¿Los animales van al cielo? Una pregunta sin resolver en el Vaticano

(CNN) — La aparente declaración del papa Francisco sobre sí las mascotas pueden ir al cielo o no, según informes de las agencias de noticias —incluyendo a CNN—, han conmocionado a diversas personas del mundo en los últimos días

Sin embargo, no es tan claro lo que piensa el papa respecto a esta creencia.

La confusión pudo haber comenzado cuando el diario italiano Corriere della Sera citó al papa Pablo VI en una historia titulada El papa y los animales: El cielo está abierto a todas las criaturas.

«Un día vamos a volver a ver a nuestros animales en la eternidad de Cristo», dijo una vez el pontífice a un niño que lloraba la pérdida de su mascota.

Esa cita, adjudicada a Pablo VI, papa desde 1963 hasta su muerte en 1978, fue erróneamente atribuida a Francisco.

La historia en sí no indica que el papa Francisco haya dicho eso.

Aunque el escritor del diario señaló algo que sí dijo el actual pontífice: «La Sagrada Escritura nos enseña que el cumplimiento de este maravilloso plan no puede sino implicar a todo lo que nos rodea y vino desde el corazón y la mente de Dios.»

Ese comentario, sugirió el escritor, «amplia la esperanza de salvación» para los animales y toda la creación.

Una búsqueda reciente sobre los escritos y observaciones del papa no mostró ninguna señal inmediata de que haya tomado una posición clara al respecto.

Las enseñanzas católicas no rechazan la idea de que los animales tienen alma, aunque el dogma tradicional ha sostenido durante mucho tiempo que los animales no van al cielo.

Es una cuestión emocional para muchas personas.

La joven Amy Kitchens Pollick de Decatur de Alabama, compartió a través de su Facebook una anécdota de su infancia este viernes. Cuando ella tenía 10 años, la muerte se llevo a su amado gato, Big Tom.

Su padre, con lágrimas en los ojos, le dijo: “La Biblia dice que el Señor ve cada pájaro que cae».

«Si él ve cada gorrión, no va a olvidarse de un buen gatito viejo como Big Tom».

«Yo he sostenido eso en mi corazón desde entonces», escribió Pollick.

http://www.cnnmexico.com/entretenimiento/2014/12/12/los-animales-van-al-cielo-una-pregunta-sin-resolver-en-el-vaticano

6 comentarios en “¿Los animales van al cielo? Una pregunta sin resolver en el Vaticano

  1. Los animales tienen en su Ser la misma esencia que los humanos, todo ser viviente esta imbuido de la misma energía Cósmica, lo mismo que todo lo que esta sobre la tierra, y esa energía es la del creador o sea Dios, por eso es que Dios esta dentro nuestro, acaso son ciegos que no ven las maravillas de la naturaleza? y que les parece? que todo brotó de la nada? esa energía le da vida al universo ,y pertenece al universo entero no solo de la tierra, si alguien quisiera hacer un Clon, podría hacerlo porque Dios le dio al hombre la inteligencia y también el libre albedrio pero ese Clon también estaría imbuido de la misma energía Cósmica del Creador Universal, en cuanto si el animal pueda evolucionar no creo, el hombre nació hombre y no puede ir para atrás ni para adelante en su condición de hombre y los animales lo mismo o acaso esperan que una planta de batatas un día pueda llegar a ser un rosal? yo creo que TODOS vamos a volver al lugar de donde salimos o sea de la Mente Cósmica.

  2. A mi me dá igual si los animales van al cielo o no. O mejor dicho me dá igual lo que diga la Iglesia, el Papa o las Escrituras sobre el asunto.

    Si cuando muera resulta que existe cielo, infierno, purgatorio, nirvana…. o lo que sea. Preguntaré si admiten animales. Si me dicen que mis animales irán a otro sitio ( sea cual sea ), entonces educadamente declinaré su invitación y me iré alli donde vayan mis animales. Seguro que no es un mal sitio.

    No estoy interesado en permanecer donde no admitan a mis animales.

    1. Justo antes de morir mi perra le dije que cuando su mama hiciera el viaje que estuviera esperandome y yo se por su mirada que ella asentía.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.