Aida. Un milagro de regalo para el 2015: ¿Y por qué no?

¿Sólo un milagro puede sanar, engrandecer o cambiar tu vida? Bueno. Entonces vamos por el milagro. Mira la estrella más brillante de esta noche y pídele ese milagro que esperas. Escríbelo en un papel con mucha intensión y luego, quémalo con la llama de una velita y deja que el universo lo haga bajar del cielo.

Luego, apaga la luz y vete a dormir tranquilo.

Tranquilo.

¿No puedes dormir? ¿No lo crees? ¿Crees que no existen los milagros? ¿Te parece un disparate? ¿Te bombardean la duda y la incredulidad? Bueno. Eso es normal. Porque lo que pediste seguramente es algo que consideras muy difícil o lejano de alcanzar.

¿Difícil o lejano? Quizá. Pero observa algo: lo que tú consideras difícil o hasta imposible de alcanzar, para otros es algo, digamos, fácil de vivir u obtener. Y para algunos mas es parte de su vida y ni siquiera lo tienen que pedir, porque ya lo tienen.

Hay quienes piensan que manifestar salud es un milagro. Para otros, es algo con lo que viven.

Hay quienes piensan que tener cierta cantidad de dinero es un milagro. A otros les sobra.

Hay quienes piensan que una oportunidad de trabajo ideal, de amor, de viajar es un milagro. Hay quienes tienen un trabajo ideal, amor y viajan todo el tiempo.

Un milagro es algo que parece imposible o inalcanzable, y que quizá requiere de un poder mayor al tuyo para que pueda ser.

Ahora bien. ¿Qué es exactamente lo que te diferencia de las personas que viven diariamente con eso que tu consideras un milagro? ¿Qué es lo que hace que algunas personas puedan tener salud, mucho dinero, relaciones hermosas, y tú no? ¿Sabes qué es? Se llama aceptación.

Hay algo que se llama aceptación. La aceptación es algo muy poderoso.

Cuando tú aceptas algo en tu vida, esto sucede. Y hay muchas cosas que uno aprende a aceptar en su vida, como la falta de, la insuficiencia, la carencia y la enfermedad. Aunque uno no las quiera, ahí están. Viven en la casa de uno como si hubiesen sido invitadas. ¿Por qué? Porque uno las acepta. Y la aceptación a la que me refiero no tiene que ver con abrir la puerta y decir “Pásale enfermedad, estás en tu casa” o “Acomódate bien en esa silla, carencia. Que te sirvo de tomar?”

Bueno. La cosa no va por ahí. La aceptación a la que me refiero es la costumbre. La costumbre es lo que hace que uno acepte cosas que no quiere. La costumbre es la que hace que en la casa haya cosas que uno ya no se quieren, o estorban, o nada mas le llenan o le hacen ruido. En el fondo uno quisiera deshacerse de ellas, pero las sigue aceptando porque uno no puede dejarlas así nomás. ¿Por qué? Porque esas cosas de alguna forma “llenan la vida”.

No es lo mismo llenar la vida de lo que sea, a llenarla de las cosas que quieres realmente. Cuando llenas tu vida solo por llenarla, entonces puede haber muchas cosas que sientas ya no quieres, o incluso te estorban, te desaniman o ya no te apasionan, pero las tienes ahí porque te llenan.

Así que viven contigo. Algunas duermen a tu lado. Y, con el tiempo, estas cosas que sólo te llenan como plumas a la almohada, te van desesperando. Te van haciendo sentir mal. Insatisfecho. Te empiezan a hacer sentir que tu vida no tiene sentido. Dices: Me siento “vacio”. “Me siento muy desanimado.” “Nadie me entiende”. Claro. Tienes mucho, pero a final de cuentas, no tienes nada. Solo cualquier relleno porque eso de afuera no te llena. P

Para el corazón lo que cuenta no es lo que usas para sentrite lleno, sino lo que realmente nutre tu confianza, tu aventura por lo nuevo, tu pasión por lo desconocido. Lo que nutre el amor por ti.

No es lo que  te hace sentir que tienes “algo” o “alguien”. Es realmente sentir que tienes algo y a alguien.

No es lo que t ehace lucir despampanante y esponjado por fuera, pero por dentro es solo paja.

Aceptar la paja es un nivel de aceptación. Y este nivel de aceptación es una costumbre que pronto de aburrirá, o te empezara a bloquear el flujo de. La paja corresponde a aceptar lo que no quieres, porque piensas que eso te llenara, o que cambiara por ti y para ti, o porque no sabes como darte lo que eso te da. Quiza aceptas la paja porque no sabes como estar contigo, y solo necesitas que algo, lo que sea, llene ese espacio, para que asi no tengas tu que lidiar con tus propias carencias o limitaciones. Con los miedos, o con lo qu eno te gusta de ti.

