Dríades, espíritus de los árboles

Los árboles siempre han sido sagrados para todos aquellos pueblos que vivieron en permanente contacto con la naturaleza. Adentrarse en un bosque era una aventura, una hazaña que sólo había de ser realizada por los Cunning Men and Women, Hombres y Mujeres de Astucia, como así eran conocidos los Curanderos, o por los mismos Brujos, conocedores del Elphame, el Reino que se extiende bajo las colinas huecas.

En el folklore de muchos pueblos encontramos todo tipo de cuentos acerca de seres de la naturaleza. Habitantes extraños de un mundo no menos extraño. Demasiadas historias para pensar que es un mito. En Brujería del Cerco creemos en la existencia de estos seres porque no en vano la brujería trabaja estrechamente ligada a estos seres y fuerzas de la naturaleza. Como he dicho, estas leyendas tan prolíficas a lo largo de la Vieja Europa no son producto de la casualidad o de la fértil imaginación de los aldeanos. Son muy numerosos los testimonios sobre este tipo de acontecimientos y sobre la presencia de habitantes invisibles que durante muchos siglos fueron incluso vistos por todas las gentes que vivían en entornos rurales. ¿Imaginación? En absoluto.

Hoy hablaremos de las Dríades.

En todo árbol habita un espíritu, un evolucionado ser de la naturaleza. Son las llamados Espíritus de los árboles, cuya vida dura lo mismo que la del árbol que habita. Son seres de gran belleza, altos y esbeltos. Tienen los ojos dorados, como hechos de sabia del propio árbol. Nos hablan a través de los movimientos del árbol que habitan. Por eso cada árbol es especial y por eso, cada uno tiene una personalidad. Solo quien sabe observar es consciente de esta magia.

Hubo una vez una encina en un enorme y bello jardín. Su tronco y sus ramas eran frondosos y rezumaban vida. Una noche, mientras una mujer se hallaba sentada a sus pies pues se encontraba cansada, se le ocurrió recostar su cabeza sobre el rugoso y suave tronco de la imponente encina. Cuál no sería su sorpresa cuando pudo ver que el tronco se convertía en una altísima y esbelta mujer. Tenía el cabello corto y negro como el carbón, sus ojos, almendrados, eran dorados y cálidos, haciendo juego con la capa que envolvía un vestido blanco que arrastraba por el suelo. Aquel misterioso ser le dijo su nombre. De esa manera supo que aquella hermosa encina que desde siempre había habitado su jardín, era un ser vivo y consciente y descubrió maravillada que el espíritu de aquel árbol acababa de comunicarse con ella.

Una Dríade es el espíritu de una planta o de un árbol. Son esquivas, como todos los seres de la naturaleza. Su esencia es la que hace que el árbol que habita capte las energías cósmicas y las baje a la tierra, hacia la serpiente telúrica o Nwyvre. Ese espíritu es la confluencia de esas dos potentes energías por eso es uno de los seres más evolucionados del Elphame. Y por eso también, los árboles son seres dotados de una gran fuerza, vitalidad y antigua sabiduría. Resplandecen en la oscuridad solo cuando uno sabe escuchar y ver con los ojos del espíritu.

En Brujería del Cerco existe una fuerte interacción con los habitantes del Elphame. Estos son los seres de la naturaleza: hadas, elfos, duendes, gnomos, etc. Existe un mundo invisible que desde siempre ha hechizado a la humanidad. Es otra dimensión, otro ámbito de experiencia sorprendente y mágico que si se busca, se encuentra. Siempre estuvo ahí y durante un tiempo muchos fueron los que lo vieron y ahora solo lo hacen los que trabajan el Viejo Arte. Quizá esto es así porque hubo un tiempo en que el Arte fluía solo, a través de la sangre y del quehacer cotidiano. Hoy lo tenemos que invocar pero podemos aprender a recuperarlo simplemente teniéndolo en cuenta, contando con su presencia.

Busca un árbol que te llame la atención. Si entre cien árboles te fijas solo en uno, no pienses que es capricho o que lo has elegido aleatoriamente. No, no es así. Ese árbol te ha elegido a ti, mejor dicho, la dríade que lo habita te ha llamado. Como hemos roto hace tiempo la conexión con lo natural, creerás que es fruto de la casualidad pero ella ha apelado a ese canal dormido que tenemos con ese mundo y que lleva desde hace tanto tiempo cerrado. Sería bello que te acercases y comenzases a entregarle preciosas ofrendas de flores, ramas, piedras, plumas y todo aquello que te parezca una bonita ofrenda para él. No te cierres ni prejuzgues. Solo escucha y estate atento.

http://brujeriadelcerco.blogspot.com.es/2012/12/driades-espiritus-de-los-arboles.html

Un comentario en “Dríades, espíritus de los árboles

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.