Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh Maestro, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender,
ser amado como amar.
Porque dando se recibe,
olvidando se encuentra,
perdonando se es perdonado,
y muriendo se resucita a la vida eterna.
La tengo en grande enfrente de mi vista, pero ¡qué difícil es de practicar! Gracias Lis.
Gracias Domi! Es una oración tan bella! Y estás en lo cierto, es difícil de practicar pero no imposible! un abrazo fuerte!
Gracias por hacernos recordar una de las más hermosas plegarias que el hombre hizo al Creador.
Gracias a ti d.m.! Es bellísima y sagrada!
Hermosa oración que me hace instuir una plegaria hacia el verdadero Dios, el Dios de Amor.
Una oración llena de amor directa a Dios! Un abrazo Vania!!!
Gracias San Francisco de Asís por esta oración, gracias Lis.
Gracias a ti Sofía! Un fuerte abrazo!