Cospedal recibió en la sede de Génova a una delegación del Partido Comunista chino. E. P.
Así se lo ha trasladado Cospedal a una delegación del Partido Comunista chino –con la que se ha reunido este jueves en la sede del PP– encabezada por el ministro del departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central y vicepresidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva política del Pueblo Chino, Wang Jiarui.
Cospedal ha recordado su viaje a China en abril de 2013 invitada por el Partido Comunista y ha enmarcado aquel encuentro en la importancia que tiene para el PP mantener abiertas las relaciones con todos los partidos, según han informado a Europa Press fuentes conservadoras.
Wang Jiarui ha explicado que el Partido Comunista chino siempre ha prestado atención al desarrollo de las relaciones con el PP y ha recordado el memorándum que firmaron los dos partidos en 2013 con motivo de la visita de Cospedal a Pekín.
Durante este encuentro se ha hablado del proceso soberanista catalán. La secretaria general del PP ha garantizado que su formación no aceptará la separación, la independencia o un referéndum ilegal, han informado fuentes del PP.
En este sentido, ha afirmado a los dirigentes del PPCh que el Gobierno del PP no va a colaborar en una ruptura territorial de España y ha recalcado que, a diferencia de Reino Unido y Escocia, históricamente Cataluña nunca ha sido un país independiente de España.
Al encuentro también han asistido el vicesecretario general de Organización y Electoral, Carlos Floriano, el coordinador de Organización, Juan Carlos Vera, el coordinador de Estudios, José María Beneyto, y el secretario ejecutivo de Relaciones Internacionales, José Ramón García-Hernández.
Rajoy realizó un viaje oficial a China el pasado mes de septiembre, entrevistándose con el presidente y el primer ministro de China. Allí aprovechó para defender sus reformas y reivindicar la recuperación económica, así como para apoyar la relación comercial entre ambos países.
El viaje de Rajoy fue varias veces retrasado y se produjo después de que se llevara a cabo un cambio de la legislación española sobre justicia universal, archivándose el proceso abierto contra la anterior cúpula del Partido Comunista por genocidio en el Tíbet.