Delfines logran sobrevivir poderosas mordidas de tiburones, regeneran su tejido a gran velocidad para recuperar su forma original y sin sentir dolor.
La capacidad de “ver” a través del sonido, de comunicarse con un sofisticado lenguaje aún indescifrado y su sensibilidad a las emociones hacen de los delfines —y de los cetáceos en general— animales fascinantes. A esto debemos de añadir ahora una capacidad regenerativa casi milagrosa.
El Dr. Michael Zasloff de la Universidad de Georgetown ha estado estudiando el historial clínico de una serie de delfines que sobrevivieron a mordidas de tiburones, encontrando que su capacidad de sanar ante estas heridas es insólita entre los mamíferos.
Cuando un delfín resulta mordido no tiene una hemorragia ni una infección y, pese a haber sufrido una masiva lesión en el tejido, en un mes este mamífero ya habrá recuperado su silueta corporal completa. Le quedarán unas marcas en la superficie, pero todo un bulto de tejido del tamaño de un balón de futbol americano se habrá restaurado sin dejar una deformidad.
Igualmente asombroso es que los cuidadores de estos animales dicen que no observan ninguna señal de dolor en el comportamiento de los delfines, como si en su estado mental hubieran ya trascendido el dolor.
En el caso de los humanos, si fueran mordidos por un tiburón, en 3 o 4 días morirían de sepsis o una infección si no recibieran antibióticos, ya que los tiburones tienen peligrosas bacterias en sus dientes. Luego se tendría que remover todo el tejido infectado y aun así quedaría un gran agujero en el tejido que podría no restaurarse.
Zasloff maneja diversas explicaciones para los poderes curativos de estos animales. Por ejemplo, cuando el delfín nada en la profundidad, dirige la sangre fuera de sus extremidades, lo que podría impedir que se desangren; asimismo, la hipodermis de los delfines podría contener atibióticos y antimicrobiales naturales.
La capacidad de sanar y mantener su forma original supone una capacidad de regeneración a través de la cual el animal vuelve a tejer su tejido usando los adipocitos, colágeno y otras fibras elásticas de su piel. Este proceso de sanación es similar al de los fetos mamíferos en el vientre.
Se cree que un mejor entendimiento de cómo funciona el proceso regenerativo de los delfines, la particular composición de su hipodermis y su alta tolerancia al dolor podrían ayudar a los humanos que han sufrido lesiones. Sin embargo, para estudiar esto habría que hacer experimentos para extraer la hipodermis o presenciar la regeneración en el laboratorio cortando partes del tejido de los delfines, algo que conlleva un predicamento ético. ¿Si no sienten dolor y van a sanar completamente es válido abrir con herramientas punzocortantes a un delfín?
Siempre me han atraido los delfines me parecen muy simpaticos e inteligentes.Ahora no me parece correcto hacerles daño para experimentar con ellos.Y eso de que no sientan dolor pues no lo se.Aunque asi fuese me parece que se merecen vivir en paz.Pues ellos no lo harian, en eso estan mas avanzados espiritualmente que muchas personas que disfrutan haciendo daño.Nunca me han gustado los experimentos con animales no me parece justo.