Aida. Cinco Consejos para la Salud del Hígado

El hígado es un órgano de gran importancia, participa en la digestión y en general en el metabolismo, desempeñando distintas funciones vitales.  Se trata del segundo órgano más grande, sólo después de la piel, y se sitúa del lado derecho bajo la caja torácica.

El hígado, regula la secreción de algunas hormonas, almacena nutrientes y produce proteínas así como enzimas que participan en la digestión (bilis).

Desafortunadamente, el hígado es un órgano que puede verse afectado por los malos hábitos, y principalmente por la ingesta de sustancias y alimentos que son perjudiciales. Es por ello que algunos consejos pueden ayudarnos a cuidar de la salud de nuestro hígado.

Número 1: Cuida tu peso

La obesidad y el sobrepeso se relacionan frecuentemente con el desarrollo de hígado graso, lo que a su vez si no se atiende o se toman las medidas adecuadas puede evolucionar a cirrosis hepática, insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado.

Mantener un peso saludable sin duda es una de las recomendaciones más importantes  para cuidar de nuestro hígado. Realizar ejercicio de forma regular y una alimentación saludable es lo más recomendable para cuidar de tu peso. Evita recurrir a dietas muy estrictas ya que estas pueden ser contraproducentes, muchas veces son carentes de nutrimentos y pueden provocar que el hígado enferme.

Otro aspecto importante al respecto, es evitar el uso de medicamentos para adelgazar ya que muchos de estos son metabolizados por el hígado y pueden llegar a  “intoxicarlo”.

Número 2: Modera el consumo de alcohol

Las bebidas alcohólicas son desaconsejadas en general, no sólo por qué afectan al hígado, sin embargo, este es uno de los órganos que suele ser más sensible al consumo del alcohol.

Es muy importante evitar el consumo de alcohol excesivo, ya que el hígado es el órgano que debe metabolizar estas sustancias y su consumo está estrechamente relacionado con enfermedades hepáticas como la cirrosis.

Número 3: Lleva una dieta saludable

Una mala alimentación puede afectar la salud y el funcionamiento del hígado, por lo que debemos hacer cambios  para promover una buena salud.

Evita el consumo de azúcares simples tales como el azúcar, los caramelos, los dulces, los pastelillos, etc. Procura no endulzar mucho tus alimentos o evita acostumbrar a tu paladar a demasiado dulzor.

Prefiere los cereales integrales antes que las versiones refinadas, por ejemplo, prefiere el arroz integral, antes que el arroz blanco y, la harina integral, antes que la harina refinada, o blanca, ya que los primeros son mucho más nutritivos y además aportan más fibra, la cual es beneficiosa para nuestra digestión y nos ayuda a controlar los niveles de colesterol.

Consume más frutas y verduras, son alimentos que muchas veces evitamos consumir o hacen falta en la dieta moderna, por lo que es importante ingerir diariamente estos alimentos, aportan vitaminas y minerales así como fibra dietética.

Disminuye tu consumo de grasas, especialmente las de origen animal, los niveles de colesterol elevados pueden favorecer la condición de hígado graso, disminuye el consumo de carnes grasas y embutidos. Elige grasas saludables como las de origen vegetal, y preferentemente extra virgen, el aceite de oliva puede ser una buena alternativa para una mejor nutrición.

Bebe suficiente agua, ya que esto ayuda al organismo a estar hidratado y favorece la eliminación de impurezas.

Si además puedes elegir alimentos orgánicos, estarás favoreciendo tu salud y nutrición.

Por último y aunque parezca tentador, procura no llevar a cabo dietas de desintoxicación, a menos de que tu médico lo haya aconsejado o te encuentres bajo su supervisión, ya que no todas las dietas de este tipo son adecuadas para desintoxicar a este importante órgano.

Número 4: Acude a tu médico

Hay muchas formas de prevenir enfermedades agudas o graves, y las revisiones periódicas siempre son aconsejables para una buena medida de prevención. Actualmente los análisis sanguíneos pueden darnos una visión general de nuestro estado de salud, y es importante atender desde un problema con la glucosa, hasta los niveles de colesterol en sangre.

Además, tu médico puede evaluar tu estado nutricional, y puede detectar signos o síntomas tempranos. Por último,  tu médico también puede aconsejarte sobre un esquema de vacunación para evitar la hepatitis A y B.

También se recomienda no auto-medicarse ni siquiera con suplementos herbales a menos que su médico lo haya autorizado.

Número 5: Infórmate

Si quieres cuidarte de la hepatitis, es esencial saber cómo se transmite. El virus de la hepatitis A por ejemplo se puede transmitir por alimentos que hayan sido contaminados, mientras que los virus de la hepatitis B y C, se transmiten por sangre y fluidos corporales.

Para prevenir la hepatitis A, como en casa o establecimientos que consideres seguros. Mientras que para la hepatitis B y C, es recomendable no compartir objetos de uso personal como los cepillos dentales, rastrillos y agujas. El uso de preservativo es aconsejable, especialmente si se tienen múltiples parejas sexuales.

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