Los indígenas hawaianos conocían el Hooponopono (“corregir un error”).
La base del Hooponopono consiste en hacerse responsable de lo que acontece a tu alrededor, con la certeza de que tanto a nivel individual, como a nivel colectivo, el mundo tridimensional que se nos presenta es sólo un reflejo de procesos internos: las memorias (datos en el subconsciente).
En Hooponopono, te haces 100% responsable, y si algo no te gusta, lo cambias en tu interior, con el borrado de memorias. La técnica es increíblemente sencilla: “Lo siento, perdóname, gracias, te amo”. Son las palabras claves que se usan en Hooponopono.
Si la realidad que se nos presenta es de naturaleza holográfica, es decir, en último análisis, se reduciría a partículas de luz ordenadas y reordenadas en un momento del espacio-tiempo, la “foto de la energía”; y tal como se apunta por estudios de la Cornell University, (publicado en Starviewer 31.12.2010), “Nuestras células y neuronas producen y transaccionan con biofotones”, es decir, partículas de luz, y siendo la luz radiación electromagnética, paquetes inteligentes de datos, ¿estaríamos interactuando a través de nuestros procesos internos con la ordenación y reordenación del holograma que llamamos “la realidad”?
Esta también es la base de la técnica ancestral china llamada Qi Gong (control de la energía).
¿Sabían las culturas ancestrales las bases de recientes estudios de nuestra “avanzada” sociedad?
La sabiduría ancestral nos invita a reflexionar sobre los procesos de cambio, en el sentido de que no se trataría de ejercer violencia sobre una situación, sino de sustituirla: Desde dentro hacia fuera.