Con el tiempo, la paja puede hacer varios efectos en lavida. Como empezar a estancar, o a enfermar, puede causar desconfianza, ansiedad, sentimientos de ser víctima, protestas, etc. Y entonces empezaras a necesitar, necesitar necesitar que algo te saque de lo que es ya predescible, insatisfactorio, doloroso o limitante. Y puede que llegue hasta un punto tu necesidad en que quieras que un milagro te saque “de ahí”.

El milagro

Imagina que una persona está hundiéndose en un pantano y dice: “Por favor, ¡alguien ayúdeme!” Pero no hay nadie alrededor. Así que la persona piensa que solo un milagro la puede sacar de ahí. Y luego piensa “¿Pero si no hay nadie alrededor? Nadie me escucha… ¡Seguramente voy a hundirme!”. Bueno, esta es una opción. Pero hay otra opción: “Seguro hay algo grandioso alla afuera que me ayudara, seguro Dios, la naturaleza o lo que sea me esta escuchando…” “Confio en que me ayudraa y me sacara de aqui”.

¿Qué es lo que hace el milagro? La fe sin mancha. Y para eso, uno necesita tener mucha fe o, para ser sinceros, mucha necesidad. La necesidad hace que uno pueda enfocarse con total atencion en algo.

La necesidad.

A veces, nos ponemos en situaciones difíciles o nos empantanamos, y aceptamos lo que no queremos, con la finalidad de llevarnos a un punto donde podamos probar que es posible cambiar de ruta y de destino de un momento para otro. Esto es emocionante. Saber que hay “algo grandioso.” Necesitamos creer que la vida puede ser más grandiosa de lo que es, y que las limitaciones pueden disolverse si algo grandioso nos hecha la mano. Hay una necesidad de conocer lo que no se conoce. Y el pantano que nos hacemos muchas veces nos empuja a una necesidad con la sola finalidad de poder evidenciar algo grandioso que sin duda nos hara cambir de ruta.

Así que, si estas pidiendo un milagro, lo más probable es queestes en una fuerte necesidad. Y hoy, más que nunca, es cuando más necesitas creer en lo grandioso, en una fuerza, en una naturaleza amorosa y compasiva, o en eso que no has comprobado que te dara lo que realmente necesitas.

Pide yy se te dara. ¿Es posible? Claro que lo es. Tú pide. Pide con el corazón, y llegara lo que sea necesites. Y si la necesidad es fuerte, veras como te empuja a creer con mas devocion. LA necesidad no es algo “malo”. Es una forma que nos yuda a poder experimentar algo grandioso.

La necesidad hace que nazcan caminos nuevos y voltees a considerar lo grandioso. Pide lo que necesites. Pide para ti. Pedir para otros es algo delicado, porque no sabes si lo que viven los demás, lo que tú ves como sus pantanos, son algo que esa persona necesita ahora para comprender algo. Pide comprensión, amor, abundancia o lo que sea necesites para tu vida. Cuando tu necesidad este satisfecha, entonces encontraras el sentido mas profundo de todo esto: creer en que en verdad “existe” eso grandioso y desconocido que querias conocer.

¿Esperar algo cuando a los ojos y razón es imposible? Y porque no. ¿quien dice que no se puede?

Biomanantial

Un comentario en “Aida. Un milagro de regalo para el 2015: ¿Y por qué no?

  1. Se habla mucho de aceptación y generalmente observo que hay una gran confusión en el termino «aceptación».
    La aceptación de la vida, la podemos ejecutar desde la mente, o desde el alma.

    Cuando la trabajamos desde la mente, generalmente es un autoengaño piadoso. La mente, el cerebro, nos miente. Desde el razonamiento la lucha es fustrante, agotadora un bucle desgastador.

    Cuando la aceptación la instalamos desde el alma, llega la paz. LLega la autentica aceptación,

    La aceptación, no es sinónimo de rendición, al contrario, la vida es una batalla continua. A veces tiene barrancos con precipicios insalvables, otras veces son cumbres que nos dejan sin aliento y otras veces está lleno de hermosos valles.

    Cuando aceptamos desde el alma nuestro camino, poseeremos la fuerza necesaria, para luchar todas nuestras batallas.

    Me gusta sentir que mi alma es una guerrera que acepta la batalla, sin importarle el desenlace., Que la acepta con la mayor dignidad y honor de la que es capaz.

    Un saludo

    marimer

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