la profesora tuvo que disculparse, porque entendió el error, si bien no quedo del todo solucionado porque en filosofía-psicología, se debe explicar muy bien el por qué, más cuando hay error y no lo hizo, es un caso más que ante una crisis importante, con actores, docente y alumnos pudieron resolverlo lo mejor que entendieron y de no hacerlo sinceramente como mamá supuse que le había afectado su amor por toda la temática que es su vocación…y justamente por una docente que es muy omnipotente porque sabe muchísimo, no solamente es de escuelas tambien es de universidades y fallo. Y los alumnos conscientes del hecho, vieron y actuaron libremente y entre todos hicieron un bien a muchos. Había una verdad muy clara porque no todo es relativo y los que estan atentos resuelven. Y niños así con todo lo que ocurre en este mundo en mi caso los admiro. por su madurez y solidaridad. Ahora entenderás porque sigo tanto los temas tratados porque me encantan la filosofía y psicología practica, los que resuelven hecho puntuales. Un abrazo.

  4. Cuento sobre el libre albedrío

    Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Everest inició su travesía, después de años de preparación, pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros.
    Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, decidido a llegar a la cima. Le obscureció, la noche cayó con gran pesadez. En la altura de la montaña,
    ya no se podia ver absolutamente nada.
    Todo era negro, cero visibilidad, no había luna
    y las estrellas eran cubiertas por las nubes.
    Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires…
    caía a una velocidad vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.
    Seguía cayendo… y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo parte en dos…
    Si, como todo alpinista experimentado,había clavado estacas de seguridad, con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.
    En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más que gritar «AYUDAME DIOS MIO…»
    De repente una voz grave y profunda de los cielos le contesto:
    -«QUE QUIERES QUE HAGA HIJO MIO?»
    -«Sálvame Dios mío»
    -«REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?»
    -«Por supuesto Señor»
    -«ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE…»
    Hubo un momento de silencio y quietud.
    El hombre se aferró a la cuerda y reflexionó…
    Cuenta el equipo de rescate que al otro día
    encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda… a tan solo dos metros del suelo…
    ¿Y vos? ¿Qué tan confiado estas de tu cuerda? ¿Por qué no la sueltas?

  5. Gracias JOSE por tus aportaciones sobre el tema, que al parecer, cuenta con tantos puntos de vista como humanos en este planeta. Ya lo dijo Campoamor, que todo depende del color del cristal con el que miremos el mundo. A la ciencia como a la Filosofia les ocurre lo mismo.
    No obstante, y desde mi respeto a lo que cada uno piense, por encima del discurso de cada cual si le doy mérito a que, además, sea coherente con lo que piensa dice y obra. Trace su propia hoja de ruta bien en base a sus necesidades, deseos o vocación (como diria nuestro Ortega y Gasset), o como fruto de su indagación del «yo» ,que es una «cosa», que tiene que transformarse en unidad espiritual, en Humano, que diria mi paisano Unamuno en oposicion al discurso orteguiano. Para Unamuno la vida humana se desarrolla en dos mundos : el sensible y el ideal

    «hay un mundo sensible que es el hijo del hambre (subsistencia, conservación,etc) y hay otro mundo, el ideal, que es el hijo del Amor» (Jo, y eso que se declaraba agnostico)

    De ahi que, desde comer o juzgar al prójimo, se hace desde nuestro estado biologico o egotico, como puras reacciones mecanicas ((por ende, dificil que pueda practicar el libre albedrio). Otro cantar sería que, fruto de nuestra autoobservación, descubrieramos que tenemos algo más que materia y mente, y reconocernos como consciencia, que seria la 3ª pata de esa simbolica trinidad de la que tanto se habla y se dogmatiza, y desde ese estado consciente o consciencial SI se puede elegir libremente, porque se supone que es donde el acto volitivo es innato y no mecanico o de respuesta a unas neuronas que se comunican por microtubulos que,….. blabla.
    Para mi, en estos quehaceres me sirvió la mano guia de C. G. Jung. Ya sé que es un viaje difícil sobre manera, y parafraseo a Hölderlin » que el genio se salva en las mismas aguas que se ahoga el loco» y más en esta época tan barnizada y mediatizada por el logro rápido del paraiso con las chuminadas de los nueva eristas.

    Como tu bien apuntas, no es cuestión de resolver el problema, sino de poner distintos enfoques al tema y comentar amigablemente. Recuerdo gratamente la relación tan bien matrimoniada que llevaron un científico y un filósofo hace décadas: David Bohm y Krhisnamurti. Ciencia y filosofia, hablando de lo divino y lo humano y tratando de transcender las ferreas limitaciones de los racionalistas y de los místicos. Creo que, como en casi todo, en el medio está la virtud. saludos afectuosos

      1. Maestro llevo ya un rato por aqui, como tres años. Jaja.
        «Lo que pasa es que no sé que pasa» con mi nick, que unas veces pone Aries y otras Bertha. Soy amiga de Dominique, Aida y Vania, pero estos días me encuentro como DOMILUNA, triste y apagada por la marcha de nuestra querida Laura. Abrazos

        1. Hola amiga:

          Lo del cambio de nombre son las travesuras del duende de la red.
          Parece que le gusta cambiar las cosas.
          ¡¡Bueno si sólo es eso!! nos adaptaremos y diremos he que soy yo.

          Es un buen tema ¿quien soy?

          Un abrazo

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