Según Gershom Scholem, uno de los historiadores israelís más importantes, el Golem aparece cada 33 años en la ventana de un cuarto sin acceso en un gueto de Praga.

Los primeros relatos sobre Golems se remontan a los inicios del judaísmo. Estos eran creados por personas creyentes y cercanas a Dios. Como Adán, el Golem nacía de una materia inanimada como es el barro, así Adán es descrito desde este punto de vista como uno de estos seres. Pero una de los atributos fundamentales de estos personajes es que carecen de alma. Además, desde su creación, los Golem han sido incapaces de hablar. Conforme ha pasado el tiempo, se le han añadido características como el llevar palabras mágicas o religiosas grabadas en el cuerpo.

En hebreo moderno, Golem significa “tonto” o “estúpido”. Así, hoy en día la palabra se usa como metáfora  de personas descerebradas o para entidades al servicio del hombre bajo condiciones controlados por enemigos de éste en otras.

Una vez se ha creado el Golem, éste sólo obedece a su amo. Así va creciendo hasta que alcanza su cenit, entre unos 20 y 50 metros. El relato más famoso relativo a un Golem cuenta la historia de Rabbi Judah Loew, un rabino del siglo XVI que vivía en Praga. Loew era el hombre más sabio de todo el barrio judío de la ciudad y como tal, tenía grandes conocimientos. Además, tenía conocimientos mágicos, gracias a los cuales el emperador Rodolfo II le tenía mucho aprecio. Un día, para probar su poder, Loew creó un Golem, modelándolo en arcilla e introduciendo en su boca un trozo de pergamino con el nombre secreto de Dios grabado. Así nació su Golem. Éste poseía una fuerza inigualable pero no era capaz de hablar y se comportaba como un autómata. No le hacía falta comer, beber o dormir, sin embargo, obedecía todas las órdenes de su creador. Antes de cada Sabbat (sábado, el día santo en el judaísmo), el rabino le quitaba al Golem su pergamino de la boca, devolviéndole la inmovilidad original, pero un día Loew lo olvidó y se dirigió sin percatarse de ello a la sinagoga para oficiar el Sabbat. Cuando comenzó la ceremonia, algunos vecinos llegaron atemorizados por el Golem, que había enfurecido y destrozaba todo a su paso. Entonces Loew corrió a su casa y encontró todas sus pertenencias destrozadas, volcadas y desordenadas. Cuando llegó al patio encontró a todos sus animales asesinados por el Golem. Entonces, Loew se acercó y miró fijamente a los ojos del Golem quien, como hipnotizado, se dejó extraer el pergamino de la boca. La leyenda  cuenta que el Golem cayó y el rabino no volvió a animar jamás la figura de arcilla. Cuentan que este ser sigue guardado en el desván de la sinagoga de Praga.

Otras leyendas cuentan que el Golem escapó al control de su amo y sólo un niño pudo arrebatarle el amuleto que contenía en la boca con una palabra.

La literalidad con la que actúan los Golem se muestra también en otra anécdota en la que la mujer del rabino le pidió a este ser que fuera al río a “sacar agua”. Entonces el Golem accedió a realizar al pie de la letra y comenzó a sacar agua del río hasta que inundó la ciudad.

La figura del Golem se adoptó en Europa a finales del siglo XIX. La novela de Gustav Meyrink, ‘El Golem’ de 1915 se basa en los relatos del rabino Loew. Además, este libro inspiró una serie de clásicos expresionistas de cine mudo, como la serie El Golem, de la que es famosa “El Golem: cómo vino al mundo” de 1920. Entonces las historia del Golem da un giro y pasa a convertirse en la creación de personas ambiciosas que serán castigados por su blasfemia, parecido a Frankestein  de Mary Shelley  y al homúnculo alquímico.

Algunos han considerado también al Golem como el precursor de los androides .

El escritor José Luís Borges  en su obra “El otro, el mismo” escribe un poema titulado “El Golem” donde se refiere al mito. Borges declaró que el Golem es al rabino que lo creó, lo que el hombre es a Dios; y es también, lo que el poema es al poeta». También el escritor Terry Pratchett utilizó la figura del Golem en  la serie Mundodisco.

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http://www.yamelose.com/historia/el-mito-de-los-golem.html